El miedo a la “gran panza chelera” ha exiliado a la cerveza de los refrigeradores y manos de los entusiastas de esta bebida alrededor del mundo, pero ¿es posible que haya obtenido una mala fama que no se merece?
Después de todo, la cerveza es creada a partir de cuatro ingredientes básicos: agua, cebada, lúpulo y levadura. El resultado de estos ingredientes bailando juntos es alcohol y CO2. Es una combinación que pasa fácil, y hay tantas formas de hacer la mezcla, que seguramente encontrarás una ale, stout, lager o ambar que sea justo para ti.
Los detalles sucios
Tu doctor tal vez te ha dicho que tomar alcohol en moderación es bueno para tu salud, pero usualmente el vino se lleva todo el crédito por los beneficios de los antioxidantes. La verdad sea dicha: la cerveza y el vino contienen el mismo número de estos elementos y hay otros beneficios que tiene esta primera bebida que debes saber:
– El contenido de proteína y vitamina B de la cerveza es mayor que el del vino. Así es, salir por una ‘chela’ después de echar la cascarita con tu equipo del trabajo puede ayudarte a reponer proteínas mucho mejor que una copa de chardonnay. Pero sí hay algo malo: incluso cuando la cerveza es una buena fuente de vitamina B, el contenido de alcohol cancela casi todos esos beneficios.
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– La cerveza tiene entre 95 y 360 calorías por porción de 355 mililitros, en promedio slas botellas que consumimos están en el rango de las 150 calorías. Una copa de vino de 150 mililitros tiene cerca de 120. En ocasiones la cerveza light es mejor opción en cuanto a calorías que el vino.
– Una o dos cervezas al día son buenas para tus huesos. La cerveza contiene silicón, el cual se encuentra en muy pocos alimentos y está ligado a la fuerza y salud de los huesos. Ahora eso es algo que hay que considerar antes de tu siguiente densitometría ósea.
– ¿Crees que porque es clara tiene menos calorías? No siempre es el caso. “Light” de hecho se refiere al porcentaje de alcohol y calorías. Las cervezas con mayor porcentaje de alcohol tienen más calorías, así que si estás cuidando tu peso, una Guinnes es de hecho casi lo mismo que una Bud.
Cómo tomártela
Puedes tomar una (si eres mujer) o dos (si eres hombre) al día, de acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Cuando se trata de cerveza, eso significa una botella de 355 mililitros o un tarro con una pulgada de espuma. Más que eso puede llevar los beneficios a la categoría de dañino para tu salud.
Usa un tarro para cerveza bien frío. Mantenlo en el congelador por lo menos un par de horas hasta que esté blanco y congelado cuando lo saques. Inclina el vaso y vierte una corriente de líquido refrescante por el costado y regresa el vaso a su posición vertical al mismo tiempo que esté por terminarse la botella. Esto permite que suba la cantidad adecuada de espuma hasta el tope.
La cerveza es un gran ingrediente para agregar a tus sopas, marinados e increíbles creaciones culinarias multigrano, y puede reemplazar el caldo o agua. Agrega un sabor y aroma delicado. El alcohol se irá con la cocción, así que no necesitas preocuparte por emborrachar a tus comensales.
Si queda cerveza de tus platillos, pan de cerveza o jalapeños cubiertos con masa a la cerveza, échatela en la cabeza. En serio, la cerveza es genial para regresar la vida y brillo a tu cabello al nutrir y alisar tus mechas.
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Para saber
Si habías dejado la cerveza a regañadientes, regrésala a tu vida. Ponla estratégicamente en tu línea de bateo de bebidas cuando estés en un juego o buscando refrescarte con tus amigos y diversión. No te pases. Mucho de esta cosa buena te puede dejar en la banca de tu propio equipo.
Fuente: Upwave.com