Un grupo de aproximadamente 200 indígenas rarámuris provenientes de cuatro comunidades del municipio de Bocoyna emprendieron la Marcha del Trabajo desde el poblado turístico de Creel, en la sierra Tarahumara, hacia la capital del estado para exigir a los gobiernos estatal y federal alternativas de empleo.
Víctor Quintana Silveyra, secretario de Desarrollo Social estatal, informó que existen programas locales de apoyo alimentario para los indígenas, porque la sierra Tarahumara padece una situación de hambruna crónica
y la falta de lluvias afectó la agricultura de autoconsumo.
Sin embargo, el activista Isidro Rodríguez, de Bocoyna, y el gobernador tradicional tarahumara Miguel Reyes Nevárez, originario de la comunidad serrana de Huahuachichi, explicaron que a los indígenas les quitaron todas las ayudas y que en la Sierra Tarahumara sólo se prevé apoyar al municipio de Guadalupe y Calvo.
Demandan que sus pueblos sean incluidos en el programa Sembrando Vida para recibir los apoyos que el gobierno federal entrega a campesinos y ejidatarios pobres del sur del país, informó Rodríguez Martínez.
“Nosotros pedimos trabajo, ya no queremos korima (cosas regaladas en rarámuri). Tenemos dos meses organizando esta marcha dirigida principalmente al presidente Andrés Manuel López Obrador para que se dé un programa a los indígenas. Las despensas sólo alcanzan para unos días. Queremos que nos ayuden a cuidar nuestros bosques y proteger nuestras tierras”.
Los manifestantes, quienes comenzaron su marcha el lunes, partieron la mañana de ayer del poblado de San Juanito, a 225 kilómetros de Chihuahua capital. El miércoles avanzarán hacia la ciudad de Cuauhtémoc.
Se prevé que la marcha llegue el fin de semana a la capital del estado, donde planean iniciar una huelga de hambre para llamar la atención del Presidente.
Antes de que se iniciara la protesta, representantes del gobierno estatal convocaron a los indígenas a una reunión para escuchar sus peticiones, pero decidieron continuar con sus planes ante la falta de una respuesta aceptable del gobierno federal.
La exigencia de trabajo para los rarámuris fue atendida semanas atrás por Juan Carlos Loera de la Rosa, delegado de programas federales, lo que permitió que la caminata se suspendiera; sin embargo, se reanudó después de que les informaron que Sembrando Vida es exclusivo para estados del sur del país.
Apoyados por mestizos de organizaciones campesinas, los tarahumaras rechazan despensas o donaciones a cambio de interrumpir su caminata y piden que se les incluya en programas federales de empleo temporal o autoempleo como los que se aplican en comunidades indígenas del sur del país.
Al presidente Andrés Manuel López Obrador también le pidieron la entrega de ganado y fertilizantes, así como apoyos para construcción de vivienda.
Los organizadores insistieron en que buscan trabajar y que a la vez se les ayude a cuidar sus bosques y tierras.
Fuente: La Jornada