Mueller: “No era una opción” acusar a Trump

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Tras anunciar que la investigación del llamado Rusiagate está formalmente cerrada y que ha renunciado al Departamento de Justicia para retornar a la vida privada, el fiscal especial Robert Mueller dijo que “no era una opción” acusar a Donald Trump, ya que según la Constitución la única instancia que puede enjuiciar a un presidente en funciones es el Congreso. En su despedida Mueller dijo que no tenía más qué decir y que no iba a testificar ante el Congreso.

En sus primeras declaraciones públicas desde que fue nombrado fiscal especial hace dos años para investigar si hubo una posible colusión por parte de la campaña de Trump con los rusos en y una eventual obstrucción por la Casa Blanca, Mueller declaró que “si tuviéramos la confianza de que el presidente claramente no cometió ningún delito, lo hubiéramos dicho“.

Trump respondió de inmediato: “nada cambia del Informe Mueller. Hubo evidencia insuficiente y por lo tanto, en nuestro país, una persona es inocente. El caso está cerrado. Gracias.”.

Mueller también explicó otra vez más -tal como lo hizo en su informe de 448 páginas- que bajo las normas del Departamento de Justicia (la oficina del fiscal especial es parte de esa secretaria) su equipo sabía que no podía contemplar la formulación de cargos criminales contra un presidente en funciones. Por lo tanto, “no tomamos una determinación sobre si el presidente si cometió un delito”.

Pero agregó que, según esa misma norma, se establece que la Constitución requiere un proceso que no está bajo el sistema de justicia criminal para acusar formalmente a un presidente en funciones, y aunque no fue más explícito, fue obvio para todos que se estaba refiriendo al impeachment.

Aunque Mueller no reveló nada nuevo en su declaración en una conferencia de prensa en el Departamento de Justicia que duró menos de 10 minutos, al enfocarse sólo en ciertos puntos dejó de relieve una supuesta manipulación y engaño por parte de Trump y del procurador general William Barr sobre el contenido del informe.

Desde que el informe de Mueller fue entregado a Barr a fines de marzo -posteriormente una versión ligeramente censurada fue hecha pública- Trump ha repetido hasta el cansancio que fue completamente exonerado, afirmando “no (hubo) colusión, no obstrucción”, y denunciar la investigación como partidaria y una “cacería de brujas”.

Barr, por su lado, determinó que el informe no contenía suficiente evidencia para concluir que el presidente había realizado una obstrucción de justicia (a pesar de que documenta por lo menos 10 instancias de justo ese tipo de actividad), y afirmó que el propio Mueller le dijo en privado que la política del Departamento de Justicia no fue la razón por la cual Mueller no acusó al presidente de algún crimen.

Impeach o no impeach

Las declaraciones de Mueller intensificaron el debate sobre si el Congreso debería de proceder hacia un proceso de impeachment. Más legisladores y precandidatos presidenciales demócratas llamaron por iniciar el proceso de impeachment, un paso que el liderazgo de la bancada demócrata aún no desea tomar por cálculos político-electorales.

La presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi insistió en que menos de 40 integrantes de la bancada demócrata de 235 se han pronunciado a favor del impeachment, pero tampoco lo descartó por completo (sobre todo porque ese número sigue creciendo): “nada está fuera de la mesa”, dijo.

Pelosi subrayó que “si él [Mueller] hubiera visto cualquier prueba de que el presidente era inocente, nos lo habría hecho saber”. Poco antes, afirmó: “el congreso mantiene sagrada su responsabilidad constitucional para investigar y hacer que el presidente rinda cuentas por su abuso de poder”.

El presidente del Comité Judicial -donde se tendría que originar el proceso de impeachment- Jerrold Nadler comentó que “todas las opciones están sobre la mesa”, incluyendo el impeachment, pero no anunció que estuviera por impulsar ese proceso por ahora. Agregó que Mueller dejó en claro que la responsabilidad para “responder a los delitos, mentiras, y otras fechorías del presidente Trump” ahora está en manos del Congreso.

Pero varios candidatos presidenciales demócratas -varios de ellos legisladores- se proclamaron hoy a favor del impeachment. Algunos por primera vez, incluyendo a las senadoras Elizabeth Warren, Kirsten Gillibrand y Kamala Harris y el senador Cory Booker, el representante Julian Castro y Beto O’Rourke, mientras que el senador Bernie Sanders afirmó que si el Comité Judicial determina que es necesario, él apoyará esa decisión.

Vale recordar que un proceso formal de impeachment se origina en la cámara baja (ahora bajo control de los demócratas), que abre una investigación para formular cargos, o sea, se vuelve fiscal, y si se formulan cargos, se realiza un juicio político en el Senado (hoy controlado por republicanos)

Es un caso cerrado: Casa Blanca

Por su lado, Trump y su Casa Blanca declararon una vez más que la investigación ya concluyó y que los demócratas sólo deseaban usar el tema para fines electorales.

El presidente, en un tuit inusualmente temperado después de insultar repetidamente al equipo de Mueller, amenazar con despedirlo, y hasta acusar que la investigación fue motivada por traición y hasta un intento de golpe de estado, sólo afirmó: “nada cambia del Informe Mueller. Hubo evidencia insuficiente y por lo tanto, en nuestro país, una persona es inocente. El caso está cerrado. Gracias”.

Y más tarde remató en otro tuit:

“¿Cómo se puede acusar a un presidente republicano de un crimen cometido por los demócratas? CAZA DE BRUJAS!”

Su vocera, Sarah Sanders, enfatizó el lema de “caso cerrado”, pero cambió la narrativa anterior afirmando por primera vez que fue el Departamento de Justicia, y no el informe Mueller, quien determinó que no hubo obstrucción de la justicia. Legisladores republicanos aliados del presidente reiteraron ese mismo mensaje a lo largo del día.

El único legislador republicano que se ha atrevido a romper filas y llamar por un impeachment del presidente, Justin Amash, hoy respondió a las declaraciones de Mueller afirmando que la bolita ahora está “en nuestra cancha, Congreso”.

Mientras tanto, en medio de todo esto, se ha perdido de vista el otro punto del informe de Mueller, y hoy lo subrayó de nuevo: “hubo mutiles esfuerzos sistemáticos para interferir en nuestra eleccion, y esa alegación merece la atención de todo estadunidense”. El propio Trump y sus subordinados han estado tan obsesionados en cómo defenderse ante el informe y las investigaciones en el Congreso que Trump no ha abordado este punto de alguna manera contundente.

Mueller anunció este miércoles que la investigación que encabezó está formalmente cerrada y que estaba renunciando al Departamento e Justicia para retornar a la vida privada.

Fuente: La Jornada/ Agencias

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