Uno de los peores criminales en la historia de Gran Bretaña, Peter Sutcliffe, apodado el “destripador de Yorkshire” por el asesinato de 13 mujeres y condenado a cadena perpetua, murió este viernes,reporta la agencia AFP.
De acuerdo con el ministerio de Justicia británico, Sutcliffe había sido recientemente diagnosticado con Covid-19 pero rechazó todo tratamiento, según la prensa británica.
El hombre, de 74 años, sufría otros problemas de salud, incluidos trastornos cardíacos y diabetes. El ministerio de Justicia se negó a hacer comentarios y dijo únicamente que había fallecido en el hospital, cita AFP.
“Peter Sutcliffe era un individuo depravado y malvado cuyos crímenes causaron un sufrimiento y una consternación inimaginables al país”, afirmó un portavoz del primer ministro Boris Johnson. “Nada borrará nunca el mal que causó, pero es justo que haya muerto entre rejas por sus bárbaros asesinatos”, añadió.
Tras aterrorizar al norte de Inglaterra durante la década de los 1970, Sutcliffe, cuyo nombre aún resuena en la memoria colectiva del país, fue condenado en 1981 a 20 cadenas perpetuas por asesinar a 13 mujeres en Yorkshire y haber intentado matar a otras siete entre 1975 y 1980. En 2010, una sentencia de la Alta Corte estableció que no debía salir nunca de prisión.
Utilizando un martillo, un destornillador y un cuchillo, Sutcliffe mutilaba los cuerpos de sus víctimas, lo que le valió el siniestro apodo de “destripador”. El hombre dijo estar a cargo de una “misión divina” que lo llevaba a matar prostitutas, pero no todas sus víctimas fueron trabajadoras sexuales.
Diagnosticado como esquizofrénico paranoico, pasó 30 años en un hospital siquiátrico antes de ser recluido en una prisión en Durham, en el noreste del país. Gracias a una serie de errores policiales, Sutcliffe había logrado escapar a la policía durante años. Detenido en 1981 porque su coche llevaba una matrícula falsa, acabó confesando sus crímenes.
Fuente: AFP