El exnuncio en República Dominicana, el polaco Josef Wesolowski, acusado de pederastia, falleció la madrugada de este viernes, poniendo fin de forma abrupta al primer juicio en el Vaticano por abuso sexual a menores.
“Esta mañana al amanecer, monseñor Jozef Wesolowski fue hallado muerto en su domicilio en el Vaticano”, anunció la Santa Sede en un comunicado.
En el texto se habla de causas naturales e indica que se realizará una autopsia durante la jornada de hoy.
El diplomático, de 67 años, que fue embajador de la Santa Sede en Santo Domingo, sufría problemas de salud no especificados.
“Un franciscano del Colegio de Penitenciario lo halló muerto delante de la televisión prendida hacia las cinco de la mañana”, aseguró Ciro Bendettini, vicedirector de la Oficina de Prensa del Vaticano.
Wesolowski había ingresado en el hospital en julio pasado, un día antes de la apertura de su juicio.
Entonces se sospechó de un suicidio ya que fuentes no oficiales del hospital romano Gemelli, donde estaba internado, aseguraron a la prensa italiana que había sido hospitalizado tras haber ingerido una mezcla de medicamentos y alcohol.
Wesolowski no había aparecido en público desde la publicación en la prensa de informaciones según las cuales habría tenido relaciones sexuales pagadas con menores en un barrio de Santo Domingo.
El caso de Wesolowski hizo historia en el Vaticano.
El proceso abierto contra él supuso el fin de décadas enteras en que la Iglesia miró para otro lado e incluso encubrió a pederastas.
Fue histórico por ser el primer juicio previsto contra una alta autoridad religiosa por abuso de menores y posesión de pornografía infantil. Pero tuvo además la particularidad de que el propio Papa Francisco impulsó personalmente el caso y actuó a modo de fiscal contra el ex nuncio.
Fue Jorge Bergoglio quien ordenó la detención del religioso polaco en septiembre, hace ya casi un año.
Wesolowski se convirtió en el primer obispo bajo arresto domiciliario en el Vaticano, aunque posteriormente le fue autorizada cierta libertad de movimiento por motivos de salud.
“El arresto se debe a la voluntad expresa del Papa para que un caso tan delicado y tan grave se aborde sin demora, con el derecho y el rigor necesario, con plena asunción de responsabilidad por parte de las instituciones que forman la Santa Sede”, dijo entonces Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.
El Papa había prometido que en la Iglesia no habría lugar ni para los pederastas ni para los encubridores y se empeñó de manera personal en que el caso se abordara lo antes posible y con todas las garantías legales.
El religioso no llegó a ser condenado porque no se presentó a la Corte vaticana por motivos de salud. Pero el Vaticano dejó claro el fin de una época sentando a Wesolowski en el banquillo.
Línea más dura
Juzgado por actos pederastas con niños de entre 13 y 16 años en Santo Domingo y por posesión y encubrimiento de una cantidad importante de fotografías de contenido pedopornográfico descargadas de internet en la Santa Sede, se enfrentaba a entre seis y siete años de prisión, sin contar con posibles circunstancias agravantes.
Según la página web Vatican Insider del diario La Stampa, Wesolowski abandonó el hospital el 17 de julio y regresó a su pequeña vivienda en el palacio de justicia del Vaticano.
De esta manera, el que iba a ser un juicio simbólico apenas habrá durado siete minutos: lo que se tardó, el 11 de julio, en leer los cargos contra él, constatar la ausencia del acusado y posponer la audiencia de forma indefinida.
El proceso habría ilustrado la línea más dura del Vaticano para enfrentar el flagelo de los abusos pedófilos, principalmente en los años 1960-1980.
Las revelaciones al respecto en los últimos 15 años desacreditaron a la Iglesia.
La Santa Sede anunció en junio la creación de una nueva instancia eclesiástica para sancionar a los obispos culpables de negligencia -a saber, de complicidad- con los curas bajo su autoridad.
Además, una comisión de expertos internacionales ayuda desde hace un año al Papa a encontrar medios para evitar los abusos pederastas.
Las asociaciones de víctimas reprochan a la Iglesia, no obstante, que no va suficientemente lejos.
Wesolowski llegó como nuncio en 2008 a República Dominicana, donde la prensa local lo acusó en el verano de 2013 de haber acudido a menores prostituidos.
En agosto de ese año fue llamado de urgencia por el Vaticano, que rechazó su extradición a Polonia en enero.
Fuente: AFP