No me sorprende que el tema de la infodemia haya sido tocado en “La mañanera”. Me sorprende el fenómeno de odio que generó inmediatamente en las redes y en los medios tradicionales.
Algo bueno habrán dicho Andrés Manuel López Obrador y Jenaro Villamil esa mañana que antes de que acabaran sus discursos ya estaban circulando las protestas de muchas personas.
Que no es cierto, que eso de andar divulgando noticias falsas no es tan buen negocio. Que si cómo se les ocurre perder el tiempo con este tema tan superficial, cuando hay mil asuntos mucho más importantes que resolver.
Que si con qué cara el Presidente se pone a hablar mal de las redes sociales, cuando mucho de su éxito se debe a lo que ha hecho en plataformas como Twitter.
Que si los “bots” más feroces son los de la Cuarta Transformación. Que si no existe mentiroso más grande que el gobierno de México que nos oculta las verdaderas cifras del covid-19.
Explicación no pedida, acusación manifiesta. Desde el momento en que alguien dice que eso de andar divulgando noticias falsas no es tan buen negocio, está diciendo que ha hecho negocios con la divulgación de noticias falsas.
Desde el instante en que alguien señala que esto no es importante, es porque es importante. Es porque afecta sus intereses, porque le dolió.
Desde el momento en que alguien se enoja con Andrés Manuel López Obrador por criticar a las redes argumentando que con qué cara lo hace cuando él le debe gran parte de sus triunfos a ellas, se está metiendo el pie solito.
¿Por qué? Porque está reconociendo que tenemos un Presidente exitoso desde la perspectiva de la comunicación digital y porque está celebrando la figura de AMLO como un líder flexible capaz de criticar, incluso a las figuras que le dieron fama.
¿Pues no que López Obrador era un fracaso? ¿Pues no que era un tipo intransigente? ¿Pues no que no era capaz de ejercer la autocrítica?
Qué se me hace que los fracasados, los intransigentes y los enemigos de la crítica son otros.
¿Y qué me dice de lo de los bots? ¿Qué me dice de lo del gobierno mentiroso?
Desde el instante en que alguien ataca a la 4T por tener a los bots más feroces, es porque tiene bots, porque sabe de bots.
Desde el momento en que alguien difama al gobierno acusándolo de mentiroso es porque es mentiroso, porque conoce esto.
Lo que acaba de suceder con el tema de la “infodemia” es más importante de lo que parece.
¿O qué, a usted no se le hace demasiada casualidad que justo después de que López Obrador y Villamil se metieron con los intereses de tantísimas personas y de tantísimas compañías, varios medios internacionales publicaron, casi al mismo tiempo, artículos donde acusan al gobierno mexicano de mentir con las cifras del coronavirus?
Es que, de veras, ya ni la burla perdonan. Cuando AMLO y el presidente de SPR hablaron de infodemia, se referían a la avalancha de estupideces sobre el covid-19 que está circulando en un montón de lugares.
El tema era salvar vidas, impedir que el pueblo de México se siguiera contagiando de esto que, le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, es un negociazo.
Por eso le digo que explicación no pedida, acusación manifiesta. ¡Maldita infodemia! ¿O usted qué opina?
alvaro.cueva@milenio.com
Fuente: Milenio
