El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se sumó ayer a un concierto con los jóvenes de los Pañuelos Rojos, que desde el viernes pasado realizan una sentada antimperialista en el Parque Central de esta capital, en momentos en que el gobierno de Estados Unidos llamó a las autoridades cubanas a permitir protestas opositoras “sin miedo a represalias o violencia”.
Las movilizaciones ocurrieron en La Habana Vieja y otros puntos de la capital, ante la protesta que hoy tienen previsto realizar disidentes, a pesar de que no contar con autorización oficial, y en una convocatoria que ha sido alentada desde Estados Unidos, lo que ha sido documentado por el gobierno cubano en las últimas semanas.
En breves declaraciones, Díaz-Canel dijo que el mitin –en el cual se usaron pañuelos rojos para distinguirse de los atuendos blancos propuestos por los grupos disidentes– era “una acción antimperialista” en medio de un proceso de “perfeccionamiento” del socialismo y para contrarrestar “las campañas para subvertir el orden interno” en la isla.
El canciller Bruno Rodríguez destacó en Twitter la presencia de Díaz-Canel en el Parque Central “para defender, junto a los jóvenes cubanos, la revolución frente a la operación de desestabilización diseñada en Washington”.
Además, simpatizantes del gobierno impidieron al disidente Yunior García salir de su casa a manifestarse en solitario, como lo anunció, en protesta por la negación del permiso para la marcha prevista para este lunes.
Frente al edificio de tres plantas en un barrio popular al oeste de la ciudad, donde García vive con su esposa, se congregaron vecinos y personas dando vivas a la revolución y al fallecido Fidel Castro, coreando lemas como: “Patria o muerte, venceremos” y consignas a favor del gobierno, constató la agencia de noticias Ap.
García colocó un cartel en el cual se leía: “Mi casa está bloqueada”.
“Él tiene que saber que está en un barrio donde todos somos revolucionarios”, sostuvo Eduardo Guisado, de 34 años. “Él convocó a una marcha inconstitucional, no se le puede permitir eso. Yo estuve arriba en su casa (el segundo piso que ocupa García) y eso fue lo que se le explicó”.
El parque de El Quijote fue escenario de otra manifestación de simpatizantes del gobierno y se instaló ahí una feria popular con música y payasos.
En tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió al gobierno cubano que “respete los derechos de los cubanos y les permita reunirse pacíficamente y hacer uso de sus voces sin temor a represalias o violencia por del gobierno”, y advirtió: “Estados Unidos seguirá adoptando medidas que apoyen al pueblo de Cuba y promuevan la rendición de cuentas por los actos de represión y las violaciones de derechos humanos que comete el régimen cubano”.
Las autoridades dispusieron para hoy la reapertura de fronteras y una “nueva normalidad” tras 20 meses de pandemia de Covid-19 que dejó una economía paralizada y una crisis económica dramática agudizada por las medidas de presión de Washington. El gobierno denuncia que la situación es aprovechada para destruir a la revolución.
(Cubadebate, Ap, AFP y Europa Press)