Luego de casi dos semanas de hospitalización para tratamiento por covid-19, este sábado falleció a los 96 años de edad el obispo emérito de Tehuantepec, Oaxaca, Arturo Lona Reyes, conocido popularmente como el “obispo de los pobres” y uno de los referentes de la Teología de la Liberación.
Lona Reyes, junto con el arzobispo de Antequera Oaxaca, Bartolomé Carrasco Briseño, y el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, aplicaron la teología de la liberación en la zona Pacífico Sur, que les valió el hostigamiento y hasta persecución de las autoridades eclesiásticas.
Sin embargo, nunca dejaron de abanderar las causas de los pobres, indígenas y mujeres, situación por la que incluso sufrieron amenazas de muerte.
Lona Reyes en particular sufrió 11 atentados por encabezar manifestaciones de apoyo a migrantes, la resistencia de los indígenas a megaproyectos y la lucha contra cacicazgos políticos.
Lamento mucho el fallecimiento del obispo Arturo Lona por su trabajo ejemplar en favor de los más pobres, como lo dije cuando me visitó en Palacio Nacional el 26 de febrero de 2019. https://t.co/oknHJ5aWuy
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) October 31, 2020
El jerarca católico nació en Aguascalientes el 1 de noviembre de 1925, pero adoptó a Oaxaca como su tierra para seguir impulsando proyectos productivos entre la comunidad indígena.
Lona Reyes fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1952 y consagrado obispo de Tehuantepec el 15 de agosto de 1971, por el Papa Paulo VI. En2001 renunció a este cargo tras cumplir la edad permitida en el clero católico.
Fue presidente de la Comisión Episcopal de Indígenas en 1972 y fundador del Centro de Derechos Humanos Tepeyac de Tehuantepec, razón por la que en 2008 fue galardonado con el XVI Premio Nacional de Derechos Humanos “Don Sergio Méndez Arceo”, como “reconocimiento a toda una vida entregada en la defensa y promoción de los derechos humanos de los pobres e indígenas de Huejutla, Hidalgo, y en Tehuantepec, Oaxaca”.
