La integrante del Comité de Familiares de Víctimas de Desaparición Forzada, Norma Angélica Bruno Román, fue ejecutada a balazos y frente a sus dos hijos pequeños, por dos individuos a bordo de una motocicleta.
De acuerdo con los primeros reportes, la víctima ya había recibido amenazas por parte del grupo criminal Guerrero Unidos para que ya no buscara más fosas.
El crimen ocurrió alrededor de las 11:20 horas en el Periférico Poniente, a la altura del panteón Cristo Rey, en Iguala.
Según algunos testigos, la mujer de 26 años de edad recorría un camino de terracería para llegar al sepelio de José Ramón Bernabé Armenta –joven ejecutado de cuatro balazos el miércoles pasado–, cuando los asesinos la atacaron con al menos cuatro balazos y el tiro de gracia.
El esposo de la víctima, Luis Fernando Bernabé Regino, identificó el cadáver. Existen versiones de que se llevó a los dos menores.
Al lugar del homicidio acudieron elementos de la Gendarmería Nacional para acordonar el área. También llegó personal de la Fiscalía General del Estado para cumplir con las diligencias de ley. El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) de Iguala.
Norma Angélica Bruno Román era integrante del Comité de Familiares de Víctimas de Desaparición Forzada, conformado a raíz de los hechos violentos del 26 y 27 de septiembre, cuando desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Versiones periodísticas indican que se incorporó al grupo para buscar a su prima Ivette Flores Román, de 24 años, quien fue sacada de su casa por un grupo armado el 2 de marzo de 2013.
En espera del cuerpo para ser velado, esta tarde familiares y amigos de la activista manifestaron temor de que durante la noche pudiera haber otros actos de violencia en el lugar.
Fuente: Proceso