Yolanda Delfín Ortega, mexicana de 22 años originaria de Veracruz, fue identificada como una de las 80 víctimas mortales que dejó el accidente de tren ocurrido ayer en Santiago de Compostela, Galicia, donde además resultaron heridas 145 personas más.
La joven compatriota estudiaba derecho y su búsqueda inició ayer por la madrugada, cuando su novio, Luis Ledesma, alertó que Yolanda se encontraba en el tren accidente y desde el momento del siniestro no habían podido localizarla, pero una fuente del aparato judicial gallego confirmó a La Jornada la noticia.
La embajada de México en España, a las 17 horas locales, confirmó a la familia de Yolanda sobre el deceso de la joven. Alrededor de las tres y cuarto de la tarde -hora española-, los médicos forenses gallegos la identificaron gracias a una fotografía que había sido colgada de internet por sus propios familiares a Yolanda Delfín, la única víctima mortal de origen mexicano del accidente y que se encontraba a la espera de ser reconocido por algún familiar o a través de la prueba de ADN. Pero finalmente la campaña de búsqueda de sus familiares desde México sirvió para que los forenses, a través de una profesora y una amiga de la joven veracruzana sirviera para precisar su identidad.
La joven Yolanda Delfín estaba estudiando de intercambio en la Universidad de Santiago de Compostela, si bien su residencia fija estaba en Xalapa, Veracruz, donde estaba a punto de terminar su carrera en Derecho.
El gobierno gallego, presidido por el conservador Alberto Núñez Feijoo, informó al mediodía que la cifra de los muertos se había incrementado a lo largo del día hasta los 80, mientras que la cifra de heridos era de 145. Es decir, es el peor accidente ferroviario en las últimas cuatro décadas en España y uno de los graves de Europa. Además existe el temor que la cifra de víctimas mortales no sea la definitiva, una vez que hay varios heridos en estado crítico, algunos en estado de coma irreversible. Entre los heridos graves hay 32 adultos y cuatro niños.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, viajó hasta hoy a la zona del siniestro, después de que ayer únicamente ze trasladó a Santiago de Compostela la ministra de Fomento, Ana Pastor. También fue muy criticado en las redes sociales y en algunos medios de comunicación el mensaje de pésame hecho público por la presidencia del gobierno, que se limitó a cortar y pegar un mensaje que había sido escrito con antelación con motivo del terremoto de Gasne, en China, un detalle que no quitaron del mensaje que dedicaron a los familiares de los muertos en el tren de Galicia.
Rajoy decretó tres días de luto en todo el país y afirmó que era “día del apóstol Santiago más triste de su vida”. Si bien las autoridades no dieron más detalles sobre el origen del accidente, sí trascendió que el tren tomó la curva -definida como “difícil” o “complicado” por los propios técnicos unos meses antes- a una velocidad de 190 kilómetros por hora, es decir más del doble de los 80 permitidos. Es decir, que se fortalece la hipótesis del exceso de velocidad, pero también se deberá investigar por qué fallaron -si es que fallaron- los sistemas de autofrenado que suelen tener las vías de alta velocidad en los tramos con riesgo de descarrilamiento.