El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha utilizado el dibujo de una bomba para explicar gráficamente ante la Asamblea General de la ONU la “clara línea roja” que la comunidad internacional debe fijar para evitar que Irán prosiga su programa de enriquecimiento de uranio, gracias al cual podría contar con armamento atómico en el verano de 2013.
Netanyahu ha advertido de que “sólo hay una forma” de impedir, “de forma pacífica”, que Irán disponga de armas nucleares. “Es marcando una clara línea roja sobre su programa nuclear”, ha dicho, al referirse a unos límites que, según ha querido aclarar, “no llevan a la guerra”, sino que la “previenen”.
“Se debe fijar una línea roja justo aquí, antes de que Irán complete la segunda fase de enriquecimiento necesaria para hacer una bomba, antes de que llegue a un punto en el que esté a meses o a semanas de acumular suficiente uranio enriquecido para fabricar una bomba atómica”, ha agregado.
Para Netanyahu, “cada día ese punto está más cerca”, por lo que ha querido trasladar un “sentido de urgencia” que confía en compartir con Estados Unidos, su principal aliado en la escena internacional.
El primer ministro israelí, que amenaza de forma recurrente a la República Islámica con un hipotético ataque militar, ha alertado desde el atril de la Asamblea General de que Irán utiliza las negociaciones con las potencias internacionales “para ganar tiempo”. Mientras tanto, continúa con su plan de enriquecimiento de uranio, ha añadido.
En este sentido, Netanyahu ha advertido de que las sanciones aprobadas hasta ahora han demostrado ser infructuosas y ha citado datos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para apuntar que Irán ha “doblado” en el último año su número de centrifugadoras.
El último informe de los inspectores de la ONU, referente a agosto, recoge que Irán ya cuenta con 91,4 kilos de material enriquecido al 20 por ciento. Para la fabricación de una bomba, harían falta 25 kilos de uranio con un nivel de pureza del 90 por ciento.
Teherán, sin embargo, mantiene que su industria sólo tienes pacíficos, mientras su presidente, Mahmud Ahmadineyad, advierte de forma prácticamente diaria de las consecuencias que tendría una hipotética ofensiva armada contra las instalaciones nucleares.
Fuente: www.Europapress.es