Muchas zonas arqueológicas en el país que están en manos de particulares y si bien se podrían iniciar juicios de expropiación por utilidad pública, esto “no resolvería el problema” debido a que por la corrupción que aún hay en el Poder Judicial existiría la posibilidad que se dé la razón a los propietarios, reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Interrogado en la mañanera de este miércoles sobre el sitio arqueológico de Polé, que está bajo la administración de la empresa turística Xcaret, y al cual para conocerlo se debe pagar entre mil 500 y 2 mil pesos, el mandatario confirmó que hay varias de estas zonas que pertenecen a privados.
En este caso, remarcó que el grupo Xcaret “ha tenido mucha influencia política” en esa región, de ahí los elevados costos para el ingreso a sus parques e instalaciones. Aunque confió en que sea la propia compañía la que reflexione y abra ese espacio arqueológico al público con un precio menor.
“Los sitios arqueológicos hay muchos que están reestructurando o forman parte de ejidos. En este caso (Polé) es una empresa dedicada al turismo. Estamos rescatando lo más que podemos, lo de Uxmal es porque hay un propietario de la zona arqueológica y desde luego podría iniciarse un juicio de expropiación por utilidad pública, pero no nos va a resolver el problema, ya se ha hecho en otros casos y como hay mucha corrupción todavía en el Poder Judicial terminan dándole la razón a los propietarios”.
Inclusive, remarcó, hay zonas arqueológicas que se encuentran en sitios declarados como reservas o parques naturales y aun así permanecen en manos de particulares.
“Hay amparos, se inician juicios, y luego en la Corte terminan dando la razón (a los privados), aunque sea una zona arqueológica, aunque se trate de Chichén Itzá, aunque les parezca increíble lo que estoy diciendo. Legalmente en esos juicios antes fallaba el Poder Judicial, la Suprema Corte, para que se reconociera que eran propiedad privada estos sitios arqueológicos”.
Tras esos fallos, agregó, el gobierno tenía que pagar no sólo una cantidad de acuerdo al avalúo, sino también por los gastos del juicio, más intereses y otros recargos.
Destacó que en el caso de la antigua ciudad maya de Uxmal, el propietario –al que agradeció— aceptó vender el espacio con base en el precio establecido en un avalúo hecho por el propio gobierno federal, en particular por la Secretaría de Hacienda.
“Se mandó a hacer el avalúo y no resultó una cantidad tan elevada, me pareció razonable y sí vamos a que (Uxmal) ya forme parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia”, apuntó el titular del Ejecutivo federal.
Refirió que hay otros sitios de la cultura maya en Quintana Roo que están en proceso de adquisición y que pertenecen a ejidos. Ejemplo de ello es la gran ciudad maya de Ichkabal, ubicada a 40 kilómetros de Bacalar, y que se abrirá a los visitantes pues el Tren Maya pasará a 30 kilómetros de ese sitio.
“Sí vale la pena llevar a cabo la exploración y el rescate de la zona y abrirla al público. Ahí es un acuerdo con los ejidatarios, lo estamos llevando a cabo”, señaló.
Fuente: La Jornada