Con la operación #GlobalFrackdown miles de personas en todos México se unen contra el fracking. Las acciones se enmarcan en el Día Mundial contra el Fracking que se contempla a numerosos países del planeta
En el marco del Día Mundial contra el Fracking (Globalfrackdown) que se celebrará este sábado 11 de octubre, organizaciones de la sociedad civil realizarán manifestaciones en todo el mundo para pronunciarse en contra del desarrollo de la fracturación hidráulica, pues aseguran “tendrá desastrosas consecuencias para el medio ambiente, la población y la sostenibilidad energética de América Latina por lo que no debe ser permitida”.
La Alianza Mexicana contra el Fracking se suma al #GlobalFrackdown con actividades en diferentes estados de la República Mexicana amenazados por el fracking.
En Chihuahua se convoca a la sociedad civil a una concentración masiva en la Plaza de Armas a las 16:00 horas. En Coahuila, la cita es en la ciudad de Torreón, se realizará un plantón y difusión “No Fracking Laguna” convocado por Encuentro Ciudadano Lagunero y Alianza Mexicana contra el Fracking en la Plaza de Armas a las 9:30 horas.
En la ciudad de Saltillo se prevé una lectura del Manifiesto de la Alianza Mexicana contra el Fracking y la presentación de la Pelicula Gasland Casa San José (de la Diócesis de Saltillo), Hidalgo No. 449 Sur a las 18:00 horas.
En Monterrey, Nuevo León, las organizaciones Pueblo Bicicletero y Frente Amplio Ambientalista convocan al evento “Pedaleada contra el Fracking”, donde se proyectará un documental a las 18:00 horas en la Plaza Colegio Civil.
La ciudad de Xalapa, Veracruz, también se une a la jornada contra el fracking, la concentración será en el Parque de Juárez a las 12:00 horas. En San Luis Potosí se llevará a cabo el foro “Fracking en la Huasteca Potosina” en el municipio de Aquismón, en la Galera Comunal de la Comunidad de Tanute, el domingo 12 de octubre a las 10:00 horas.
En la Ciudad de México, la concentración será en el Ángel de la Independencia este sábado 11 de octubre a las 12:00 horas.
La Alianza Mexicana contra el Fracking, en conjunto con organizaciones civiles de toda Latinoamérica, dio a conocer esta semana un pronunciamiento con motivo del Día Mundial contra el Fracking, en el que denuncia que la técnica de la fractura representa un riesgo ambiental para las sociedades donde se lleva a cabo, pues el procedimiento consiste en la inyección en el subsuelo de una mezcla de agua, arena y productos químicos a presiones tales que permitan la ruptura de las rocas de lutitas, en cuyos poros se encuentran atrapados el gas y el petróleo.
“Hacemos un llamado urgente para que los gobiernos latinoamericanos impidan el desarrollo de esta actividad en sus territorios y demuestren así su compromiso con la protección del medio ambiente, la garantía de los derechos humanos, la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad energética de la región”, dice el posicionamiento de la organización.
Indicó que existen alternativas energéticas sustentables, más baratas y eficientes que, asegurando el pleno respeto de las comunidades en las que éstas se desarrollan, deben ser fomentadas e impulsadas por los Estados para asegurar la provisión de energía futura y la sostenibilidad ambiental.
Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) se estima que diversos países de América Latina cuentan con recursos prospectivos de hidrocarburos de lutitas en sus territorios.
Es el caso de Argentina, México, Venezuela, Brasil, Colombia, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Chile, en los que el desarrollo de la técnica de la fracturación hidráulica o fracking se encuentra en diversas fases. México, Colombia, Bolivia y Brasil se encuentran en fase prospectiva o exploratoria y pretenden desarrollar ampliamente esta técnica en los próximos años.
¿Qué es el fracking?
La fracturación hidráulica consiste en la inyección en el subsuelo de una mezcla de agua, arena y productos químicos a presiones tales que permitan la ruptura de las rocas de lutitas, en cuyos poros se encuentran atrapados el gas y el petróleo. Para ello, primero es necesario realizar una perforación vertical hasta alcanzar la profundidad a la que se encuentran estas formaciones geológicas (entre uno y cinco kilómetros) y luego una serie de perforaciones horizontales de 1 a 5 km de extensión.
Las organizaciones opositoras a esta técnica señalan que el uso de esta técnica traerá, como ya se ha demostrado en Estados Unudos, fuertes impactos sobre al ambiente, la salud y calidad de vida de la población, ya sumamente castigados. Debido a su gran complejidad, esta actividad implica una serie de daños en su mayoría inevitables e irreversibles, como el uso intensivo y contaminación del agua, graves afectaciones a la salud e impactos de cambio climático.
Las grupos firmantes del documento en contra del Fracking exigen a los gobiernos de los países latinoamericanos que impidan el uso de la fracturación hidráulica en sus territorios, y aseguren la protección de los recursos hídricos y de la salud de las personas.
“Demandamos a nuestros Estados la generación y divulgación de información exhaustiva e imparcial sobre las características de los procesos, volúmenes y origen de agua usada y sustancias empleadas en el fracking y sus impactos en las personas y el ambiente con un horizonte de largo plazo, a fin de garantizar los derechos de las generaciones presentes y futuras”, señalan.
De igual forma piden la implementación de políticas públicas que permitan la transición energética hacia fuentes de energía verdaderamente sustentables, en pleno respeto a los derechos humanos, que aseguren la provisión energética futura y contribuyen a la lucha contra el cambio climático.
Fuente: Sin Embargo