Miles de manifestantes en Hong Kong marcharon el domingo al Consulado de Estados Unidos, instando al presidente Donald Trump a “liberar” su ciudad, dentro de las protestas para pedir más libertades democráticas en el territorio semiautónomo chino.
La multitud se reunió en un parque en el centro de la ciudad antes de marchar, coreando “Resistid a Beijing, liberad Hong Kong” y “En pie con Hong Kong, luchad por la libertad”.
Muchos de los asistentes, vestidos con camisetas negras y máscaras, ondeaban banderas estadunidenses y llevaban carteles con el mensaje “Presidente Trump, por favor libere a Hong Kong”. La policía antimotines vigilaba la marcha hacia el cercano consulado estadunidense.
“Hong Kong está en la vanguardia de la batalla contra el régimen totalitario de China”, dijo Panzer Chan, uno de los organizadores de la marcha del domingo. “Por favor, apóyennos en nuestra lucha”.
Hong Kong ha pasado el verano sumida en protestas, desencadenadas por una propuesta de ley que habría permitido enviar a sospechosos de delitos a la China continental para juzgarlos allí. Muchos vieron la iniciativa como un claro ejemplo de la menguante autonomía del territorio tras la devolución de la excolonia británica a China en 1997.
El gobierno de Hong Kong prometió esta semana retirar la ley, una de las primeras demandas de los manifestantes, pero eso no ha parecido contentar a los inconformes, que han ampliado sus reclamaciones para incluir otros asuntos, como un mayor grado de democracia.
El descontento se ha convertido en el mayor desafío al gobierno de Beijing desde que Gran Bretaña devolvió Hong Kong. Beijing y todos los medios controlados por el estado han mostrado las protestas como un esfuerzo de grupos delictivos, respaldados por actores extranjeros hostiles, por escindir el territorio de China.
Los manifestantes instaron el domingo a Washington a aprobar una ley, conocida como la Ley Democrática y de Derechos Humanos de Hong Kong, para apoyar su causa. La medida propone sanciones contra autoridades chinas y hongkonesas que se determine socavan la democracia y los derechos humanos en la ciudad, y también podría afectar a la situación preferencial de Hong Kong a la hora de entablar relaciones comerciales con Estados Unidos.
En una advertencia a viajeros, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el viernes que Beijing ha emprendido una campaña de propaganda “acusando falsamente a Estados Unidos de fomentar el descontento en Hong Kong”. El comunicado señalaba que ciudadanos y personal diplomático estadunidense han sido blanco de propaganda y les instó a tener precaución.
Algunos legisladores estadunidenses han hecho firmes declaraciones en apoyo de los manifestantes en Hong Kong y expresado su preocupación por el potencial de una represión brutal por parte de China.
Trump, sin embargo, ha indicado que el país se mantendrá al margen de una cuestión que considera entre Hong Kong y China. El mandatario ha dicho creer que la guerra comercial de Washington con China ha hecho que Beijing esté teniendo cuidado.
La manifestación del domingo seguía a choques violentos durante la noche entre manifestantes y policía en varias estaciones de metro.
Los manifestantes prendieron fuego a basura cerca de una estación de metro que estaba cerrada en la abarrotada zona de Mongkok, pero se retiraron tras una carga policial en la que los agentes emplearon aerosol de pimienta.
También se registraron choques en una estación de Sha Tin, donde los manifestantes persiguieron a los agentes hasta la sala de control hasta que llegó la policía antimotines. Hubo varios heridos y detenidos.
Fuente: AP