Alejandra Sota, vocera de la Presidencia de la República, afirmó que Joaquín Vargas, presidente del Consejo de Administración de MVS, fue el responsable de solicitar la renuncia de la periodista Carmen Aristegui, y que el diferendo por la banda 2.5 gigahertz se basa únicamente en que el empresario no quiere pagar los 27 mil millones de pesos.
“Afirmamos: El cese de la señora Aristegui fue decisión exclusiva del señor Vargas, no solicitud o exigencia del gobierno federal o un berrinche presidencial”, declaró Sota la tarde de este miércoles.
En conferencia de prensa en la Secretaría de Gobernación, acompañada del secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, Sota dio a conocer una carta firmada por Vargas que entregó en propia mano al presidente Felipe Calderón en la que se confirma que el tema es el costo de la banda ancha.
“El dilema en cuestión es el precio”, dijo Sota al mencionar que así lo hizo saber Vargas a Calderón en la carta.
En la misiva el empresario solicita audiencia Calderón y está fechada el 15 de febrero de 2012 y en ella se lee que “durante los últimos meses hemos avanzado en el cálculo de la contraprestación para el uso de la Banda 2.5 Ghz., sin embargo, aunque estamos cerca no hemos alcanzado un punto que satisfaga a la SHCP y a los inversionistas del consorcio”.
Le agradece la participación de Fernando Gómez Mont, abogado de Vargas y exsecretario de Gobernación, para explorar alternativas adicionales.
En la misma no se hace mención al caso Aristegui.
Sota añadió que no se explica por qué Vargas no argumentó a los accionistas de la empresa las presiones del gobierno para destituir a Aristegui y sí en cambio se centró en el tema de que no aceptó dar disculpas por sus señalamientos al supuesto alcoholismo de Calderón.
Además, Sota deslindó al gobierno de los dichos de Javier Lozano, entonces secretario del Trabajo y de quien Vargas dio a conocer diversas comunicaciones vía blackberry como prueba de las presiones.
En cambio, Sota dijo que quien sí habló a nombre del Presidente fue Gerardo Ruiz Mateos, jefe de la oficina de la Presidencia pero que le refrendó su respeto a la decisión que tomara MVS en cuanto a lo que hagan o no con Carmen Aristegui.
“Nosotros no queremos intervenir de ninguna forma en cómo llevan su proceso y cómo aplican las políticas internas de la compañía”, habría dicho Ruiz Mateos según la versión de Alejandra Sota.
“Que les quede perfectamente claro: que la presión de quitarla no vino de aquí y que le quede perfectamente claro a la opinión pública que fue una decisión estrictamente de su cadena MVS. Vamos clarificando dos cosas”, insistió Ruiz Mateos, en voz de Alejandra Sota.
La vocera presidencial recalco que es inaceptable que “se pretenda acusar al gobierno federal de haber intentado acallar la voz de Carmen Aristegui, cuando fue una iniciativa y estrategia comercial de MVS”.
Alejandra Sota insistió en que Vargas pretende tender una “cortina de humo” y “difama” al comparar al gobierno mexicano con otros de países distintos donde sí se coarta la libertad de expresión.
La portavoz presidencial lanzó “un exhorto a que ya las partes se conduzcan por donde se deben conducir, que es en los cauces institucionales de la parte técnica; es decir, de la relación que debe existir y debió existir siempre en ese tenor de diálogo entre la Secretaría de Comunicaciones y el grupo empresarial con la opinión de la Secretaría de Hacienda”.
Fuente: Notimex