La irrupción policiaco militar en Aquila, Michoacán, donde fueron detenidas 46 personas –41 de las cuales fueron remitidas a la SEIDO y el resto recluidos en el penal estatal–, desbarató la retórica oficial del gobierno de Enrique Peña Nieto en el sentido de que la situación político-social en la entidad está bajo control, como presumió en la víspera el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong.
Tras la ofensiva de ayer, mujeres y niños, principalmente, retuvieron por espacio de cuatro horas a 32 soldados que pretendían ser canjeados por sus compañeros, pero otro despliegue militar lo impidió al rescatar por la fuerza a los miembros del Ejército.
El gobernador interino Jesús Reyna negó inicialmente la versión, pero este jueves reconoció que los militares sí estuvieron retenidos por la población de Aquila.
En su espacio de noticias de MVS, la periodista Carmen Aristegui conversó por separado con el gobernador Jesús Reyna, el líder comunitario, Octavio Villanueva, y la diputada perredista Selena Vázquez, quienes dieron su visión personal de lo que sucede en la región de la costa michoacana.
Según Reyna García, con el operativo de ayer quedaron disueltas todas las policías comunitarias en la entidad, aunque admitió que aún existen grupos de autodefensa que están desarmados y que se concentran en los municipios de Buenavista, Tepalcatepec, Aguililla y Coalcoman.
Incluso, dijo que no tiene la certeza de que los grupos que prevalecen en esas poblaciones conservan su autenticidad o han sido utilizados o penetrados por algún un grupo delictivo de los que pelean por la zona.
En el caso particular de Aquila, dijo que ni siquiera se trataba de una guardia comunitaria y que el grupo de 45 autodefensas que se aseguró ayer en el poblado tenía intereses particulares de protección económica.
El gobernador interino explicó que el conflicto comenzó por una división entre comuneros por el pago de regalías de una mina, lo que derivó en que algunos tomaran las armas e incluso desarmaran a la policía municipal y se apropiaran de patrullas.
Los 46 detenidos, dijo, “no tienen que ver con policías comunitarios, con un sentimiento de la comunidad”, y afirmó que trataron “de despojar del servicio de seguridad pública (patrullas y armas) al municipio”.
A Agustín Villanueva, líder de los comuneros y uno de los 46 detenidos, se le apresó, dijo, no porque ser el líder visible de un grupo de autodefensa elegido por toda la comunidad, sino porque encabeza un grupo que estuvo en la directiva de bienes comunales hace tiempo –y ahora ya no está–, “y que tenía que rendir cuentas ante toda la comunidad de las utilidades, de los ingresos de las empresas comunales y de las regalías que las propias minas les da”, explicó.
–Entonces, ¿en medio de qué circunstancias llegan el Ejército y el gobierno a quitarles las armas? — le preguntó Aristegui.
–Porque están fuera de la ley, (por) la posesión de armas y el impedir que la autoridad municipal desarrolle su función como debe ser, sobre todo la seguridad pública. Ellos se ubican fuera de la ley.
Reyna García afirmó que el gobierno no tiene más planes para llevar la misma acción en otros municipios. “Ahí sí porque estaban abiertamente armados, haciendo actividades a la luz del día que son propias de la delincuencia y no podíamos seguirlo permitiendo”, justificó.
–La decisión de retirarles las armas, ¿no le viene de perlas a los Caballeros Templarios?—atajó la periodista.
–No, de ninguna manera, porque la actuación del Estado no es una acción irresponsable, pues esto no conlleva nada más lo de ayer, esto obliga a mantener una fuerza importante en la zona para que si es así, la gente se sienta protegida. Habrá participación de la Sedena y del gobierno del estado en el municipio.
Sobre la retención de al menos una veintena de militares en Aquila, Reyna García mencionó que sólo fueron unas cuatro horas, pero desestimó que hubieran sido retenidos por mujeres y niños de la localidad y afirmó que se quedaron ahí para resguardar la zona.
“A las ocho de la noche se hizo el refuerzo necesario para que salieran sin ningún problema… hubo una actitud de prudencia, con la finalidad de que no hubiera contacto… trataron de salir sin el menor daño posible o sin daños”, abundó.
Una vez que se desarmó a los grupos de autodefensa en Aquila, Michoacán, el gobernador interino Jesús Reyna afirmó que la entidad quedó libre de policías comunitarias y ahora la seguridad quedará a cargo exclusivamente del Ejército y los cuerpos de seguridad del estado.
Octavio Villanueva, líder comunitario de Aquila, ofreció otra visión de lo que sucede en Michoacán.
Reconoció que hay una división interna en la localidad por el manejo de los ingresos de la mina, pero sostuvo que el grupo de autodefensa creado hace tiempo fue para protegerse de los embates del crimen organizado, en particular de los Caballeros Templarios, que les exigía parte de los ingresos que percibían de las minas.
Además, sostuvo que “el Ejército está en conjunto (coludido) con el crimen”, y una prueba de ello es que ayer, luego del operativo de desarme, los policías federales, elementos del Ejército y la Marina que detuvieron a 46 comuneros, soltaron a cinco personas en La Placita, “el nido del crimen” organizado en la región.
A los 41 restantes, dijo, los trasladaron al municipio de Lázaro Cárdenas; de ahí se los llevaron a Morelia y finalmente a la Ciudad de México.
El líder comunero explicó que son 401 personas de Aquila las que reciben regalías por la explotación de las minas y de ellos, unos 50 fueron “comprados” por la empresa, por lo que han sido castigados por la asamblea del pueblo y eso ha generado enfrentamiento entre ellos.
“Económicamente están bien, la comunidad daba la lucha y ellos se beneficiaban, por eso la asamblea empezó a castigarlos. Esos 50 trabajan con la minera en contra de la comunidad”, denunció.
Sin embargo, aseguró que el origen del grupo de autodefensa está relacionado con su desesperación por el embate del crimen organizado y no por el conflicto que mantienen entre sí los comuneros.
“El hecho que haya surgido un grupo de autodefensa en Aquila es contra el crimen organizado no en contra de la minera. No podíamos pagar tantas cuotas de extorsión”, afirmó.
Villanueva explicó que retuvieron a 32 soldados de los que participaron en el operativo para desarmarlos, con la finalidad de negociar con ellos la liberación de sus compañeros detenidos.
Los soldados, dijo, entraron junto con los miembros del crimen organizado a detener a la gente que resguardaba el pueblo.
Y lo hicieron de manera violenta, “amenazando y pateando a la gente; los tiraban al suelo, hubo disparos, gente descalabrada, los golpeaban con garrotes en la espalda”, denunció Octavio Villanueva.
“La única esperanza era ver si podíamos negociar, que soltaran a la gente, pero vinieron más elementos, vinieron más bravos y golpearon a la gente, vinieron como 600 elementos. Se los llevaron a los compañeros y se retiraron”, luego dejaron a cinco en la placita que fueron rescatados por otro comunero que pasaba casualmente por ahí.
Ahora, reconoció, tienen miedo porque hay gente de la comunidad que ha visto a miembros de los Caballeros Templarios rondando la zona.
“Si no tenemos respuesta, apoyo del gobierno, nosotros estamos tristemente en manos de ellos, nuestras familias, nuestro pueblo”, alertó Villanueva.
La presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso de Michoacán, Selene Vázquez, afirmó que el gobernador miente cuando dice que en el estado no debe andar gente armada, porque “si se desarma los matan”.
En el caso de Aquila, señaló que sus problemas iniciaron cuando en mayo los comuneros recibieron 14 mil pesos como parte de las regalías por la explotación de la mina, e “inmediatamente recibieron la visita de Los Templarios”, por eso se armaron, formaron su grupo de autodefensa y resguardaron la presidencia municipal.
Sobre el testimonio de Villanueva, en el sentido de que cinco de los 46 comuneros detenidos ayer fueron “liberados” en La Placita, la diputada perredista comentó que, en efecto, un presidente municipal le habló para reportarle el hecho.
“Me dice: ‘Los están dejando como pollitos’, se los están poniendo para que los maten’ y no lo había comprobado hasta hoy que Octavio lo confirma”, contó.
La diputada perredista reprochó que siempre que en las comunidades los habitantes han informado al Ejército dónde se encuentran los criminales, los militares no hacen nada por capturarlos y por eso la gente tomó la defensa en sus manos.
Para dimensionar hasta qué punto ha tomado el control el crimen organizado en Michoacán, la diputada local narró el caso de La Ruana, cuyo grupo de autodefensa también fue desarmado.
También recordó que el 10 de abril, en el marco de la celebración del aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, un grupo de comuneros se dirigió a un evento en el que estuvo presente el entonces secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, para pedirle seguridad para su comunidad, ya que al quedar desarmados se sentían vulnerables.
Era un grupo de limoneros que viajaba en camiones y camionetas, entre ellos, niños, mujeres y ancianos.
Después de reunirse con Reyna García en Apatzingan, de regreso a su comunidad, a menos de 10 minutos de donde vieron al secretario de Gobierno y “escoltados por el Ejército, dos camionetas rebasan al Ejército y abren fuego contra los limoneros, matan a 10, hombres, mujeres, niños. En sus narices”, acusó la diputada.
Otro evento ocurrió en Los Reyes, cuando guardias comunitarios se manifestaron en la presidencia municipal y a pleno día fueron “rafagueados” por hombres armados, con saldo de seis comuneros masacrados.
Selene Vázquez señaló que si el gobernador sugiere que algunos grupos de autodefensa pueden estar infiltrados por otros grupos de la delincuencia, eso opera a favor de los Caballeros Templarios.
La legisladora pidió al gobierno federal que se respeten los derechos humanos en Michoacán y sostuvo que la gente no se va a dejar desarmar, porque quedarían a merced de los criminales.
Fuente: Apro