Por Andrew Chesnut, Ph.D.
En México, la aprehensión o muerte de los capos principales de las drogas tiende a ser cronometrada para la máxima ventaja política. La espectacular recaptura del narcotraficante más buscado del mundo, El Chapo Guzmán, no es diferente. En tan sólo un mes a partir de ahora, el super popular Papa Francisco visitará México, y entre sus principales temas será la ruinosa guerra contra las drogas en el país. De hecho, dos de los cuatro lugares en el itinerario del Papa argentino fueron escogidos principalmente por ser epicentros de las batallas narco sangrientas que han cobrado unas 100 mil vidas en México desde el 2006, cuando Felipe Calderón asumió la presidencia e intensifico el conflicto armado con muchos de los rivales del cártel de Sinaloa.
Incluso antes de que se anunciara su itinerario yo estaba seguro de que el Papa profético visitaría Juárez, la ciudad fronteriza asediada que hasta hace poco era conocida como Bagdad en la Frontera por su paroxismo de narco-violencia causada por las batallas entre el cártel de El Chapo, el cartel de Sinaloa y el sindicato local de Juárez por el control de la puerta de entrada clave para el vasto mercado altamente lucrativo de drogas para los Estados Unidos. Mientras que la polvorienta ciudad fronteriza también fue elegida por ser un puerto de entrada a los EE.UU. para los migrantes mexicanos y centroamericanos, otro tema papal importante, la ciudad de Morelia fue seleccionada exclusivamente por su posición estratégica en la larga guerra contra las drogas durante una década. A principios del 2007 el ex presidente Felipe Calderón, originario de Morelia, puso en marcha la actual campaña contra algunos de los cárteles enviando al ejército a su estado natal de Michoacán para agarrar al brutal cártel de La Familia Michoacana que habían diseminado el terror en su territorio lanzando cabezas decapitadas en la pista de baile de una discoteca en Uruapan, la capital de aguacate del mundo.
Un guerrero de la vieja escuela antidrogas recientemente les revoloteó algunas plumas mexicanas advirtiendo a sus paisanos argentinos que evitaran la “mexicanización” o el incremento de la producción de drogas, Francisco ha tomado un interés especial en Michoacán porque algunos miembros del clero católico en el estado han puesto sus vidas en riesgo y han estado en las lineas del frente de la guerra contra las drogas. No pocos párrocos han dado su bendición a las autodefensas o grupos de defensa paramilitares que se han formado en la escarpada región de tierra caliente del estado con el pretencioso propósito de defender a la ciudadanía de los cárteles depredadores. Y si Michoacán ya tiene su primer cardenal en la historia del estado, es porque el propio Francisco promovió al Arzobispo Alberto Suárez Inda a cardenal en febrero del 2015 en gran parte debido a sus condenas de la narcoviolencia en su estado. Los migrantes, los pueblos indígenas y la competencia del pentecostalismo, los otros grandes temas de la agenda papal, son relevantes en Juárez y el estado meridional de Chiapas, pero no en Michoacán, donde el tema de la violencia de los cárteles es único.
Para un presidente poco popular en la víspera de la visita del líder más apreciado del mundo, el momento de esta, la tercera captura de El Chapo, no podría haber sido mejor. El escape surrealista del capo bigotudo hace seis meses, mientras que el presidente Peña Nieto estaba en Francia fue un golpe humillante para el jefe de Estado ya sufre por los escándalos de corrupción y la ineptitud en el trato con el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, que fueron secuestrados y presuntamente asesinados por narcos locales y fuerzas de seguridad. En el frente económico, el peso mexicano ha estado en una caída libre durante el pasado año, perdiendo 20% de su valor frente al dólar.
Pero ahora con El Chapo de vuelta en la cárcel y muy probablemente en camino a una eventual extradición a los EE.UU., Peña Nieto ha fortalecido su posición política antes de la visita potencialmente vergonsoza por el líder más popular en las Américas. El récord del director mexicano del estado en el trato a los migrantes centroamericanos, los pueblos indígenas y la reducción de la pobreza le ha traido duras críticas de muchos sectores. Sin embargo, con la recaptura del capo sinaloense hecha para la TV, Peña Nieto puede por lo menos decir que le ha dadó un duro golpe a uno de los cárteles de la droga más poderosos del mundo, así lo hace menos vulnerable a las denuncias papales de la continua narco-violencia, la cual el Vaticano cree que está representada por la primer “narco-santa”: Santa Muerte, a la que Francisco podría condenar por su nombre durante su visita. En resumen, la recaptura del narcotraficante más famoso del mundo en la víspera de la visita del líder religioso más popular del mundo no podría haber ocurrido en un momento más oportuno para el abrumado presidente mexicano.
* Dr. R. Andrew Chesnut es director de estudios católicos de la Virginia Commonwealth University
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Fuente: Huffingtonpost
Traducción al español de la Dra. Fabiola López Chesnut
Aquí puedes leer en inglés la versión original del artículo:
Misión cumplida: El Chapo recapturado antes de la visita de Francisco
http://www.huffingtonpost.com/r-andrew-chesnut/mission-accomplished-el-c_b_8943946.html