El usuario promedio del e-mail mira su cuenta cada hora y dedica 120 minutos diarios a la gestión del centenar de mensaje que recibe todos los días. Algunas personas padecen ‘info-obesidad’, es decir, saturación de información. A continuación, cuatro razones para no volver a utilizar el correo electrónico.
¿Qué hacer frente a esta situación?
Los usuarios más prudentes lo pensarán dos veces antes de enviar o consultar un e-mail. Pero los más radicales quizá decidan no volver a utilizar la mensajería electrónica. O limitarla al máximo.A estos últimos, ofrecemos varias razones para llevar a cabo una “ecología del uso del e-mail”.
¿Por qué no utilizar el e-mail?
1) Porque produce “info-obesidad”
La principal razón para no volver a contestar un e-mail es la saturación de correos electrónicos, es decir, la “info-obesidad”. Esta patología, conocida en inglés como “information overload”, constituye un “verdadero sufrimiento, pues pone a la gente en situación de angustia constante, inquietud y frustración”, explica Caroline Sauvajol-Rialland, catedrática de la Universidad Católica de Lovaina y de Sciences Po París.
2) Porque produce adicción
Desde que usted envía un e-mail, un reloj interno comienza a contar los minutos que el interlocutor va tomar para responderlo. En caso de que usted sea el receptor, otro reloj interno mide el tiempo que usted mismo emplea para responder. Vivimos una “dramatización de la urgencia”, dice Dominique Wolton, director del Instituto de Ciencias de la Comunicación del CNRS.
Para el investigador del CNRS, Thierry Venin, “La urgencia sucede a la urgencia. Si usted no responde a tiempo, la persona lo llama y le pregunta: ‘¿No has recibido mi e-mail?’ Por eso todo tiempo libre se utiliza para echarle una rápida mirada a la mensajería y ver qué ha pasado. Es como una adicción”.
3) Porque las autopistas de la información carecen de reglas
El flujo de información es masivo y constante. “Nueve de cada diez ejecutivos estiman que deben trabajar demasiado rápido. Las interrupciones a los ejecutivos se producen cada 2 a 8 minutos. Es la tortura de la gota de agua”, afirma Thierry Venin. Las empresas suministran a sus empleados Smartphones, Extranet, etc. , pero al mismo tiempo “lanzan a la gente a las autopistas de la información sin ningún código de tránsito. Pero las reglas son necesarias”, subraya Venin.
4) Para defender el “cara a cara”
El ORSE publicó a finales de 2011 una serie de principios para incitar a las empresas a controlar mejor los mensajes electrónicos para que estos no se conviertan en un “instrumento devastador”. Otras empresas, como el Banco Société générale, aconsejan “preferir el cara a cara en lugar del e-mail”. En la filial francesa de Canon, una vez por trimestre se incita a los 1.800 colaboradores a respetar una jornada sin correo electrónico para privilegiar este tipo de intercambios personales.
Fuente: rfi