Desde el penal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, y en severas condiciones de asilamiento, la comandanta de la policía comunitaria Néstora Salgado envió un mensaje a las mujeres de Olinalá, Guerrero, y a las esposas y familiares de otros agentes comunitarios presos, para que sigan en la lucha y no toleren a los gobernadores “corruptos y mafiosos”.
Por Anayeli García Martínez/ Cimac
En conferencia de prensa hoy, Cleotilde Salgado, hermana de Néstora, quien fue detenida el 21 de agosto de 2013 y acusada de secuestro agravado y delincuencia organizada por ser la coordinadora de la policía comunitaria de Olinalá, leyó un mensaje en el que la comandanta informa sobre su situación de reclusión y pide a las mujeres “no bajar la guardia”.
De acuerdo con Cleotilde, quien es la única persona que puede visitar a Néstora cada 15 días en el penal de máxima seguridad, la líder hizo un llamado para que la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), en Olinalá, se mantenga en pie.
Recordó que la policía comunitaria se creó en esa comunidad el 27 de octubre de 2012, luego de que la gente de la comunidad fue a un sepelio y al regresar se enteró de que otra persona había sido desaparecida. Fue ese día que constataron que cada vez eran más frecuentes las desapariciones y los asesinatos en la región.
En aquella ocasión la gente hizo repicar las campanas de la iglesia para convocar al pueblo. Al llamado se sumó Néstora, una mujer de 42 años con tres hijas y cuatro nietos, y quien solía emigrar a Estados Unidos y regresaba cada vez que podía para visitar a su familia.
“Siempre he trabajado para mantener a mis hijas, la primera de las cuales nació cuando yo tenía 16 años. Tuve que emigrar muy joven a EU, donde trabajé de muchas cosas, limpiando casas y de mesera en restaurantes. Por mi esfuerzo también adquirí la ciudadanía norteamericana”, así se describe Néstora en su mensaje.
Cuando se reunió con la gente de su comunidad, ella no pudo ser indiferente a la inseguridad y la delincuencia, así que se unió a las movilizaciones, acudió con su gente, la mayoría de origen indígena, y tomó la comisaría municipal, organizó patrullajes, retenes y rondines de vigilancia.
La comandanta dijo en su mensaje: “Los abusos de los delincuentes eran cosa de todos los días, ya no se podía vivir en paz, ya no podíamos salir de nuestras casas, ya no podíamos trabajar, viajar, poner un negocito, mandar con tranquilidad a nuestros hijos a las escuelas, ni salir a la plaza a tomar un helado”.
La policía comunitaria, reconocida legalmente en Guerrero, redujo en 90 por ciento los delitos de alto impacto en poco más de un año de funciones, pero en agosto de 2013 cuando Néstora iba en su camioneta a comprar gasolina, se topó con un retén de militares y policías ministeriales que la detuvieron.
Cleotilde narró que por siete días no supieron nada de su hermana, pero por los medios y luego de contactar un abogado, supieron que Néstora fue detenida sin orden de aprehensión y sin ninguna acusación. Después fue traslada a Chilpancingo y horas más tarde al penal de Tepic, donde fue presentada con el cargo de secuestro agravado.
Y es que soldados, marinos y policías ministeriales habían liberado a 47 personas recluidas en la casa de justicia de la policía comunitaria, quienes acusaron a la comandanta y a 12 integrantes más de haberlas retenido contra su voluntad. A Néstora se le imputa además el delito de delincuencia organizada.
No obstante, según contó Cleotilde, la líder se encuentra optimista y a propósito del 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, pidió a las mujeres, en especial a las de su comunidad, que continúen y que si creen que son humilladas que protesten.
Por otra parte, a raíz de los hechos y considerando que la comandanta no cometió ningún delito, activistas han lanzado peticiones por internet para que ella quede en libertad e incluso solicitan el envío de cartas al presidente de EU, Barack Obama, y al titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, a fin de que se agilice su liberación.
Fuente: CIMAC Noticias