Humberto Moreira aseguró que el informe publicado por la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Texas respecto a la actuación de “los Zetas” durante su gestión como gobernador, entre diciembre de 2005 y enero de 2011, “atenta en forma grave, injusta y directa contra mi honor y el de mi familia, y la labor que ejercí como gobernador, y lo que es más grave, contra la seguridad de mi familia, esposa, hijos y la mía propia”.
Documentan sobornos de Los Zetas a los Moreira y Fidel Herrera
Dijo que el contenido del informe académico se basa en acusaciones de hace dos años de un testigo protegido por el gobierno de Estados Unidos, quien resultó ser actor de “reality shows”.
Negó “rotunda y categóricamente las falsas imputaciones que se me hacen por parte de la persona que la Clínica y su director emplean como fuente: Rodrigo Humberto Uribe Tapia. En reiteradas ocasiones he desmentido las inconcebibles afirmaciones de Uribe Tapia, que lo más que hace es asistir a reality shows, difundiendo falsedades sin consistencia. La credibilidad de esta persona es nula, y se hacen en el marco de una investigación llevada a cabo en Estados Unidos por violencia en el ámbito familiar”.
De acuerdo con el informe de la Clínica, a cargo de Ariel Dulitzky, cuya presentación se hizo en conjunto con el Centro Diocesano para los Derechos Humanos “Fray Juan de Larios”, de la diócesis de Saltillo, Humberto y su hermano Rubén, quien terminará como gobernador el 30 de noviembre, permitieron el control del territorio coahuilense a la organización delictiva los Zetas.
“Llama poderosamente la atención que una institución como la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Texas y su director, cuya trayectoria indicaba hasta ahora su calidad de defensor de derechos humanos, no haya querido siquiera oír mi versión, atender o rebatir el memorándum que le remití directamente a su atención en fecha 31 de octubre.
“Asumo la crítica a las decisiones que como servidor público que fui, tomé en su momento y en la medida de lo necesario; las aclaro o contradigo como se corresponde a un sistema democrático. Es por ello que no llego a comprender el carácter sectario del informe en cuestión, cuyos autores no se han preocupado en aceptar la versión del que suscribe o haberme siquiera oído. Con ello, la parcialidad es evidente y queda descalificado el informe por si mismo”, aseguró.