Al referirse al líder petrolero Carlos Romero Deschamps, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el “gobierno no tiene sindicatos preferidos ni líderes preferidos”, puesto que habrá democracia sindical.
Así respondió López Obrador a pregunta y gritos de empleados petroleros reunidos en el estadio de Béisbol Luis Díaz Flores en Acayucan, quienes cuestionaron al presidente sobre qué hará con el polémico líder petrolero Carlos Romero Deschamps.
“No voy a dejar de contestar ese grito, de qué voy a hacer con Romero Deschamps: democracia sindical, el gobierno ya no tiene líderes favoritos (…) para que no estén pensando que se va a sacar a uno y yo voy a poner a otro. No, se acabó el charrismo sindical”.
Media hora antes de hablar de Romero Deschamps, el presidente de México, aseguró que no permitiría intimidación de nadie en su lucha contra la corrupción en el país.
Ante la aparición, en días pasados, de dos mantas presuntamente firmadas por El Marro, a quien se identifica como cabeza del cártel de “Santa Rosa de Lima” exigiendo que cesen las acciones contra el robo de combustible, López Obrador respondió desde Veracruz:
“A los del negocio, a los de arriba se les acaba el negocio, y no acepto intimidación de nadie”.
Ante unas doce mil personas refrendó que ya empezó “la limpia” para acabar con este problema de corrupción: “aunque aún pueden quedar algunos ‘malandrines’ abajo o por ahí”.
En la presentación en Veracruz del programa Sembrando vida, refrendó la promesa que hizo en Tabasco, un pago mensual de cinco mil pesos a 20 mil campesinos veracruzanos que vuelvan a sembrar sus tierras.
Sembrando vida consiste en impulsar la siembra de árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas.
Detalló que en el caso de la región sur de Veracruz, este programa beneficiará a 20 mil personas que recibirán un pago mensual de 5 mil pesos por volver a sembrar sus tierras y hacerlas producir.
En su discurso, aprovechó para reprender en público a su coordinador general, Manuel Huerta Ladrón de Guevara a quien apremió a entregar el censo de beneficiarios, como ya lo hicieron sus homólogos en otros estados.
Ayer, López Obrador pidió respeto para el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García ante abucheos de la ciudadanía en Minatitlán, en reproche por los niveles de inseguridad en esta región.
Después de su evento en el estadio de béisbol de Acayucan, el presidente hizo una parada en la carretera La Tinaja-Acayucan, para tomar jugo de piña y llevar algunas frutas de esta región cítrica de Veracruz.
En un puesto ambulante de piñas, López Obrador convivió con lugareños, recibió y canalizó algunas peticiones y hasta posó para fotógrafos de periódicos veracruzanos.
Mañana tendrá su última actividad en Veracruz en un acto público en la ciudad de Córdoba.
Fuente: Apro