MVS exhibe la presión de Los Pinos

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En una conferencia de prensa en la que no se aceptaron preguntas de los reporteros, el dueño de MVS, Joaquín Vargas, exhibió diversos documentos que demostrarían la presión de Los Pinos para separar a Carmen Aristegui de su noticiario principal y para no quitarle la concesión de diversas frecuencias de banda ancha. Según el empresario, el juarense Javier Corral Jurado, aún diputado federal, fungió como mediador entre el gobierno y la empresa.

El siguiente es el documento que leyó Joaquín Vargas hace unos minutos, en el Distrito Federal:

Muy buenos días. En la conferencia del miércoles pasado, ofrecí acreditar mis afirmaciones en caso de que alguien pusiera en duda mi dicho. En MVS no nos dedicamos a grabar ni a realizar actividades de espionaje. Los testimoniales que presentaremos a continuación, fueron obtenidos de mi teléfono celular marca Blackberry modelo Torch, que venia programado para guardar los comunicados que se emitían y recibían desde ese aparato. Derivado de lo delicado de los contenidos, el abogado de la compañía consideró que era de suma importancia protocolizar dichas conversaciones escritas ante notario público, siendo estos testimoniales los que utilizaré para acreditar mis afirmaciones.

Por indicación de mis abogados, me reservo testimoniales y nombres de testigos de calidad, así como otras pruebas documentales. Lo anterior, en virtud de la amenaza que por escrito formulara la Presidencia de la República de proceder legalmente contra mí, en forma personal.

Es falsa la afirmación de la Presidencia de la República al rechazar su participación en la salida de la periodista Carmen Aristegui de MVS Noticias, así como su afirmación de que la política y la práctica diaria de la comunicación social de este gobierno, no se mezclan, ni se confunden con la política pública en materia de telecomunicaciones. Mi exposición, dejará al descubierto los alcances de sus acciones y la injerencia de sus presiones en este asunto, dejando en claro, que sí mezclaron, lo uno con lo otro. Si te callas, te doy; si no obedeces, te quito.

Niego categóricamente lo afirmado por Javier Lozano Alarcón, en cuanto a que yo propuse la no recontratación de Carmen Aristegui a cambio de que se resolviera el conflicto de la banda de 2.5 GHz y que con ello intenté chantajear al gobierno. Sus afirmaciones son todas, y cada una de ellas, falsas de toda falsedad. Yo he dicho la verdad.

La palabra de una persona debería ser suficiente ante la arbitrariedad del gobierno. Las pruebas no deberían ser necesarias cuando siempre se ha obrado de buena fe. Desafortunadamente no estamos ante ese caso y es por ello que me veo obligado a comparecer nuevamente ante ustedes.

Como en otras ocasiones lo hemos señalado, desde que anunciamos en el 2008, el lanzamiento de DISH y su política de precios bajos, la actitud de la COFETEL en aquel entonces presidida por el Arq. Héctor Osuna Jaime, se tornó hostil en contra de nuestros intereses. La presión de Televisa con agentes del gobierno para complicarnos las cosas eran ya descaradas; al extremo de presentar por escrito solicitudes para que se rescataran nuestras concesiones y lograr, que en unos cuantos días, alguna autoridad reaccionara revocando opiniones que originalmente favorecían las gestiones de MVS. Créanme que el éxito es complicado, cuando el árbitro se alía con tu competidor.

La falta de certeza jurídica tenía detenida una inversión por casi 1000 millones de dólares; el entusiasmo de los socios extranjeros que se habían comprometido a aportar el capital decrecía minuto a minuto. MVS estaba perdiendo casi un millón de dólares al bimestre en una empresa que tenía todo listo para funcionar pero esperaba al mismo tiempo que el gobierno le diera luz verde. Sobre mi escritorio tenía, desde hacía varias semanas, la lista del personal que el director de la compañía había formulado con los nombres, los cargos y los montos salariales de los empleados que tenían que ser despedidos para que otros pudiesen conservar su empleo durante algunos meses más, antes de cerrar la compañía, como lamentablemente ocurrió 6 meses después.

El 4 de febrero de 2011, se respiraba un ambiente de optimismo por los entonces recientes cambios en la COFETEL y la SCT, que renovaban también nuestras esperanzas en el sentido de destrabar el tema de la banda 2.5 GHz. Esa mañana, la periodista Carmen Aristegui, titular de la primera emisión de noticias MVS, lanzó al aire una pregunta relacionada con un supuesto problema de alcoholismo del presidente Felipe Calderón. Esta pregunta se hacía a propósito de una manta colocada por un enemigo del presidente en la Cámara de Diputados, que desató la ira de Los Pinos. Era obvio que esta manta tenía la intención de ofenderlo y lastimarlo. La pregunta de Carmen se originaba en el contexto de la injuria de Fernández Noroña.

Me enojé.

Sentí coraje porque Carmen trasladaba al presidente la carga de la prueba. Cualquiera en el lugar del Señor Presidente Felipe Calderón se hubiese molestado. El respeto de MVS a la libertad de expresión de Carmen Aristegui, no acaba de ser comprendida a cabalidad por muchas personas. El camino de MVS ante el gobierno, hasta ese momento sinuoso, se podía tornar todavía más agreste. “Fuego amigo” –pensé- la pregunta de Carmen no pudo ser más inoportuna.

Minutos después, recibí la llamada de la Sra. Alejandra Sota, quien en forma por demás airada, me exigió una disculpa pública por parte de la periodista.

A Alejandra le ofrecí una disculpa desde luego –MVS no ha tenido nunca la intención de ofender al presidente y a su familia- y ante la exigencia de la disculpa pública accedí sin regateos, entendiendo el agravio personal del Señor Presidente de la República.

Tengo más de 30 años trabajando en medios de comunicación. No era la primera vez que me llamaban de Los Pinos para hacerme un reclamo (ni será la última, espero). Entendí que lo que me correspondía era hablar con Carmen para pedirle que se disculpara. En cualquier circunstancia era dable, pero en las de MVS, era imprescindible.

Aquel día, a la una de la tarde tenía agendada una reunión con el recién nombrado Secretario de Comunicaciones y Transportes, Mtro. Dionisio Pérez Jácome. La idea era avanzar en el tema de la 2.5 GHz.

Javier Lozano, ha dicho, y es cierto, que teníamos una relación de amistad. En esa confianza, y por su especialidad en telecomunicaciones, le había yo solicitado su orientación en el manejo que le estaba dando a mi gestión con el gobierno. En ese contexto, Javier se había comunicado conmigo esa mañana, vía escrita por Blackberry en los siguientes términos:

Lámina 2

Casi inmediatamente después de mi conversación con Alejandra Sota, se puso en contacto conmigo el Secretario del Trabajo, de la siguiente manera:

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Al llegar a mi oficina, convoqué a mis colaboradores más cercanos y les expliqué lo sucedido. Le pedí a Alejando Vargas, presidente de MVS Radio, que se reuniera con Carmen para que se disculpara. Más tarde salí rumbo a la SCT, acompañado de mi hermano Ernesto y los colaboradores que estaban convocados con anterioridad a dicha reunión.

Llegamos puntualmente y fuimos trasladados a la sala de juntas. En ella se encontraban altos funcionarios de la SCT y la COFETEL. El ambiente era evidentemente tenso. De repente, apareció el secretario particular y me pidió que lo siguiera hasta el despacho del Secretario en virtud de que me quería ver a solas. Al entrar, encontré al Maestro Pérez Jácome de pie y al saludarlo me percaté que sobre su escritorio estaba una carpeta blanca con la leyenda “2.5 GHz.”

Sin mayor preámbulo, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, poniendo una mano sobre la carpeta, y con la otra apuntando el retrato del presidente que estaba a sus espaldas, me advirtió lo siguiente:

“Tengo instrucciones del Señor Presidente, de no gestionar asunto alguno de MVS y en especial, el de la 2.5, hasta en tanto la Sra. Aristegui, no ofrezca una disculpa pública por el comentario que hizo con relación a un supuesto alcoholismo del Presidente, … por ese motivo, la junta programada para hoy no se llevará a cabo; te ofrezco que tan pronto la señora Aristegui se disculpe, agendaremos de inmediato la reunión, inclusive si lo hace el próximo lunes 7, a pesar de ser día feriado, yo con mucho gusto los recibo en esta Secretaría… permíteme saludar a quienes  te acompañan….”. Caminamos hacia la sala de juntas, el secretario saludo de mano  a todos los que se encontraban ahí y dijo: “lamento mucho informarles que la junta programada para hoy, queda cancelada…. espero verlos la próxima semana”.

Cuando salimos de ahí, les pedí a mis colaboradores que me acompañaran, a pie, al Sanborns que está justo enfrente de la SCT en la calle de Xola. No entramos. Nos quedamos parados sobre la banqueta. Nadie podía creer lo que estaba sucediendo. En toda mi experiencia profesional, jamás, nadie en el gobierno, había cometido un exceso como ese. Ahora sí -les dije-, nos están echando encima la fuerza del estado.

Ya en mi automóvil, durante el camino de regreso a mi oficina, reflexioné sobre lo sucedido. El gobierno nos estaba poniendo literalmente en jaque. La presión sobre MVS, era más que evidente y la amenaza muy seria. Si Carmen no se disculpaba, nuestras concesiones se podían perder. ¿Cómo explicarle a los accionistas de la 2.5, que además de ser extranjeros, nada tienen que ver con MVS Radio?

A las 17:30 hrs. de ese mismo viernes 4 de febrero, me comuniqué telefónicamente con la señora Sota, a quien relaté puntualmente lo que por la mañana había ocurrido en la SCT. Le hice ver que me estaban poniendo en una situación muy difícil y que en todo caso correspondía a la Presidencia de la República exigir públicamente la disculpa y no a través de mi persona. Si yo le pedía a Carmen la disculpa que ella me solicitaba y Carmen no accedía a ello, no me quedaba más remedio que prescindir de sus servicios. El silencio del otro lado de la bocina fue elocuente.

A las 19:00 hrs., me reuní con Carmen Aristegui, en el restaurante Meridiem. Le hice ver mi molestia porque en mi concepto había violado nuestro Código de Ética al esparcir rumores y trasladar la carga de la prueba al Presidente. Yo sabía que si le hacía saber que era el gobierno quien estaba exigiendo la disculpa por mi conducto, era absolutamente contraproducente. Después de manifestarle mis argumentos, la periodista aceptó disculparse. Sin embargo, dejó muy en claro que no aceptaría que los términos de la disculpa la lastimaran y desde luego rechazó retractarse. Aristegui sostuvo en todo momento que su pregunta era periodísticamente válida y por lo tanto, no aceptaría que su profesionalismo se colocara en tela de juicio.

Alrededor de las 20:30 hrs., volví a hablar telefónicamente con la Sra. Sota, a quien le informé sobre la posición de la periodista.

Inmediatamente después, recibí el chat del entonces Secretario del Trabajo, en los siguientes términos:

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Alrededor de las 23:50 hrs., de ese mismo día 4 de febrero, recibí una llamada en mi domicilio, por medio de la cual me solicitaron que acudiera al día siguiente, sábado 5 de febrero a las 13:00 hrs. a la oficina de la señora Sota.

El sábado 5 de febrero llegué a Los Pinos y entré con mi automóvil por la puerta que da al Molino del Rey, registré mi acceso en la entrada y fui conducido hacia la oficina de la señora Sota. Me pidió que tomara asiento en la sala de juntas que tiene enseguida de su escritorio y me entregó, en propia mano, el texto que ella consideraba “era lo mínimo”.

Aquí está, certificado por notario público, el texto que solicitaba la oficina de comunicación social de la Presidencia de la República, en el que se pueden apreciar anotaciones de puño y letra.

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Al conocer el texto, supe de inmediato que Aristegui no lo aceptaría. Le dije que si yo corría a Aristegui y después ellos destrababan el tema de la 2.5, aparecería esa gestión como moneda de cambio por la cabeza de la señora Aristegui. Hice otras consideraciones respecto al escándalo que se ocasionaría si Carmen salía del aire como consecuencia de su alusión al supuesto alcoholismo del Presidente de la República. Me interrumpió, le pidió a alguien una llaves, se puso de pie, abrió una puerta de cristal que da a los jardines de la residencia presidencial y me pidió que la acompañara. Caminando alrededor de su oficina, nuevamente le advertí de los riesgos de generar un escándalo mayúsculo; de mi temor fundado, de que por el despido de la periodista y las reacciones que ello generara se inhibieran de continuar con las gestiones para la prórroga de las concesiones de MVS; de la cantidad de gente que trabaja en la compañía; de los compromisos con los accionistas; de mi responsabilidad como presidente del Consejo de MVS, etc. Después de escucharme, la señora Sota me dijo que no tenía de qué preocuparme y afirmó. “Tú has lo que te toca hacer y yo me ocupo de lo que me corresponde…”

Por ahí de las 15:00 hrs., integramos un texto de disculpa, que pretendía conciliar la pretensión de la señora Sota con lo que, tanto mi hermano Alejandro y yo, habíamos platicado con Carmen. Hecho lo cual, se lo mandé a la señora Sota.

Hacia las 17:00 hrs. tuve esta conversación escrita con la Coordinadora General de Comunicación Social de la Presidencia de la República:

Lámina 6

A las 10 de la mañana del domingo 6 de febrero, mi hermano Alejandro se reunió de nuevo con Carmen Aristegui. Como era de esperarse, la periodista se negó categóricamente a leer un texto que ella no había escrito; sin embargo, ofreció escribir otro.

Aproximadamente a las 13:10 hrs., de ese mismo domingo, hice del conocimiento de la señora Alejandra Sota, el texto escrito por la señora Aristegui, mismo que yo no acepté, por lo que tomé la decisión de terminar la relación laboral de MVS con Carmen Aristegui.

A las 14:00 hrs., mi hermano Alejandro le comunicó a Carmen Aristegui, que su texto no fue aceptado por mí y que por lo tanto dábamos por terminada la relación laboral.

Está claro que actué convencido por la presión, y en una lógica de administración de males. Viendo las cosas en retrospectiva es justo aceptar que aún bajo las circunstancias en las que me encontraba, actué de forma precipitada. El contrato que regía la relación de MVS con la señora Aristegui, contenía una cláusula que facultaba a un árbitro, designado, de común acuerdo por ambas partes, para intervenir en caso de alguna controversia. Mi decisión de cesar a Carmen Aristegui violentaba el contrato y sin duda alguna, precipitó acontecimientos que pudieron evitarse. Una vez tomada la decisión, me sostuve. Asumí, en público y en privado, la responsabilidad de mis actos y así se lo expresé a varias personas que seguramente recordarán mis palabras.

A las 19:00 hrs., la noticia de la salida de Carmen Aristegui de MVS, se esparció con mucha fuerza en las redes sociales

A las 23:00 hrs., recibí comunicación de la Sra. Sota en la que me manifestó estar asustada por la reacción de la gente en redes sociales.

La noche del domingo 6 de febrero, el árbitro designado por la señora Aristegui y por MVS, me llamó para externarme su sorpresa por mi decisión, ya que en efecto, él era quien debía, en todo caso, haber determinado si la periodista había violado el Código de Ética y/o los términos de nuestro contrato; y en su caso, aplicar los correctivos previstos en dicho acuerdo de voluntades.

El lunes 7 de febrero, más o menos a las 6:00 de la mañana, se puso en contacto conmigo el Secretario del Trabajo, en los siguientes términos:

Lámina 7

Como han constatado, Javier Lozano no habló solamente en su calidad de amigo. Claramente habló en nombre del Presidente de la República y su círculo más cercano.

A las 8:00 hrs. MVS difundió un comunicado dentro del espacio de la primera emisión y a pesar de ser día inhábil en el que la audiencia es baja, la reacción de la gente, del público radioescucha, no se hizo esperar.

A las 10:00 hrs., el Vicepresidente de Relaciones Gubernamentales de MVS, solicitó a la oficina del Secretario de Comunicaciones y Transportes, vía telefónica, la cita prometida para ese mismo día. La respuesta: “Nos comunicamos más tarde”.

El martes 8 de febrero, a las 10:00 hrs. de la mañana, el Vicepresidente de Relaciones Gubernamentales de MVS, insistió en la audiencia con el Secretario de Comunicaciones y Transportes. La respuesta: “Nosotros nos reportamos”.

A las 16:00 hrs., Carmen Aristegui anunció una conferencia de prensa para el día siguiente, miércoles 9 de febrero.

El 9 de febrero, minutos antes de las 9 de la mañana, el ya mencionado Vicepresidente de MVS, me mandó un correo electrónico, que ahora presento certificado por notario, que a la letra dice lo siguiente:

Lámina 8

En razón de lo anterior, decido escribirle a la señora Sota en los siguientes términos:

Lámina 9

A las 11:00 hrs., Carmen Aristegui ofreció conferencia de prensa en Casa Lamm. Simultáneamente, la señora Sota se puso en contacto conmigo y sostuvimos la siguiente conversación escrita:

Lámina 10 y 11

Minutos después, la Presidencia de la Republica emitió el boletín que todos ustedes ya conocen.

Más tarde, establecí comunicación con el Secretario del Trabajo, en los siguientes términos:

 Lámina 12

El jueves 10 de febrero, una vez que Carmen Aristegui lanzara la idea de regresar a MVS, siempre y cuando se cumplieran algunas condiciones que ella demandaba, convoqué al Consejo de Administración de MVS, al tiempo que informamos a la opinión pública, que en los próximos días daríamos a conocer nuestra decisión.

Con motivo de este anuncio, empezó el nerviosismo en Los Pinos. Alejandra Sota se comunicó conmigo para citarme con urgencia en la residencia oficial. Aquí la constancia:

 Lámina 13

Ese día, sostuvimos una reunión mi hermano Ernesto y yo, con Gerardo Ruiz Mateos y Alejandra Sota, en la que básicamente hicimos un recuento de lo sucedido durante los últimos días.

El sábado 12 de febrero, me contactó el Secretario del Trabajo en los siguientes términos:

Lámina 14

El domingo 13 de febrero, se comunicó nuevamente conmigo el Secretario del Trabajo para convocarme a la reunión. A continuación, los términos de la conversación escrita que tuve con él y en la que consta claramente que yo no fui quien lo buscó, como falsamente lo ha sostenido.

Lámina 15

Acudí a la reunión en casa de nuestro amigo mutuo. El Secretario del Trabajo llegó minutos más tarde e inició la conversación manifestando que el Señor Presidente Felipe Calderón y su señora esposa, estaban enterados de que en ese preciso momento, él se encontraba platicando conmigo. A lo largo de la plática, el Secretario del Trabajo insistía en las consecuencias “fatales” que según él –y por lo visto tenía razón- acarrearía a MVS la “mala decisión” –según sus palabras- de recontratar a Carmen Aristegui. El Secretario del Trabajo, durante su exposición, fue vehemente en gestos, actitud y palabras, al grado de amenazarme, en nombre del gobierno, de la siguiente manera:“…Hemos encontrado que tu proyecto de la banda 2.5 tiene méritos propios… pero si recontratas a la periodista, a tu proyecto se lo lleva la chingada y te olvidas de este gobierno, hasta su último día…”

A las 10:00 hrs., del lunes 14 de febrero, se reunió el Consejo de Administración de Grupo MVS y les informé de todos y cada uno de los acontecimientos de los últimos días y desde luego, informé de la amenaza del Gobierno Federal transmitida en voz del Secretario del Trabajo, lo que generó indignación por constituir a todas luces un chantaje inaceptable. A continuación, se tomó la decisión de iniciar negociaciones para restablecer la relación laboral con Carmen Aristegui, estando conscientes de los riesgos que esto implicaba. Es muy importante señalar, que en esta reunión de Consejo, estuvo presente, de principio a fin, el árbitro al que anteriormente me he referido, el licenciado Javier Corral Jurado, quien nos transmitió un mensaje de Carmen Aristegui reiterando su postura conciliatoria. El señor Corral desde luego, es testigo de calidad de lo ocurrido.

El 15 de febrero en la mañana, el Secretario del Trabajo se comunicó conmigo:

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Posteriormente, me contactó la señora Sota, y a continuación el contenido de nuestra conversación escrita:

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Dos horas más tarde, volvió a comunicarse el Secretario del Trabajo:

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El martes 16 de febrero, se comunicó conmigo el testigo que presenció la amenaza del Secretario del Trabajo en su casa, y me expresó lo que a continuación describo:

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El 19 de febrero, la señora Sota se expresó en los siguientes términos:

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Esa tarde, acudí a la residencia oficial de Los Pinos y me reuní con la señora Sota. El propósito de su convocatoria fue solicitar de MVS una manifestación pública que –de acuerdo a sus palabras- “exonerara” al Señor Presidente de la República de todo lo acontecido durante las ultimas 2 semanas.

Lo consulté con el Consejo de Administración y nuestra respuesta por escrito, se la hicimos saber al día siguiente, 20 de febrero, a las 9 horas con 53 minutos.

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Para cerciorarme de su recepción, me comuniqué con la señora Sota de la siguiente manera:

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Su respuesta me la mandó al día siguiente. A continuación sus palabras:

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Efectivamente, como dijo la señora Sota hace unos días, desde aquel entonces no me he vuelto a reunir con ella ni tampoco he tenido la oportunidad de platicar del tema con el Señor Presidente de la República.

Ratifico: Los hechos que he narrado, son sólo aquellos que han sido de mi conocimiento y me constan. Desconozco si el Señor Presidente de la República ha estado informado con versiones como la que Javier Lozano Alarcón sostuvo ante los medios de comunicación en días pasados. Si esto fuera así, entenderíamos en gran medida su actitud hacia MVS.

Informo a ustedes que el día de ayer, presentamos un escrito con nuestras pruebas y defensas ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, incluyendo la pormenorizada explicación que sobre el tema de la contraprestación, hemos presentado a ustedes al inicio de esta conferencia de prensa. Se ha manipulado la información a ese respecto, llegando al extremo de hacer creer que no queremos pagar lo “justo” por la banda, cuando en realidad hemos acreditado que esto es falso y en todo caso, quien paga directamente la contraprestación es el usuario y no MVS.

Démosle la vuelta a la hoja. Hemos demostrado que ofrecimos pagar por las frecuencias más de lo que se pagó por ellas en Alemania, Holanda y Estados Unidos, entre muchos otros. México necesita superar el rezago en penetración de conexiones de Internet de alta velocidad y banda ancha. Los reportes internacionales y nuestra realidad nos lo confirma todos los días. Podríamos estar en muy poco tiempo comunicados como cualquier país del primer mundo, al doble de la velocidad actual y a la mitad del precio, en todos nuestros hogares. Créanme, MVS lo puede lograr en muy poco tiempo. Coloquémonos en un escenario en el que todos ganemos. No detengamos más las cosas. Veamos hacia el futuro.

Déjenos trabajar…

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