A los 83 años de edad falleció el poeta argentino Juan Gelman en su casa de la ciudad de México, a donde llegó en 1976 a causa de la dictadura militar.
Hijo de inmigrantes rusos, se inició en la poesía desde muy pequeño, orientado por su hermano Boris quien fue un lector compulsivo. Abandonó su carrera de Química para dedicarse por completo al destino de las letras.
Salió de Argentina en 1976 durante la dictadura militar y vivió en el exilio en México, donde decidió fijar la residencia en forma definitiva.
De su obra poética se destacan las siguientes publicaciones: Violín y otras cuestiones, En el juego en que andamos, Gotán, Los poemas de Sidney West, Fábulas, Salarios del impío, Sombra de vuelta y de ida,Incompletamente y Salarios del impío y otros poemas, entre otros.
En 1954, junto con Héctor Negro, Hugo Ditaranto, Julio César Silvain y otros, crea el grupo de poesía El pan duro, al que más tarde se incorporaría Juana Bignozzi, con el fin de publicar sus propios libros de poesía. Una década después se alejó del Partido Comunista y se sumó a la redacción de La rosa blindada, dirigida por Carlos Alberto Brocato y José Luis Mangieri.
Su militancia política, para ese momento estuvo ligada al peronismo revolucionario. Fue jefe de redacción de la revista Panorama y escribió en Primera Plana, Los libros y otras revistas. Fue secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La opinión hasta 1973. Un año después fue jefe de redacción del diario Noticias de los Montoneros. En 1975 se exilió por una resolución política del movimiento Montoneros, al cual perteneció.
El poeta bonaerense desarrolló desde el exilio una labor internacional de denuncia de las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen militar argentino que había asumido el poder de facto el 24 de marzo de 1976. En Roma trabajó para la agencia de noticias Inter Press Service.
El 26 de agosto de 1976, la dictadura militar secuestró a sus hijos Nora Eva, de diecinueve años de edad, y Marcelo Ariel, de veinte, y a la mujer de éste, María Claudia Iruretagoyena, de diecinueve, embarazada de siete meses, quienes pasaron a engrosar la lista de los detenidos-desaparecidos. Nora Eva apareció tiempo después, a diferencia de su hermano y cuñada.
Residió en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México. Alternó su actividad política contra la dictadura militar con trabajos de traducción para la UNESCO. El 23 de abril de 1977 se anunció la creación del Movimiento Peronista Montonero de resistencia a la dictadura argentina, al que se adhirió. Dos años después decide abandonar el Movimiento, en desacuerdo frontal con su verticalismo militarista. La cúpula de Montoneros lo acusa de traición y lo condena a muerte.
Trabajó para la agencia nicaragüense de noticias Nueva Nicaragua. En 1980 publicó Hechos y relaciones y Si dulcemente. Su poemario Gotánes traducido al italiano y obtiene el premio Mondello. En 1985 se editó La junta luz.
Regresó a Argentina en junio de 1988, tras trece años de proscripción y persecución judicial. En 1997 se le otorgó el Premio Nacional de Poesía, la máxima distinción que otorga el Estado Argentino a los poetas. En el acto de entrega del premio dedicó unas palabras a las víctimas con vida de la dictadura, a los desaparecidos, a su hijo y nuera, así como al hijo o hija de ambos.
En 2000, tras una perseverante búsqueda que incluyó polémicas públicas con el Comandante en Jefe del Ejército Argentino, teniente general Martín Balza, y con el presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, encuentra e identifica a su nieta, residente en Montevideo: Macarena.
Ha obtenido diversos reconocimientos: el Premio Nacional de Poesía en Argentina en 1997, el premio Juan Rulfo en 2000, el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde en 2004, los premios Iberoamericano Pablo Neruda y Reina Sofía de Poesía de 2005 y el Cervantes en 2007.
Fuente: Milenio