En su lucha contra la reforma educativa, los maestros tomaron una vez más a la Ciudad de México como rehén, según Reforma. Las protestas y plantones de maestros en San Lázaro, el Senado y el Zócalo pusieron de cabeza al Centro del Distrito Federal. Las manifestaciones han dejado pérdidas de 150 millones de pesos, según expertos.
El secretario de Gobierno del GDF, Héctor Serrano, informó que, hasta el momento, son 19 mil los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que ocupan el Zócalo capitalino, aunque se espera el arribo de otros 6 mil.
Con manifestaciones y plantones en las inmediaciones de San Lázaro, en el Senado, en las cercanías al Centro Banamex, donde se ubica la sede alterna del Congreso, y el Zócalo desbordado con carpas, los docentes de Oaxaca trastornaron la vida de los capitalinos.
En las avenidas Fray Servando y Congreso de la Unión, la circulación fue complicada a lo largo del día, el plantón invadió un camellón, la estación del Metrobús y bloquearon la entrada a escuelas y la del centro de mando policial del GDF, el C4.
“¿Por qué permiten que esta gente se apropie de las calles?, tenemos que trabajar, ¿y eso a quién le importa?, parece que a nadie”, reprochó Gustavo, un automovilista varado en medio del caos.
El plantón que los opositores a la reforma mantienen en el Zócalo se extendió a la calle 5 de Mayo, y en el primer cuadro fueron cerradas tres estaciones del sistema Ecobici, la base de taxis eléctricos, las entradas al Metro Zócalo y Allende y la base del Turibús.
Frente al Senado, en el perímetro de Reforma, Insurgentes y Lafragua, se trastornó la movilidad de pasajeros y empleados que hicieron hasta dos horas de trayecto.
“No hay peseros, no hay calles por dónde pasar en carro, tengo que salir una hora antes para llegar caminando porque no hay por dónde pasar”,se lamentó Felipe Reyes, un mensajero.
“No es justo nos están partiendo la madre en tiempo, en dinero… en todo”, lanzó Ana María Olivares, médico geriatra que no pudo llegar a un congreso médico.
Cerca del mediodía, un grupo de maestros se abalanzó en contra de dos trabajadores del Senado que se encontraban en Reforma.
Los confundieron con senadores, les gritaron consignas y lanzaron patadas, mientras los agredidos corrían para refugiarse en un hotel, donde los manifestantes rompieron un vidrio.
Con el centro capitalino colapsado, por la tarde granaderos cerraron una parte de la avenida Conscripto para resguardar el Centro Banamex, que fungió como salón de sesiones de los Senadores.
Hasta allá se habían trasladado los integrantes de la CNTE en caravana, con lo cual afectaron la circulación en Periférico.
El presidente de Coparmex-DF, José Luis Beato, refirió que las protestas magisteriales están ocasionando pérdidas diarias por 150 millones de pesos al sector empresarial, de los cuales 35 corresponden a los 7 mil 500 negocios afectados en la Delegación Cuauhtémoc.
Frente a este panorama, el Jefe de la Policía del DF, Jesús Rodríguez Almeida, informó que no se buscará retirar a los manifestantes aunque se mantendrá el dispositivo de vigilancia para garantizar la seguridad de todos.
Por la noche, los maestros de la CNTE informaron que, al igual que en la Cámara de Diputados, instalaban un plantón permanente en el Senado.
Rubén Núñez, secretario de la Sección 22 de Oaxaca, anunció el “acordonamiento permanente”, ante cientos de miembros de la CNTE que desde las 6:00 horas de ayer mantenían bloqueados los accesos al recinto legislativo.
“Hoy hago el llamado fraterno y combativo a los compañeros de la estructura de este gran movimiento, a concentrarnos para organizar el asunto logístico. Este acordonamiento no se debe levantar, el movimiento magisterial y en una jornada sin precedente hemos tomado en asalto tres de los grandes lugares que representan gran parte del asunto político en nuestro país: la Plaza de la Constitución, la Cámara de Diputados y la de Senadores”, dijo.
En el Centro Banamex, donde sesionaron diputados y senadores, al menos 300 elementos fueron requeridos para la seguridad de la entrada principal y los pasillos de este inmueble, ubicado en Avenida del Conscripto, frente al Campo Militar Número Uno.
La sesión
Al filo de las 17:00 horas del miércoles, el secretario de Administración y Finanzas de la Cámara de Diputados, Francisco de Silva, tomó una llamada del presidente de la Mesa Directiva. “Ponga usted un salón alterno”.
Ex diputado panista, cercano al coordinador de la bancada blanquiazul, Luis Alberto Villarreal, De Silva había tomado previsiones y ofreció cuatro opciones a Arroyo y a los coordinadores parlamentarios: el World Trade Center, el Centro Libanés, el Centro Bancomer de Santa Fe y el Centro Banamex. Arroyo y los coordinadores parlamentarios del PAN, el PRD y el tricolor optaron por el Centro Banamex.
Se alquilaron poco más de 500 sillas, audio, macetas de cristal y un gran salón que ayer fue dividido en dos para acoger a diputados y senadores.
Sólo por la renta del salón para desahogar un periodo extraordinario de dos días, los legisladores pagaron medio millón de pesos. Los senadores aportaron su parte correspondiente por su sesión de ayer en la sede alterna.
La renta de los aparatitos para votar que distribuyeron a los 500 diputados representó un pago de 30 mil pesos por día.
Las cuatro banderas nacionales que lucieron atrás de la Mesa Directiva las prestó el Senado. Con amagos de la irrupción del magisterio disidente, en el Centro Banamex las cosas marchan razonablemente bien para el diputado priísta Francisco Arroyo.
Dos colaboradores suyos lo apoyaron con dos campanitas para conducir los trabajos de la sesión. El miércoles, al conjuro de la improvisación, el guanajuatense había utilizado una cuchara y un vaso.
Los empleados de San Lázaro también colocaron un águila de bronce de águila, que significa que la actividad de los diputados debe ser justa, libre y soberana.
Con información de Excélsior, Reforma y El Universal
