Los gobiernos de México y Estados Unidos reconocieron cada uno su responsabilidad para afrontar los retos que implica el tema de la seguridad conjunta y binacional, y con ello hallar soluciones respaldadas por la justicia, la cooperación eficaz en la aplicación de la ley, y un enfoque basado en los datos “a fin de concebir estrategias eficaces para luchar contra la delincuencia organizada”. Los dos países se comprometieron a actuar juntos para proteger a sus ciudadanos, prevenir la delincuencia transfronteriza y perseguir las redes delictivas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador remarcó la importancia de que México y Estados Unidos mantengan una relación de entendimiento, cooperación, amistad y respetuosa de sus soberanías, pues las transformaciones geopolíticas exigen una mayor unidad para consolidar en el mundo a la región norteamericana. A su vez, Antony Blinken dijo: “Estoy muy inspirado por la visión que expresó y el trabajo que tenemos que hacer ahora para traducir eso en realidad, en una asociación verdaderamente transformadora, una responsabilidad compartida”
El mandatario recibió en palacio nacional a los emisarios del gobierno del demócrata Joe Biden -encabezados por el secretario de Estado, Antony Blinken con quienes tuvo un desayuno de trabajo acompañado de funcionarios de la cancillería mexicana y de los integrantes del gabinete de seguridad. Realizaron un recorrido por los murales de Diego Rivera y posteriormente se dirigieron al salón Leona Vicario, donde tuvieron un desayuno de trabajo.
López Obrador aprovechó la oportunidad para invitar al presidente Biden a visitar México.
“Nos tenemos que entender. Acabo de terminar un libro y ahí expreso que sería inconcebible que no hubiese entendimiento (entre ambas naciones). Sería muy lamentable de que no nos entendiéramos, que no se fortalecieran las relaciones de cooperación y de amistad entre nuestros pueblos y gobiernos. Nosotros estamos en esa disposición que haya cooperación para el desarrollo, que trabajemos juntos y que seamos respetuosos de nuestras soberanías. Considero que vamos a poder, juntos, lograr una etapa nueva en nuestras relaciones”.
Insistió en que si bien hay etapas históricas en las que las dos naciones se han alejado, los vínculos que los unen son más fuertes. “Nuestras relaciones culturales, ahora con 38 millones de mexicanos en Estados Unidos, los 3 mil 180 kilómetros de frontera (común), los cambios económicos y comerciales en el mundo que nos demandan mayor unidad, integrarnos para consolidarnos como región en lo económico, en lo comercial”.
Resaltó que su gobierno ha emprendido “una transformación pacífica” del país consistente en eliminar la corrupción, fenómeno al que calificó como el principal problema y la causa de la desigualdad económica y social, de la violencia, de la migración, de otros males. “Si se termina con la corrupción, si desterramos la corrupción, y esa es nuestra fórmula y está dando resultados, vamos a poder vivir en una sociedad mejor, en eso vamos”.
No desaprovechó la oportunidad para remarcar la importancia de los territorios que hoy son Estados Unidos en pasajes de la historia mexicana y cómo personajes históricos de las llamadas transformaciones del país como Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Francisco I. Madero, buscaron establecerse en aquella región en medio de las revueltas. Y destacó que el presidente Abraham Lincoln no reconociera al gobierno imperialista de Maximiliano.
Al igual que lo hizo en su primera reunión virtual con Biden y durante la visita de la vicepresidenta Kamala Harris, López Obrador recordó la frase de Porfirio Díaz: “Pobre México, tan lejos de dios y tan cerca de Estados Unidos”, a la que acuñó un nuevo sentido: “Ahora nosotros decimos. Bendito México, tan cerca de dios y no tan lejos de Estados Unidos”.
Antes de las palabras del mandatario mexicano, el secretario Blinken dijo que el interés del presidente Biden es que se trabaje de manera conjunta para llevar a la realidad una colaboración de responsabilidad compartida que fructifique en beneficio de las dos naciones.
“Es maravilloso estar aquí (…) Éste fue el recorrido más extraordinario no sólo por el Palacio (Nacional), sino también la lección de historia, que fue tan generoso en compartir conmigo. La historia de México, la historia de la relación entre nuestros países, pero ahora en este momento, una visión muy poderosa de hacia dónde puede y debe ir esa relación. Le agradezco a usted señor Presidente por compartir eso conmigo. Estoy muy inspirado por la visión que expresó y el trabajo que tenemos que hacer ahora para traducir eso en realidad, en una asociación verdaderamente transformadora, una responsabilidad compartida. Y lo que me llamó la atención es que lo que expresó está exactamente en línea con lo que tiene el presidente Biden para la asociación entre México y Estados Unidos. Nuestra responsabilidad juntos es construir eso. Pero simplemente señor Presidente, gracias. Estoy agradecido, es un momento que nunca olvidaré”, expresó el alto funcionario estadunidense.
Acuerdo de entendimiento
ras el Diálogo de Alto Nivel en materia de Seguridad (DANS), los representantes de las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden firmaron el Entendimiento Bicentenario entre México y los Estados Unidos para Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras en el que se propone “una nueva visión” en seguridad y en la colaboración regional cimentada en el respeto por la soberanía de cada país.
“Este entendimiento nuevo establece un enfoque integral a largo plazo para orientar las medidas bilaterales futuras. Juntos podemos forjar un sistema de paz, justicia, y respeto por el Estado de derecho”, se informó en una declaración conjunta dada a conocer este viernes, tras los trabajos bilaterales que se celebraron en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Los compromisos conjuntos son la protección a la ciudadanía de los dos países, esto -señala la declaración-, a partir de la inversión en salud pública, particularmente en lo referente a los efectos del consumo de drogas, apoyando las comunidades seguras y reduciendo el número de homicidios y delitos de gran impacto.
Otro de los acuerdos que emprenderán juntos es la prevención de la delincuencia transfronteriza, aplicando mayor seguridad a las modalidades de viaje y de comercio, reduciendo el tráfico de armas, centrándose en las cadenas de suministro ilícitas y disminuyendo la trata y el tráfico ilícito de personas.
El tercer compromiso mutuo es perseguir a las redes delictivas por medio de la obstrucción de las operaciones de los financiadores ilícitos y reforzando los sectores de seguridad y justicia.
“Como dos naciones con una asociación duradera basada en la soberanía, el respeto mutuo y extraordinarios lazos de familia y amistad, México y Estados Unidos necesitan y quieren afrontar sus retos de seguridad conjuntamente. Ambos países han sufrido en sus comunidades los efectos de la adicción a las sustancias ilícitas; la violencia armada; el tráfico ilícito de drogas, armas y personas; la trata de personas; y la delincuencia organizada. Con el objeto de enfrentar las complejas amenazas del siglo XXI, necesitamos trabajar de forma coordinada, guiados por una visión regional, y un enfoque moderno en materia de salud pública y desarrollo como parte de una estrategia de cooperación holística entre nuestros países. Respetando plenamente nuestras soberanías, cada uno reconoce nuestra responsabilidad compartida y promete avanzar en calidad de asociados para hallar soluciones que estén respaldadas por la justicia, la cooperación eficaz en la aplicación de la ley, y un enfoque basado en los datos a fin de concebir estrategias eficaces para luchar contra la delincuencia organizada.
“La delincuencia organizada transnacional se ha cobrado demasiadas vidas en nuestros dos países. México y los Estados Unidos reconocemos que tenemos la responsabilidad de trabajar juntos para alcanzar nuestros objetivos compartidos de seguridad y paz. Es preciso que hagamos frente a la violencia, reduzcamos la capacidad de las organizaciones criminales transnacionales y las desarticulemos, y nos centremos en la prevención a efectos de generar las condiciones para instituir una cultura de paz, al tiempo que trabajamos en paralelo para afrontar las causas profundas de la delincuencia”.
Con miras a respaldar los objetivos del Entendimiento Bicentenario, así como la colaboración institucional actual, México y Estados Unidos prometieron tomar medidas concretas para fortalecer su cooperación en materia de seguridad y se enlistan los siguientes:
“Para proteger a nuestros pueblos, tenemos la intención de concertar un Memorando de Entendimiento para reducir los trastornos por abuso de sustancias ilícitas y perjuicios conexos, con la intención de elaborar planes para prevenir el consumo de drogas, ofrecer un tratamiento basado en datos empíricos y reforzar los sistemas de alerta temprana y la capacidad de rastrear la demanda. Los Estados Unidos prevén ampliar las iniciativas para identificar, tratar y apoyar a las personas afectadas por el trastorno por abuso de sustancias ilícitas y la adicción, mediante la prestación de asistencia financiera y técnica a los estados y gobiernos locales estadunidenses a través de nuevas subvenciones del Programa Integral de Abuso de Opioides, Estimulantes y Sustancias (COSSAP). Los Estados Unidos también tienen previsto conceder subvenciones de la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) para apoyar el tratamiento y la prevención de los trastornos por abuso de sustancias ilícitas para las personas en riesgo”.
Ambos países se comprometieron a establecer una Red para la Prevención de los Homicidios, con el objeto de proporcionar una plataforma para el intercambio de las mejores prácticas en materia de prevención de la delincuencia y la violencia, la reducción del número de homicidios, el trabajo con los jóvenes en riesgo y la labor para lograr comunidades seguras y pacíficas.
Esa Red tiene previsto el establecimiento de grupos multidisciplinarios de trabajo sobre homicidios, centrados en los delitos de gran impacto vinculados a las organizaciones criminales transnacionales, con especial atención en los laboratorios forenses y en el apoyo a la investigación y al enjuiciamiento.
Para prevenir la delincuencia transfronteriza, México prevé colaborar con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para firmar un memorando de entendimiento relativo a la puesta en marcha del Programa Global de Control de Contenedores de la UNODC, con el fin de reforzar el control y la gestión de los envíos entrantes de precursores químicos.
Las dos administraciones se comprometieron además a trabajar juntas, con pleno respeto a sus soberanías, para combatir el tráfico de armas por medio de la coordinación bilateral en materia de detección e interdicción de armas de fuego, del estudio de nuevas estrategias y del fortalecimiento de nuestras iniciativas conjuntas.
“Declaramos nuestro apoyo a las iniciativas actuales y a la necesidad de mantener las iniciativas en curso para impedir que las armas de fuego vendidas en Estados Unidos lleguen a México, así como las medidas encaminadas a identificar, perseguir e investigar los métodos de financiación, transporte y comunicación empleados por las redes de contrabando a fin de desarticular y desmantelar sus operaciones. Prometemos ampliar las actividades de capacitación, aumentar la dotación de personal e incrementar el intercambio de información para potenciar a los agentes de los sectores de la seguridad y la justicia federales y estatales de México para combatir, investigar y procesar el uso delictivo de las armas de fuego, tramitar las extradiciones cuando sea posible y poner en marcha laboratorios de balística adicionales para procesar más de 80 mil armas incautadas en México”, remarcaron en la declaración conjunta.
Aseguraron que ampliarán la cooperación bilateral para luchar contra el tráfico ilícito y la trata de personas por parte de organizaciones criminales, y de colaborar en el enjuiciamiento de los traficantes de personas a ambos lados de la frontera.
También convocarán a su grupo de trabajo cibernético bilateral para el año 2022, con el propósito de promover la seguridad y la estabilidad internacional en el ciberespacio, compartir información, explorar formas de proteger la infraestructura crítica, y enfocarse en la prevención y atención de los delitos cibernéticos, así como en la capacitación y el intercambio de mejores prácticas y en un mayor compromiso con el sector privado.
“Para perseguir a las redes delictivas, México y los Estados Unidos se comprometen a incrementar las acciones bilaterales y paralelas para desarticular a los actores ilícitos y sus redes financieras, como la designación del 6 de octubre de los miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que operan desde el puerto de Manzanillo y sus alrededores. El CJNG es responsable del tráfico de una parte importante del fentanilo y otras drogas mortales que entran en Estados Unidos. Esta designación fue el resultado de la colaboración entre la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la Administración de Control de Drogas (DEA), y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México”.
Uno de los temas de preocupación de los estadunideses es la actuación contra los traficantes e improtadores de precursores químicos y sus redes financieras. Estos serán perseguidos y se prestará especial atención a las empresas importadoras sospechosas de desviar precursores químicos para la producción de drogas sintéticas como el fentanilo y la metanfetamina, a organizaciones criminales transnacionales, así como a laboratorios clandestinos.
“Tenemos la intención de crear un grupo de trabajo bilateral sobre la regulación de los precursores químicos para estandarizar los protocolos y la regulación de las sustancias de doble uso para evitar su utilización en la producción de drogas sintéticas”.
Los gobiernos de las dos naciones se dijeron comprometidos con los derechos humanos y con el fomento de la equidad, los derechos civiles, la justicia racial y la igualdad de oportunidades en cada una de nuestras naciones.
Expresaron su voluntad de cooperar en el ámbito forense para lograr resolver los miles de casos de desapariciones y desapariciones forzadas en México, en beneficio de los familiares de las víctimas y de nuestra lucha contra la impunidad.
Fuente: La Jornada