Elon Musk tomó el control de Twitter y cesó a tres altos directivos, entre ellos, el director general (CEO), Parag Agrawal, y al director financiero (CFO), Ned Segal. Musk también despidió a Vijaya Gadde, jefe de Asuntos Legales, Políticas y Fideicomisos, y a Sean Edgett, consejero general de Twitter desde 2012.
El hombre más rico del mundo cerró su compra de 44 mil millones de dólares para hacerse cargo de la red social, que también le costó meses de disputas públicas y legales sobre la operación.
Al adquirir oficialmente la empresa, Musk cambió la descripción de su perfil para dar a conocer su nuevo cargo: “Jefe de Twitter”.
Donald Trump anuncia que vuelve a Twitter:
“Felicitaciones a Elon Musk por su compra de Twitter… Me han notificado que mi cuenta será restaurada el lunes, ya veremos”, dijo.
Twitter no respondió de inmediato a una solicitud de la Afp al respecto.
Musk tenía hasta el viernes para cerrar la compra de la red social, de lo contrario se habría celebrado un juicio en noviembre.
La operación se alargaba desde que Musk lanzó una oferta de compra por 44 mil millones de dólares a finales de abril, que Twitter aceptó a regañadientes.
El multimillonario trató luego de revertir el acuerdo de manera unilateral a principios de julio, acusando a la empresa de haberle mentido sobre el número de cuentas falsas en la plataforma, pero el consejo de administración de la red social llevó el asunto ante los tribunales.
Las señales de que la operación estaba finalmente en curso se multiplicaron a lo largo de la semana.
El hombre más rico del mundo concurrió por ejemplo a la sede de la empresa el miércoles, y en su perfil de Twitter cambió su presentación a “Chief Twit”, una ironía ya que “twit” quiere decir “cretino” en inglés.
Además, el New York Stock Exchange, la bolsa donde cotiza Twitter, indicó que la acción de la plataforma sería suspendida de las transacciones el viernes antes de la apertura de la sesión.
Futuro de la civilización
Musk trató de tranquilizar a los anunciantes al asegurar el jueves que quiere permitir las expresiones de todas las opiniones en la red social, sin hacer de ella una plataforma “infernal” en la que todo estará permitido.
“Es importante para el futuro de la civilización tener un espacio público en línea en el que una gran variedad de opiniones puedan debatir de manera sana, sin recurrir a la violencia”, escribió en un mensaje destinado a las marcas, que proveen la mayoría de los ingresos de Twitter.
Autodesignado adalid de la libertad de expresión, ha indicado que piensa flexibilizar la moderación de contenidos, alimentando los temores sobre un aumento de abusos y desinformación en la plataforma.
Abrió, entre otras cosas, la puerta a un regreso del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, vetado tras el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores en 2021. Una postura que causa rechazo entre ciertos anunciantes que suelen preferir ver asociadas sus publicidades a contenidos moderados.
En su mensaje, Musk afirmó que no busca “hacer dinero” con esta compra sino “tratar de ayudar a la humanidad”. “Además de respetar las leyes, nuestra plataforma debe ser acogedora para todos”, sostuvo.
En términos comerciales, el empresario sostiene que es esencial para la empresa mostrar publicidades que correspondan a las “necesidades” de los internautas.
Salidas voluntarias
Musk también quiere reforzar la lucha contra los spams (cuentas falsas) e hizo referencias crípticas a “X”, su visión de una aplicación global que incluya mensajería, redes sociales, servicios financieros, como lo hace WeChat en China.
Tras la compra, “la cultura de la empresa podría cambiar en profundidad, y rápidamente”, resaltó Adam Badawi, profesor de derecho en la universidad de Berkeley.
Según un artículo del Washington Post de la semana pasada, Musk informó a inversionistas que esperaba, a largo plazo, despedir a 75 por ciento de los 7 mil 500 empleados de Twitter.
“Eso fue un golpe para mucha gente”, declaró bajo anonimato uno de los empleados a la Afp.
Según cifras internas de la compañía, más de 700 empleados ya han dejado el grupo californiano desde junio. “Son más bien salidas voluntarias, bien sea por razones éticas, o por razones puramente financieras. Porque una empresa que no cotiza es menos interesante”, indicó, en referencia al interés de Musk por sacar a Twitter de la bolsa de valores.
El multimillonario declaró a principios de mes que es “esencial” que otra de sus empresas, Tesla, cotice en Wall Street, “porque si al público no le gusta lo que hace Tesla, el público puede comprar acciones y votar de manera distinta”.
“Es muy importante que no pueda solamente hacer lo que yo quiero”, agregó entre risas.
Fuente: AFP