Miles de manifestantes de organizaciones sindicales sociales y políticas marcharon este jueves bajo la consigna “no al tarifazo, no al ajuste” desde diversos puntos hasta el Congreso y denunciaron la dramática situación social y económica en el país y al gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, en lo que fue el inicio de la “Marchas de las Antorchas”, que se repetirá todos los jueves, no sólo en esta capital, sino en todo el país.
En el acto final al culminar la Marcha de las Antorchas frente al Congreso se leyó un comunicado de convocantes, las dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA), las nuevas conformaciones gremiales opuestas a la Confederación General del Trabajo (CGT) acusada de claudicar ante el oficialismo, el Sindicato de Camioneros, con adhesiones de diversas entidades como la Multisectorial 21F y las 62 Organizaciones Peronistas, así como la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), la Asociación Bancaria y otras agrupaciones políticas.
Después de recodar lo denunciado en abril del año pasado cuando se realizó la primera Marcha de las Velas contra el tarifazo ahora se denunció la situación cada vez más alarmante cuando se advierte una imposibilidad total de pagar tarifas que han aumentado hasta tres mil por ciento, produciendo el cierre masivo de empresas y negocios, el aumento de miles de despedidos.
Exigen ahora que “las tarifas aprobadas hasta el presente no se apliquen por un año, contado a partir del 1 de enero de 2018, debiendo retrotraerse a los valores vigentes al 31 de diciembre de 2017 y que se proceda a la devolución de los importes excedentes mediante descuentos en las facturas pendientes o subsiguientes”, y señalan que desde las denuncias anteriores “este gobierno neocolonial no sólo hizo oídos sordos a dichos reclamos sino que, a la par de profundizar su política de entrega y subordinación a los dictados del gran capital financiero mundial, persiste en ahogar las economías familiares del pueblo trabajador con otro brutal aumento de tarifas y, a la par, condena al cierre a miles de pequeñas y medianas empresas”.
En este caso se recuerda que se aumentará nuevamente el transporte público en 40 por ciento (autobuses, trenes y también el metro), mientras que los peajes de ingreso a la ciudad de Buenos Aires costarán, en promedio, 65 pesos (1.74 dólares) y también los nuevos aumentos de 55 y el 45 por ciento para el agua, la luz, el gas, lo que es imposible pagar después de todos los tarifazos aplicados.
“Nunca como ahora los bancos han amasado fortunas. Nunca antes las grandes empresas transnacionales han obtenido lucros gigantescos. Jamás Argentina había alcanzado semejante endeudamiento externo que, como es sabido, compromete el futuro y la esperanza de las generaciones venideras”, dice el documento, donde se denuncia persecución política en el país llamando a poner en la calle todas y cada una de la reivindicaciones más sentidas, y a la oposición parlamentaria a unir esfuerzos para impedir en el Congreso “que este nuevo atropello se consume y obligar al Poder Ejecutivo a que dé marcha atrás con estas políticas de exacción del esfuerzo de millones y millones de argentinas y argentinos”, advirtiendo que “no se resignarán ni levantarán bandera blanca y que se seguirá en las calles hasta derrotar la política del hambre y el ajuste”.
Fuente: La Jornada