Durante la conmemoración del 106 aniversario de la Constitución ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña, reivindicó la independencia del Poder Judicial.
“Es sano y necesario ponderar la actividad de los jueces en virtud de las resoluciones que emiten y nunca, nunca perder de vista la independencia judicial, la de los juzgadores y la de uno de los poderes constituidos de la República. Una Judicatura independiente es pilar de nuestra democracia”.
En su discurso dijo, que este es el legado que nos transmite nuestra ley fundamental, tenemos “la responsabilidad de preservarla y fortalecerla, de lo contrario corremos el riesgo de mermar esta garantía en detrimento de las propias personas que nos demandan justicia. La independencia judicial no es privilegio de los jueces es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades e igualdad de los mexicanos”.
Piña dijo que es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial siempre en beneficio de la sociedad. En su primera aparición pública con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la primera ceremonia oficial, dijo que convertirse en la primera mujer en presidir la Corte no es un logro personal, sino es un indicativo de avance social por lo que trabajará un acercamiento en la brecha de género.
Para la ministra, las injusticias generan inconformidad, descontento, enojo, violencia, para solucionarlas de largo plazo, se necesita crear conceptos, ideales, fortalecimiento institucional.
Señaló que “el rol de quienes impartimos justicia es crucial. Nuestra principal responsabilidad es garantizar acceso a la justicia a través de la promoción, la protección contenidos en la Constitución. El Poder Judicial no sólo resuelve controversias y pacifica conflictos, sino que promueve y cataliza cambio social.
Para la ministra como ley suprema, la Constitución es un inmenso y poderoso manto protector de certeza, confianza y unión entre mexicanos, nos obliga a todas las autoridades a defender los derechos humanos. “Hoy les invito a trabajemos hombro con hombro por el bien del país, para dar ejemplo, de que en la unidad nacional somos dignos herederos de nuestra historia. La Constitución es el pacto federal que nos permite superar diferencias y estar de acuerdo en lo fundamental”.
Por su parte, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, reivindicó que la Constitución de 1917 se posibilitó porque se allanaron las diferencias y se reivindicó el diálogo, a partir de lo cual centró su discurso en demandar un diálogo entre las partes y en soltar críticas a la ausencia de acercamientos entre las fuerzas políticas.
“Hoy después de dos alternancias federales incuestionables, era de esperarse arribar a un amplio consenso en torno a instituciones y reglas electorales. Esto no es así, los acuerdos se frustran, lo que deben resolver política y el diálogo, incomprensiblemente, el tribunal judicial lo tendrá que dirimirlo. Rectifiquemos no tenemos porque repetir errores del pasado”.
El panista dijo que el gran dilema del país es pensar que se pueden resolver los problemas a través de una Constitución que no se cumple, o suponer que con cambios a la Constitución se cambia la realidad. Pidió que se busque superar los problemas no a partir de una sola visión, sino del diálogo entre las partes.
A su vez el Presidente de la Mesa directiva del Senado, Alejandro Armenta, subrayó que a partir de 2018 se inició un movimiento de reivindicacion de los derechos fundamentales del pueblo mexicano mediante un conjunto de reformas como la de austeridad repiublicana, la educativa, la de la Guardia Nacional, la del etiquetado nutricional, la revocación de mandato.
“El humanismo mexicano expresado por el Presidente es un concepto válido y está en la esencia de todas estas modificaciones, para dar respuesta a quienes nos exigen legítimamente autoridades, instituciones, representante, entes autónomas, sensatez e institucionalidad para recuperar la nación y lograr justa distribución de riqueza y bienestar”.
Fuente: La Jornada