Los jerarcas mormones se comprometieron el sábado a ser unos de los principales defensores de la creencia de que el matrimonio es una institución exclusiva entre un hombre y una mujer al hablar en la conferencia semestral de esa religión, la cual incluyó dos situaciones inusuales.
La primera sucedió cuando la conferencia dio inicio sin el habitual discurso de bienvenida del presidente de la Iglesia, Thomas S. Monson, de 87 años, quien tampoco asistió hace días a una reunión con el presidente Barack Obama mientras él estaba en Utah.
Monson, que no obstante estuvo presente y se desplazó por su propio pie, no pronunció el mensaje debido a la decisión de reducir el número de discursos que dará este fin de semana, dijeron funcionarios de la Iglesia. Monson será orador más adelante en la reunión.
La segunda situación inusual tuvo lugar cuando cinco personas se pusieron de pie y gritaron “¡nos oponemos!” durante una parte de la conferencia en la que las personas que asisten por lo general levantan sus manos simultáneamente en un voto de apoyo a la dirección de la Iglesia.
Este hecho suscitó algunas expresiones de asombro entre los presentes, que no habían visto una acción así desde hace décadas.
Los que gritaron “¡nos oponemos!” fueron sólo una fracción de los 20.000 presentes en la conferencia.
Sobre el matrimonio y la familia, L. Tom Perry, miembro del Quórum de los Doce de esta fe, pidió a los mormones que no se dejen influenciar por un mundo lleno de medios de comunicación y entretenimiento que presenta a una minoría haciéndose pasar como la mayoría e intenta hacer que los valores de la corriente principal parezcan obsoletos.
Perry dijo que las familias fuertes y tradicionales son la unidad básica de una sociedad estable, una economía estable y una cultura de valores estable.
Puso de relieve que la postura de los mormones en el tema es incluso más profunda que la de otras religiones porque ellos creen que el matrimonio y la familia son para la eternidad.
D. Todd Christofferson, otro miembro del quórum, afirmó que “una familia construida en base al matrimonio entre un hombre y una mujer provee el mejor escenario para el plan de Dios de crecer y multiplicarse, el escenario para el nacimiento de los niños que llegan con la pureza e inocencia desde Dios”.
Christofferson descartó que el enfoque en el matrimonio tenga como propósito menospreciar a quienes no se casan, sea porque no pueden encontrar a la pareja adecuada, porque tengan discapacidad física o mental, o porque experimentan atracción por personas de su mismo sexo.
A medida que la aceptación al matrimonio gay ha aumentado en los últimos años y las uniones entre personas del mismo sexo se han vuelto legales en decenas de estados, incluso Utah, la Iglesia ha flexibilizado su postura sobre la homosexualidad y ha combatido la discriminación a los gay.
Sin embargo, en varias conferencias recientes ha insistido en que el matrimonio debería estar limitado a las uniones entre un hombre y una mujer, según lo creó Dios.
En abril de 2014, Neil L. Andersen del guorum dijo: “Aunque muchos gobiernos e individuos bien intencionados han redefinido el matrimonio, el Señor no”.