En 24 municipios cercanos al NAIM, 26 minas trabajaron sin autorización, 54 explotaron los cerros meses antes de tener permisos y 26 se excedieron de los límites autorizados.
De las minas que rodean las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, más de la mitad operaron de manera ilegal entre 2016 y 2018.
De esta forma a marchas forzadas se construía la obra impulsada por Enrique Peña Nieto, además de que de los 205 bancos pétreos registrados en el mismo periodo en el oriente del Estado de México 106 cometieron irregularidades en su operación.
Con base a información de El Universal, las minas de tezontle y basalto permiten que la terminal en forma de “x” y la pista no se hundan en la zona del antiguo lago de Texcoco. Fue entre diciembre de 105 y la consulta de octubre de 2018 cuando se canceló el proyecto, que se adjudicaron seis contratos.
¿Se acuerdan del escándalo que hicieron porque @JimenezEspriu "amedrentaba" a los inocentes dueños de minas? ¿Pues qué creen?
Más de la mitad de esas minas de tezontle y basalto en los cerros que rodean las obras del NAIM operaron de forma ilegal entre 2016 y 2018. pic.twitter.com/UNChfnkE5b— Junia (@Miriam_Junne) September 23, 2019
Las empresas solicitaron a las secretarías de Medio Ambiente federal y estatal 189 autorizaciones para explotar bancos pétreos en los alrededores de las obras. Algunas minas dañaron los restos arqueológicos protegidos por el INAH, además de la salud de los pobladores y el medio ambiente.
En 24 municipios cercanos al NAIM, 26 minas trabajaron sin autorización, 54 explotaron los cerros meses antes de tener permisos y 26 se excedieron de los límites autorizados.
Para estas obras se empleó un total de 22 millones 480 mil metros cúbicos de tezontle y 14 millones 196 mil metros cúbicos de basalto, lo que representó un millón 222 mil viajes en camión.
Las investigaciones señalan que entre los empresarios que explotaron estos cerros hay caciques, supuestos prestanombres, diversos políticos, sindicatos y hasta un presunto narco de Tamaulipas.
Fuente: Revolución 3.0