El presidente del consorcio Samsung, Lee Kun-hee, murió este domingo en un hospital en Seúl, a los 78 años de edad, informó la agencia Yonhap.
El hombre era el dueño de la mayor fortuna surcoreana y ocupaba el lugar número 67 entre las personas más acaudaladas del mundo, con una fortuna de 20 mil 900 millones de dólares, según el listado de 2020 de la revista Forbes. Lee Kun-hee permanecía en un hospital de Seúl desde 2014, a causa de infarto que lo dejó incapacitado.
El Grupo Samsung es mayormente reconocido como fabricante de aparatos electrónicos, tecnología de la información y teléfonos inteligentes, pero también abarca diversos ramos de la industria, desde moda, parques temáticos hasta seguros.
Su fortuna incluye la de su esposa, Hong Ra-hee, hija de un magnate de los medios de comunicación que presidía uno de los periódicos más importantes del país, de acuerdo con información de Forbes.
Lee Kun-hee tomó las riendas de Samsung en 1987, al suceder a su padre, Lee Byung-chul, el fundador de la empresa.
En 2014 el empresario sufrió un ataque cardíaco y desde entonces la compañía fue controlada de facto por su hijo Lee Jae-yong, quien es el vicepresidente de Samsung Electronics. Lee Jae-yong es considerado el posible sucesor de su padre al frente de la empresa.
El presidente de Samsung también tenía tres hijas: Lee Boo-jin, la presidenta y directora ejecutiva de Hotel Shilla; Lee Seo-hyun, la directora de la organización sin ánimo de lucro Samsung Welfare Foundation, y otra hija, Lee Yoon-hyung, quien murió en 2005.