El exgobernador de Nuevo León Rodrigo Medina de la Cruz fue internado esta madrugada en el penal del Topo Chico, por orden del juez de control que tras imputarlo por los delitos de peculado y daño al erario, decidió dictarle la medida cautelar para evitar que evada la acción de la justicia.
Por esta disposición, sin precedentes en la historia de la entidad, el priista estará tras las rejas por lo menos hasta el próximo 24 de febrero, cuando cierre la investigación por la autoría intelectual de estas acciones de deshonestidad en la función pública, informó hoy el gobierno del Estado.
De esta forma, Medina de la Cruz se une a Guillermo Padrés, el mandatario de Sonora que también fue recluido por delitos relacionados con corrupción. Otro gobernador, Javier Duarte, de Veracruz, está prófugo, por acusaciones de la misma índole.
Después de las 3:00 horas del jueves, cuando terminó la audiencia, el abogado de la defensa, el penalista Alonso Aguilar Zínzer se dijo sorprendido por la determinación del juez, al que acusó de actuar con favoritismo hacia la representación social y dijo desconocer las condiciones en las que el priista se encuentra en el interior del reclusorio, donde podría estar en situación de riesgo.
“Es una situación que hay que contemplar. Persiguió a la delincuencia muy firme en el estado, y seguro tiene enemigos”, señaló el litigante, quien responsabilizó al estado de la seguridad de su cliente.
El Palacio de Justicia de Monterrey se encuentra en un edificio contiguo al Penal del Topo Chico, al norte de la zona metropolitana, por lo el exjefe del Ejecutivo estatal tuvo qué caminar sólo unos pasos de la sala de audiencias a su confinamiento.
La del miércoles fue una larga audiencia de segunda imputación de 18 horas, en la que el juez de control Miguel Ángel Eufracio Domínguez escuchó desde las 9:00 horas alegatos de la parte acusadora y la defensa por los delitos de peculado y ejercicio indebido de funciones que, inicialmente, habían sido desechados en agosto.
Cuando llegó al Palacio, Medina lucía confiado y sonriente y no perdió la jovialidad a lo largo del día, cuando salía a la calle por recesos que imponía el juez.
El juzgador determinó que el acusado es presunto responsable de daño al patrimonio estatal por 3 mil 128 millones de pesos y la pena que puede alcanzar, de encontrarse responsable, es de hasta 12 años de prisión. Debido a que vive en la Ciudad de México debe ser encarcelado pues tiene falta de arraigo en Nuevo León y puede huir.
El pasado 9 de agosto, quien fuera gobernador en el sexenio 2009-2015 fue vinculado a proceso por ejercicio indebido de funciones, al detectarse que otorgó indebidamente estímulos fiscales a la armadora surcoreana KIA por 3 mil 600 millones de pesos.
Sin embargo, en esa misma audiencia, el juez de control desechó las imputaciones de peculado y daño al erario, por considerar que aunque sí había delitos, el ministerio público no aportó pruebas suficientes para involucrar en ellos al acusado, decisión que posteriormente fue ratificada en la apelación ante el Poder Judicial de la Federación.
Este jueves, cuando el juez dictó la medida preventiva de la prisión preventiva, los abogados exhibieron un amparo que fue desestimado, pues el juez consideró que no tiene validez para esta etapa del proceso.
La Fiscalía de Nuevo León buscará acumular en la misma carpeta de investigación los delitos de daño al erario, peculado y ejercicio indebido de funciones.
Por este último, hoy se ventila la audiencia en la que el juez cerrará la etapa de la investigación, aunque para la diligencia de hoy no es necesario que el imputado se presente.
Además de estos tres delitos, Medina enfrenta el de enriquecimiento inexplicable, por el que la Fiscalía Anticorrupción, que conduce Ernesto Canales, buscará también imputarlo.
Fuente: Proceso