El artista suizo, que se convirtió en referente tras la publicación de «The Americans», ha fallecido en un pueblo de Nueva Escocia (Canadá) a los 94 años
Robert Frank, retratista de los contrastes de la sociedad americana y cronista gráfico de la generación beat, ha muerto a los 94 años en un pueblo de Nueva Escocia (Canadá), tal y como ha confirmado su representante, según informa «The New York Times».
Frank nació en Zúrich (Suiza) y a los 23 años emigró a Estados Unidos, donde alcanzó la fama con «The Americans», una obra de fotografías en blanco y negro tomadas durante sus viajes por el país a mediados de la década de 1950 y publicado en 1959.
Este volumen fue innovador por romper con los esquemas del fotoperiodismo de mediados de siglo XX, basado en imágenes nítidas, bien iluminadas y de composición clásica, ya fuera en el frente de batalla, el corazón estadounidense casero o las estrellas de cine en el ocio.
Por el contrario, las fotografías de Frank, que mostraban tipos solitarios, parejas de adolescentes, grupos en funerales y extrañas presencias de la vida cultural, eran cinematográficas, inmediatas, extravagantes y granuladas, como las primeras transmisiones televisivas de la época.
La crítica cultural Janet Malcolm llegó a definirlo como el «Manet de la nueva fotografía». Tras la publicación de «The Americans», Frank fue denostado por ser «antipatriota» y «mostrar una visión desilusionada de Estados Unidos», según reconoció el propio artista.
El carácter contracultural de su obra le acercó a algunos escritores de la generación beat como Jack Kerouac -que firmó el prólogo de «The Americans», en el que aseguraba: «Extrajo un triste poema de Estados Unidos sobre una película, y se ubicó así como uno de los trágicos poetas del mundo. A Robert Frank envío este mensaje: tienes ojos»- Allen Ginsberg, Gregory Corso y Peter Orlovsky, artistas con los que realizó obras de forma conjunta.
A lo largo de toda su carrera, Frank hizo más de 27.000 retratos. Fue, sin duda, referente de la fotografía documental al experimentar con los límites físicos de la imagen.
Su primera exposición individual tuvo lugar en el Art Institute de Chicago en 1961. Posteriormente, y a la vez que continuó con la fotografía, también dirigió un buen número de películas, entre las que sobresale el documental «Cocksucker Blues», sobre una gira de los Rolling Stones en 1972, con imágenes explícitas de consumo de drogas y sexo en grupo que provocó su prohibición. Frank también realizó filmes experimentales como «Conversations in Vermont» (1969) y «Life Dances On» (1980).
En 1996, recibió el premio internacional de la Fundación Hasselblad, uno de los más prestigiosos de fotografía, y en 2007, el PhotoEspaña, que acudió a recoger a Madrid.
Fuente: ABC