El diario estadounidense The New York Times pone de relieve que, después del caso Ayotzinapa y el escándalo la Casa Blanca, los mexicanos están dispuestos a creer cualquier teoría sobre la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, excepto la que ofrece el Gobierno. “Para el Gobierno mexicano, lo que antes eran dudas sobre sus versiones se han convertido en una exclamación de incredulidad, y millones de mexicanos ya no creen lo que dice”, advierte.
Los mexicanos podrán creer todas las versiones sobre la fuga de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, pero no la oficial, dice The New York Times hoy. La incredulidad está fundamentada en los argumentos que dio el gobierno de Enrique Peña Nieto en casos de posible corrupción como el de la “casa blanca” o en el caso de la desaparición de los jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
William Neuman escribe en la portada del diario estadounidense las diferentes teorías que tienen los mexicanos sobre la fuga de “El Chapo”. Van desde la idea de que el capo sinaloense nunca estuvo preso en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso), hasta la especulación de que Guzmán Loera salió por la puerta de esta prisión ya sea por “el incumplimiento de un pacto” o para “negociar un acuerdo con los jefes de las otras organizaciones que trafican droga”.
“La versión oficial de la fuga es que el señor Guzmán, quien es conocido como ‘El Chapo’, se deslizó a través de un agujero en el suelo de la ducha de su celda y luego a través de un túnel de 1.5 km de largo excavado en secreto bajo los muros de lo que se supone que es la prisión más segura del país […]. Pero para el gobierno, lo que alguna vez pudo haber sido una falta de credibilidad es ahora un abismo de la incredulidad, y los millones de mexicanos no están comprando esta versión”, dice la publicación.
The New York Times dice que si bien los funcionarios han reconocido que la corrupción jugó un factor en la fuga de Guzmán Loera, “esta admisión apenas si inspira confianza en el público, y hay aparentemente tantas versiones alternativas de la huida épica del señor Guzmán como mexicanos”.
Y da unos ejemplos:
- El túnel es sólo una artimaña para desviar la atención del público, y el señor Guzmán, un multimillonario de renombre con los recursos para sobornar a quien él quiere, simplemente salió por la puerta principal de la prisión.
- Él en realidad no se escapó porque nunca estuvo en la cárcel.
- El hombre en la cárcel no era el señor Guzmán, pero si un doble que se escapó, o no, a través del túnel o por algún otro medio.
- El gobierno tenía un pacto con el señor Guzmán para dejarlo fuera de la prisión, pero no cumplió, por lo él que tomó el asunto en sus propias manos.
- El gobierno tenía un pacto con el señor Guzmán para dejarlo fuera de la cárcel, y se apegó a este acuerdo.
- A Guzmán se le permitió escapar porque el gobierno lo envió a negociar un acuerdo con los jefes de las otras organizaciones que trafican drogas.
- Guzmán se ofreció a ir a la cárcel para protegerse de los intentos de asesinato por los rivales del narcotráfico, y entró cuando él quizo, y salió cuando estaba listo.
The New York Times dice que no ayuda a la credibilidad del gobierno que “El Chapo” Guzmán se escapara por segunda ocasión. “Después de que la captura del señor Guzmán fuera anunciada a principios de 2014, el Presidente Enrique Peña Nieto dijo que sería imperdonable que se escapara de nuevo. Cuando el señor Peña Nieto regresó de una visita de Estado a Francia después de la fuga, se comprometió a recuperar el capo de la droga, pero agregó que no nada se ganaba con enojarse”.
El medio estadounidense entrevista a mexicanos de todas las edades y de todo el país, quienes le dan cuenta de sus teorías acerca de cómo ocurrió el escape de Joaquín Loera Guzmán. Para Yolanda Ley, de 48 años, oriunda de Culiacán, Sinaloa, estado del que es originario “El Chapo”, “todo el mundo sabe que esto es una pieza de teatro […]. Se puede ver que el túnel es viejo. No es nuevo. Todo esto es una burla para mantener a la gente entretenida”.
Manuel Benítez, de 67 años, un administrador del gobierno jubilado, dijo al diario neoyorquino que Guzmán Loera “salió por la puerta principal, y esto era algo que ya estaba perfectamente planeado y ejecutado […] ¿Cómo es posible que el ruido de la perforación para hacer el túnel no fue advertido por alguien? ¿Nadie, cualquiera, oyó ese tremendo ruido?”
Para Benítez, el gobierno hizo un trato Guzmán el año pasado para capturarlo con el fin de calmar el descontento público sobre la escalada de violencia guerra contra las drogas, con la seguridad de que él iba a poder salir de prisión dentro de poco tiempo. “En este país, el dinero hace que todo sea posible”, dijo.
Vanessa Rivera, de 20 años, una estudiante universitaria, dijo a The New York Times que “‘El Chapo’ nunca estuvo en la cárcel […]. ‘Qué casualidad que pasó cuando EPN volaba a Francia’”.
El diario dice que otra situación que despertó las sospechas entre los mexicanos fue la fotografía que difundió el gobierno de “El Chapo” con la cabeza rapada cuando en un video que difundió sobre el escape del capo, se ve a Guzmán Loera con cabello.
“La corrupción satura el gobierno en prácticamente todos los niveles: los alcaldes y la policía local, gobernadores, legisladores y militares. Es extensamente conocido que los presidentes dan contratos lucrativos a sus compinches. El señor Peña Nieto ha estado envuelto en un escándalo por una lujosa casa que su mujer estaba comprando en condiciones favorables de un contratista del gobierno”, recuerda el medio que la semana publicó un reportaje sobre la relación de Enrique Peña Nieto y Juan Armando Hinojosa, dueño de Grupo Higa.
El Times recuerda que el año pasado “el país se vio sacudido” por la desaparición de 43 estudiantes de Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. “Las autoridades federales, en última instancia declararon que habían sido asesinados por miembros de una banda de narcotraficantes aliados con los políticos locales y la policía, y que sus cuerpos habían sido quemados”, refiere.
Sin embargo, dice, “el manejo torpe que hizo el gobierno del caso provocó un profundo escepticismo sobre la versión oficial de la tragedia”. Menciona que “la historia reciente de México está llena de casos similares de alto perfil que fueron, o bien nunca resueltos o cerrados oficialmente de una manera que dio lugar a las sospechas de que poderosos intereses estaban siendo protegidos”.
Entrevistado por The New York Times, el monero Rafael Pineda, Rapé, dijo que “durante años ha quedado claro que no existe la justicia, y la versión oficial es una fantasía […] No queda nada que hacer para la gente, sólo que compensarlo con realidades alternativas, hipótesis alternativas”.
“El humor es todo lo que tenemos; es como una válvula de escape para diluir nuestra ira”, dijo Rapé. En ese sentido William Neuman añade que a los mexicanos les queda “eso [el humor]y las teorías de conspiración”.
Menciona que tal vez ningún aspecto de la fuga ha fascinado tanto al público o inspirado la incredulidad como el túnel, “un sofisticado pasaje de 1.5 km que alcanzó una profundidad de 62 pies y condujo desde la celda del señor Guzmán a una pequeña casa fuera de la prisión”.
“A pesar de que los periodistas han visto el túnel y las fotografías y los vídeos se han hecho públicas, algunas personas siguen insistiendo en que no hay ningún túnel”, dice el medio y da otra lista de teorías sobre el pasadizo por el que escapó “El Chapo”:
- Fue construido hace mucho tiempo y, por lo tanto, no se utilizó en su fuga.
- Fue construido en secreto en la década de 1990 por el ex Presidente, Carlos Salinas de Gortari, como una ruta de escape (nunca usada) para su hermano, Raúl, que estaba en la cárcel por cargos de fraude financiero y asesinato.
- Fue utilizado por los internos para ir y venir a su antojo de la prisión, para asistir a fiestas y visitar prostitutas más allá de las paredes.
- Fue uno de varios construido por los guardias que querían una ruta de escape en caso de un terremoto devastador.
La publicación dice que “la fuga de Guzmán ha llamado la atención en casi todos los rincones de la sociedad. Dice que incluso las autoridades dudan de las autoridades. Da cuenta de las declaraciones de un policía federal veterano, quien bajo condición de anonimato, dijo:”Tal vez ni siquiera estaba allí en absoluto. Hay un montón de preguntas. ¿Por qué no estaban el Presidente y el Secretario de Gobernación en México? ¿Mamá y papá se van de casa, y no dicen a los niños que hay algo muy importante que necesitan vigilar?”
Fuente: Sin Embargo/ Reforma