Seis de los nueve empleados de un albergue para niños detenidos el martes en México fueron enviados a un penal federal, mientras que la fundadora, conocida como «Mamá Rosa», quedó formalmente libre aunque sigue hospitalizada. La Procuraduría General de la República (PGR) aún no ha dado información oficial.
Sin embargo, la custodia policial ha sido retirada del hospital donde se encuentra la dueña del albergue, Rosa del Carmen Verduzco, una octogenaria que gozaba de gran prestigio y sufre diabetes y problemas cardiacos, y que según sus allegados ya está libre.
El caso del albergue «La Gran Familia» de la ciudad de Zamora, unos 450 kilómetros al oeste de ciudad de México, ha sacudido al país, en medio de denuncias de abusos físicos y psicológicos contra unas 600 personas, en su mayoría niños.
Numerosas personalidades han salido en defensa de Verduzco, entre ellos los escritores Elena Poniatowska, Juan Villoro y el Premio Nobel de Literatura 2008, el francés Jean-Marie Gustave Le Clézio y el futbolista Rafael Márquez.
El abogado defensor Christian Hellinger dio a conocer que dos maestras que formaban parte del grupo de nueve detenidos recuperaron su libertad por falta de pruebas.
Un portavoz de la Procuraduría General de la República dijo el sábado a dpa que Verduzco sólo estaba retenida en calidad de «declarante o testigo», pero no se ha informado cuál es su estatus actual.
El sábado se vencía el plazo para formular cargos o dejar en libertad a «Mamá Rosa», aunque podía ser extendido durante otras 48 horas.
«Está tranquila, está libre gracias a Dios, está tranquila», dijo a periodistas una mujer que ingresó a la habitación 206 del hospital la noche del sábado para saludarla, después de que se retirara la vigilancia policial.
De manera oficial no se ha indicado cuáles son los cargos que se imputan a los seis empleados que quedaron bajo arresto. Se mencionan, entre otros, trata de personas, explotación infantil, extorsión y, en uno de los casos, violación.
Entre los arrestados hay un hombre y una mujer que llevan el apellido Verduzco, como muchos de los niños que durante más de cinco décadas fueron adoptados o registrados por la fundadora con su nombre.
Este fin de semana empezaron a ser trasladados a otros albergues o fueron entregados a sus padres algunos de los niños que vivían en la casa dirigida por «Mamá Rosa».
Más de un centenar de los cerca de 450 niños abandonaron el que fue hasta ahora su hogar, algunos sonrientes y otros entre lágrimas.
El caso del albergue «La Gran Familia» estalló el martes cuando policías y militares realizaron un gran operativo en la casa-hogar a partir de la denuncia de cinco padres que reclamaban a sus hijos y afirmaron que eran retenidos por Verduzco.
En el albergue la policía encontró a unas 600 personas viviendo en condiciones insalubres, entre más de 20 toneladas de basura.
Sin embargo, «La Gran Familia» no era una casa-hogar cualquiera.
Recibía apoyos y visitas gubernamentales e incluso instituciones oficiales le entregaban niños abandonados o huérfanos para su cuidado, pese a que desde hacía al menos cuatro años había denuncias.
Fuente: DPA
