En Monclova, Coahuila, en el noreste de México, miles de personas salieron a las calles para exigir que se controle la importación de acero proveniente de China.
Es la primera vez que se realiza una movilización de esta naturaleza en la ciudad.
La protesta, realizada el 30 de junio, unió a estudiantes, trabajadores, comerciantes, amas de casa y los alcaldes y regidores de 5 municipios.
No era para menos. La economía de Monclova, como las regiones centro y norte de Coahuila, depende en 40% de la minería y la industria siderúrgica.
Una actividad en riesgo por la entrada de acero chino al país, que según empresarios se vende con un precio subsidiado.
Hasta ahora las compañías acereras han despedido a unos 10.000 trabajadores, muchos de ellos en Coahuila.
Subsidios
Lo que sucede en Monclova es una muestra de la crisis que vive la industria siderúrgica mexicana, así como en otras regiones de América Latina y el mundo.
El origen del problema es que, por su desaceleración económica, China sólo consume la mitad del acero que produce cada año.
Según estimaciones de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), el país asiático puede tener una reserva de hasta 425 millones de toneladas del producto.
China asegura que no puede reducir más el tamaño de su industria siderúrgica, que emplea a millones de trabajadores.
Para sostenerla el gobierno subsidia la producción. Por eso el costo de su metal es menor al promedio internacional.
“Lo mandan al mercado al precio que sea, porque la producción ya está pagada por el gobierno”, le dice a BBC Mundo Francisco Orduña, vocero de la empresa Altos Hornos de México, la mayor compañía siderúrgica del país.
Crisis mundial
Fabricar una tonelada de planchón de acero laminado cuesta en promedio entre US$400 y US$450.
Pero en el mercado mexicano el mismo producto de origen chino se vende en US$300.
“Nos obliga a competir con ese precio y no podemos, nadie puede estar vendiendo por debajo del precio que le cuesta producir“, señala Orduña.
El problema es compartido.
Recientemente Alacero y otros organismos de Europa, Estados Unidos y Asia demandaron a los distintos gobiernos controlar la exportación del producto con precio subsidiado.
“Todas las regiones están padeciendo un incremento dramático de las importaciones de acero en condiciones desleales de comercio, alimentado por la masiva sobrecapacidad global”, señalan en un comunicado.
“El mayor peso recae sobre China, cuya sobrecapacidad significativa y creciente en tiempos de bajo crecimiento ha desestabilizado el mercado global del acero y sus flujos comerciales”.
De acuerdo con Alacero, México es el principal importador de acero chino en Latinoamérica.
“Catástrofe”
La protesta en Monclova también fue para exigir al gobierno mexicano que adoptara acciones para controlar la importación de acero chino.
De no hacerlo empezaría “una catástrofe para la economía local“, advirtió el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción de Coahuila, Carlos Elizondo.
Y es que de la industria siderúrgica dependen unos 25.000 empleos en la región.
AHMSA es uno de los mayores empleadores de Monclova. Si la compañía entra en crisis la repercusión va más allá de su planta industrial.
Pero el problema no es sólo el precio subsidiado, insiste el vocero de la empresa.
Dumping
Desde hace varios años los empresarios denuncian que se triangula la importación de productos de acero, no sólo de China sino también de países como Ucrania.
La mercancía se declara con un origen distinto al real, o en algunos casos el producto se altera en forma mínima para evadir las categorías que deben pagar aranceles.
En esta cadena participan intermediarios de varios países, incluso de México.
Por eso la queja del sector vinculado a la siderurgia.
“Hay incertidumbre en el empresariado y se amplía el efecto en la cadena de producción”, dijo a medios locales Antonio Álvarez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en el Centro de Coahuila.
“Baja el trabajo y también la demanda de servicios”.
La estatal Asociación del Hierro y el Acero de China ha dicho que las acusaciones sobre dumping pretenden ocultar las deficiencias en la producción de los países que las formulan.
También señala que los intentos de frenar sus exportaciones son parte de políticas proteccionistas.
Por lo pronto, BBC Mundo solicitó a la Secretaría de Economía una entrevistapara hablar sobre la crisis de la importación de acero chino. Al momento de publicar esta nota no había recibido una respuesta.
Reacción oficial
Sin embargo, una semana después de la protesta, esa Secretaría anunció una serie de medidas para controlar aún más el mercado del acero.
Entre ellas se encuentra establecer fianzas a las importaciones de productos básicos que son transformados en el país y luego se exportan.
Hasta ahora muchas de estas mercancías se vendían en México, lo cual afecta el mercado interno.
También se clasificaron 86 productos considerados “sensibles” para la industria nacional, y que en adelante deberán pagar aranceles.
Otra medida es acelerar la investigación de las denuncias sobre dumping y aplicar sanciones en forma retroactiva.
Eso permitirá castigar el comercio desleal incluso en los casos en que la importación irregular se haya detenido.
También habrá una consulta para establecer salvaguardas de comercio a los productos que no afecten a otros sectores industriales, como el automotriz.
Los empresarios confían que estas medidas mejoren la situación del mercado.
“Aún queda mucho trabajo por hacer”, señala Guillermo Vogel, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Acero (Canacero).
“Se abre un período difícil que es el tiempo para que estas acciones tomen efecto”.
Pero la crisis todavía no concluye. AHMSA tenía programado un segundo recorte de 4.000 trabajadores para el 15 de julio.
La medida está suspendida, dice Francisco Orduña. Pero si no hay mejoría en el panorama la decisión puede reactivarse.
Fuente: BBC