El director de cine Michael Bay es el segundo director más taquillero de todos los tiempos, sólo por debajo de Steven Spielberg. Pero en lo que va del siglo XXI es el más lucrativo. Spielberg ha recaudado 4 mil 155 millones de dólares y Bay 2 mil 139 millones dólares.
Hay gente a la que no le gusta nada la saga Transformers. Y donde dice “gente” quizás deberíamos decir “críticos” o “público cultureta”. Porque si lo que hacemos es sustituir “gente” por “entradas vendidas” concluiremos irremediablemente que a la “gente” le chifla esta historia de robots descomunales, explosiones atronadoras, tramas imposibles y un uso disparatado de los efectos digitales.
En efecto, la cuarta parte de Transformers ya está aquí (se estrena el viernes en España bajo el título La era de la extinción) y nunca tuvo más sentido la frase business as usual: la película ya ha superado los 1,000 millones de dólares de recaudación en todo el mundo y podría acabar el año como la más lucrativa de 2014 a nivel mundial (ahora mismo lo es).
No obstante, si se analizan los números de La era de la extinción con atención, se detecta que quizás su “business” no ha sido tan “usual” como otras veces. Aunque suene a chiste, los 245 millones de dólares recaudados por el filme en EEUU (se estrenó a finales de junio) tienen algo de fracaso: es el primer título de la saga que baja de los 300 millones de dólares amasados en su país (la segunda parte, por ejemplo, superó los 400 millones).
La novedad es que el actual boom del cine fuera de EEUU ha catapultado La era de la extinción hasta la estratosfera: en China ha recaudado más de 300 millones de dólares, es el filme más taquillero de la historia en el país asiático y el primer blockbuster de éxito que recauda más allí que en EEUU.
En otras palabras: cuando parecía que la saga de los robots empezaba a declinar comercialmente, han venido los chinos a garantizar que tendremos Transformers hasta el fin de los días.
Para colmo, los 245 millones de dólares sumados en casa han convertido a Michael Bay, padre de la criatura, en el segundo director más taquillero de todos los tiempos en EEUU tras Steven Spielberg.
El ranking histórico de directores lucrativos está ahora mismo así: 1) Steven Spielberg (4,155 millones de dólares), 2) Micahel Bay (2,139 millones), 3) Robert Zemeckis (2,038 millones), 4) James Cameron (1,974 millones) y Peter Jackson (1,879 millones).
Esta lista, que suma la cantidad total recaudada por sus filmografías sin tener en cuenta la inflación, puede ser interpretada de muchas formas. La primera e inapelable conclusión es que el terremoto comercial que supuso la irrupción de Steven Spielberg en los años setenta y ochenta aún no ha sido superado.
Sin embargo, si tenemos en cuenta la media de lo recaudado por filme, vemos que la distancia entre Spielberg, Bay y Cameron no es tan grande: Spielberg es el que más películas ha rodado de los tres con mucha diferencia.
Otro dato: nadie ha recaudado más que Bay en el siglo XXI en EEUU. Tomen nota: Pearl Harbor (2001, 198 millones de dólares), Bad Boys 2 (2003, 138 millones de dólares) y los cuatro Transformers (más de 1.300 millones de dólares en total).
La paradoja de Bay es que en 2013 decidió romper la baraja con una película (la tragicomedia Dolor y dinero) que no tenía nada que ver con su habitual festival pirotécnico y explosivo. Parte de la crítica se quedó anonadada con Dolor y dinero. El público, no tanto. Aunque los 50 millones de dólares recaudados en EEUU no estuvieran mal dado el tipo de filme que era, la cifra era pura calderilla para Bay.
Resumiendo: tras hacer un poco el gamberro con Dolor y dinero (que, dicho sea de paso, era una sátira apabullante del sueño americano), Bay ha decidido volver al redil comercial con la cuarta parte de Transformers. ¿Qué nos deparará el futuro? Que se lo pregunten a los chinos.
Fuente: El Confidencial
