El cantante sonero y de porros colombianos Tony Camargo, conocido por sus grabaciones de El año viejo (1953) –se pone de moda casa fin de año– , La engañadora, La pastora, La bandolera, El partido por la mitad, entre muchas otras, falleció a las 15:45 horas del miércoles 5 en su casa de Mérida, Yucatán, a los 94 años, por complicaciones de una operación.
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Camargo se trasladó a la Ciudad Blanca a raíz de los sismos de 1985 en la Ciudad de México, ya que quedó atrapado al derrumbarse el edificio de Televisa en avenida Chapultepec, donde laboraba como delegado del Sindicato Único de Trabajadores de la Música.
Apodado Tónico Amargo, El Tanque y El Oso, por su constitución física, Tony Camargo fue el primer sonero mexicano en internacionalizarse al ser contratado en 1952 por parte de la orquesta de Luis Alfonso Larrain, en Caracas, Venezuela. Pero antes trabajó con las orquestas mexicanas de Chucho Rodríguez, Dámaso Pérez Prado, Emilio B. Rosado, El Chino Flores, Pablo Beltrán Ruiz y Gamboa Ceballos.
Junto al cantante cubano Benny Moré, entonces radicado en México, Camargo grabó a dúo los boleros Esta noche corazón y Sin razón ni justicia, ambas composiciones de Chucho Rodríguez. Tony lleva la primera voz, y Benny la segunda. Tony le hizo coro a Benny en los números Mi chiquita, Qué cinturita, con la orquesta de Chucho Rodríguez, y El son de la puntillita.
Cuando El Bárbaro del Ritmo falleció en 1963, Tony fue llamado para grabar un número en homenaje a Moré. “Mario Molina Monte hizo la letra y Rafael de Paz, la música. Después de que canté el número, empataron unas estrofas de Bonito y sabroso”, de la autoría de Benny, dedicada a la manera de bailar de las mexicanas.
Antonio Camargo Carrasco nació el 1 de junio de 1926 en Guadalajara, Jalisco, en el sector de la Rosa Morada. Desde pequeño cantaba porque sus padres lo hacían en las carpas. Cuando tenía dos años su familia se mudó a la Ciudad de México y se estableció en la colonia Santa María la Ribera en una vecindad conocida como “el pueblo”. En ese barrio conocería a grandes soneros como el pianista y arreglista Luis González Pérez y el cantante Luis Ángel Silva Melón.
Años más tarde entró a un son tropical que el tresero David Ferrusca había formado con muchachos locales. Entraron a trabajar en La Conga donde Tony fue descubierto por Chucho Rodríguez. También trabajó con Los Diablos del Trópico, de Galo Almazán, grupo con el que grabó en Perles, números memorables como La guaracha de salón y Arrímate cariñito. Con Pérez Prado grabó Maringá. En Deja que suba la marea, comparte créditos con las Hermanas Gaona y Moré. Prestó su voy al Rey del Mambo para la grabación de La llorona loca en la película del Cancán al mambo.
Grabó solo cuatro discos como solista. En el primero fue acompañado por la orquesta de Mariano Mercerón. En el Carnaval de las Artes en de Barranquilla de 2014 lo coronaron como el rey de la cumbia y porro colombiano.
Fuente: La Jornada