El tribunal regional de Stuttgart condenó a la empresa fabricante de armas Heckler & Koch a pagar una multa de 3.7 millones de euros por el envió ilegal a México de armas tipo fusil G-36 y accesorios entre los años 2006 y 2009 y haber violado, con ello, las leyes alemanas de Control de Armamento Bélico y de Transacciones Internacionales.
La justicia alemana también condenó a dos exempleados de la poderosa armamentista a penas con libertad bajo fianza, pero absolvió a otros tres contra quienes no pudo fincar cargos.
Este jueves 21 de febrero llegó a su fin el inédito juicio que comenzó en mayo del 2018 y que sentó en el banquillo de los acusados por primera vez, aunque de manera indirecta, a la fabricante alemana de armas más importante de Europa. Si bien el juicio no fue directamente en su contra, sí lo fue por sus prácticas realizadas y el actuar de sus entonces trabajadores.
Los dos extrabajadores de H&K condenados fueron encontrados responsables por el tribunal de Stuttgart de haber permitido la entrega de alrededor de cinco mil fusiles de asalto que terminaron llegando a los estados mexicanos de Chihuahua, Chiapas, Guerrero y Jalisco, vedados por la propia ley alemana por considerar que en ellos hay violaciones a los derechos humanos.
La primera culpable, una mujer, fue condenada a 17 meses con derecho a libertad bajo fianza, y además realizar 250 horas de trabajo social. El segundo culpable, un hombre, además de los 22 meses en prisión, con derecho también a fianza, deberá pagar una multa de 80 mil euros.
Desde primera hora de la mañana de este jueves, integrantes de la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México y el activista Jürgen Grässlin, quien hace ocho años presentó la primera denuncia que culminó con el veredicto de hoy, se manifestaron frente a las instalaciones del tribunal de Stuttgart en donde recordaron y guardaron un minuto de silencio en honor a las víctimas mexicanas que cayeron por la “actividad sin escrúpulos” de la fabricante de armas alemana.
Y es que, a lo largo de todos los años que duró el pleito para poder enjuiciar a H&K, las investigaciones de periodistas independientes y los propios activistas revelaron que algunas de estas armas alemanas fueron usadas por las policías locales mexicanas en diversas acciones de represión como fue el enfrentamiento contra estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, en setiembre de 2014.
Al respecto, las organizaciones no gubernamentales alemanas piden que el dinero con el que se multó a H&K y al exempleado que resultó culpable se destine íntegro al trabajo de Derecho Humanos en México y que además la empresa armamentista cree un fondo en beneficio de las víctimas por el uso del armamento producido por ella.
Fuente: Apro