Habitantes de la cabecera de Chilapa bloquearon la carretera federal que conecta con la región de la Montaña porque autoridades estatales incumplieron el acuerdo de retirar a la guardia comunitaria ligada al grupo delictivo Los Ardillos, la cual mantiene sitiada la población desde hace cuatro días.
No obstante, los civiles armados rompieron el bloqueo amagando a los ciudadanos que colocaron piedras sobre la vía en el punto conocido como “El Arco” de la entrada principal frente a la mirada impasible de soldados y policías federales.
Al respecto, personas que participaron en el bloqueo carretero criticaron la actitud “pusilánime” del gobernador Rogelio Ortega y señalaron que, junto al Ejército y la Policía Federal (PF), es cómplice de la banda Los Ardillos, dirigida por los hermanos del presidente del Congreso estatal, el diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez.
Ayer por la tarde, Ortega Martínez exigió públicamente “no sobredimensionar” el estado de sitio y la ausencia de autoridad que prevalece en Chilapa, donde los “narco comunitarios” establecieron retenes en entradas y salidas, realizan cateos y retienen personas con el apoyo del Ejército y las policías federal y estatal.
También el gobernador sustituto reiteró que a cinco días de la irrupción armada en Chilapa, siguen “dialogando” con los comunitarios ligados con el narco por el secretario de Seguridad Pública estatal, Pedro Almazán, con el fin de que se retiren de la cabecera y las autoridades asuman el control de la seguridad.
Ayer por la noche funcionarios estatales se comprometieron con habitantes de la cabecera para pedir a la guardia comunitaria abstenerse de montar retenes y detener a personas.
No obstante, el brazo armado de Los Ardillos sigue operando impunemente en la cabecera en busca de Zenén Nava Sánchez El Chaparro, líder del grupo antagónico Los Rojos.
Sin embargo, la pasividad oficial provocó la molestia de los ciudadanos de Chilapa, quienes decidieron bloquear la carretera esta mañana para exigir la presencia del gobernador Ortega, “para que vea lo que está sucediendo y deje de decir mentiras”, indicó un habitante.
Minutos después, los comunitarios amenazaron con sus armas a las personas que bloqueaban la vía federal y éstas optaron por retirarse.
En tanto, persiste la ausencia del alcalde priista de Chilapa, Francisco García González, acusado de proteger a Los Rojos, quien prácticamente huyó cuando llegaron los civiles armados ligados a Los Ardillos.
A través de redes sociales se difundieron imágenes de un convoy de sujetos armados a bordo de al menos nueve camionetas, que arribó a Chilapa procedente del municipio vecino de Zitlala.
Los sicarios presuntamente son miembros del grupo delictivo Los Rojos que buscan romper el sitio que mantienen Los Ardillos en Chilapa.
Vecinos del lugar reportaron que las calles se observan desiertas ante la posibilidad de que se registre un enfrentamiento entre ambos grupos armados
Fuente: Proceso