Un rifle AK47 que formó parte de la operación Rápido y Furioso fue utilizado en el enfrentamiento que se registró entre militares y miembros de un grupo delictivo en el que murió María Susana Flores Gámez, Mujer Sinaloa 2012, por lo que el senador republicano Charles Grassley pidió al Departamento de Justicia mayor información sobre ésta y otras armas del operativo, publica El Universal.
“El senador Grassley fue informado de que un arma que formó parte del operativo denominado Rápido y furioso, del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) fue recuperado de una escena de crimen, reportó CBS, lo cual fue confirmado a El Universal por personal del legislador”, según el rotativo.
El senador Grassley envió una carta al procurador estadounidense, Eric Holder, solicitando información sobre el rifle que fue recuperado el 23 de noviembre pasado tras un enfrentamiento entre militares y miembros de una organización en Mocorito, Sinaloa, donde falleció la Mujer Sinaloa 2012.
De acuerdo con El Universal, el Departamento de Justicia de Estados Unidos declinó hacer algún comentario sobre la solicitud del legislador sobre el arma involucrada en el enfrentamiento en México.
“El senador Grassley externó en la carta su inconformidad de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos no haya informado oficialmente al Congreso estadounidense sobre la recuperación del rifle del operativo de Rápido y furioso que fue encontrado en el estado mexicano de Sinaloa”, se agrega en la nota.
El diario publica que el rifle AK47 tipo WASR 10 supuestamente fue comprado por Uriel Patiño, un sospechoso de Rápido y furioso, quien es señalado por autoridades y por investigadores del Congreso estadounidense como el comprador de 700 armas bajo la vigilancia del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos.
“En la investigación del caso Rápido y Furioso se indica que Patiño compró —el 16 de marzo de 2010— el rifle involucrado en el enfrentamiento registrado en Sinaloa, junto con otras nueve armas semiautomáticas, en un mercado de armas conocidos como gun show”, cita El Universal.
En la nota de Doris Gómora se recuerda que el senador Grassley ha seguido de cerca los operativos Rápido y furioso, Gunwalking y otros, en los que están involucrados funcionarios del Departamento de Justicia, y ha solicitado en diversas ocasiones información sobre las más de 2 mil armas que fueron vendidas en Estados Unidos y que llegaron a manos de organizaciones criminales en México, la mayoría de las cuales no han sido recuperadas.
Hasta ahora, narra, se han encontrado en incidentes criminales armas de ese operativo —y de otros—, que fueron enviadas a territorio mexicano, entre ellas la utilizada para matar al agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry, en diciembre de 2010.
Otra es el arma usada en el asesinato del agente de Aduanas y Migración Jaime Zapata, en febrero de 2011, así como otras ocho más en otros ocho eventos violentos ocurridos en territorio mexicano, según El Universal.