Por Pedro Echeverría
1. De que los maestros de Primarias, Preescolar, Secundarias de la Coordinadora (CNTE), con sus luchas salvan la dignidad del país, es indiscutible. La lucha de los maestros de México en la defensa de sus derechos y de la educación pública, gratuita, laica y popular, causa mucho coraje en el gobierno represivo y en los empresarios explotadores. Los medios de información (TV, radio, prensa), así como lo políticos de derecha –cuyo objetivo esencial es la mayor privatización educativa y más grande control- no han descansado en sus campañas contra las luchas de los profesores. En los últimos meses, los triunfos de luchas magisteriales en Michoacán, Oaxaca y Guerrero, han provocado nuevas campañas en los medios de información contra los maestros; pero olvidan que los habitantes de los pueblos apoyan a los profesores.
2. Se ha escrito que el Sindicato (SNTE) de maestros es el más grande de Latinoamérica pues cuenta –según últimos datos- con un millón 700 mil asociados, quizá unos 300 mil de ellos son trabajadores administrativos, técnicos y manuales. No pertenecen a él los profesores universitarios, aunque sí lo normalistas y politécnicos. Por ello se ha declarado que sólo en cuotas sindicales el SNTE recibe unos 200 millones de pesos al mes; pero los medios de información –en su intensa campaña de desprestigio contra los maestros- buscan desprestigiarlos a partir de la corrupción que se registra entre los dirigentes y comisionados del SNTE, así como de las luchas justas de la CNTE que lleva 33 años batallando en la oposición. Es cada vez más claro, con su comportamiento, que el objetivo de gobierno y empresarios es privatizar todo la educación.
3. La revolución mexicana (1910-17) y la Constitución de 1917 le dieron al sistema educativo mexicano un carácter público, gratuito, laico y popular. Se aceptó un pequeño porcentaje de educación privada (¿10 por ciento?) para que los sectores reaccionarios pudieran educar a sus hijitos. Sin embargo este sector comenzó a crecer violando todos los reglamentos educativos; pero sólo alcanzó un alto crecimiento a partir de 1982 cuando el neoliberalismo se impuso en el país con el gobierno de Dela Madrid-Salinas. Se frenó la inversión pública en educación para abrirle paso a la educación privada (hoy 45 por ciento) Si antes los funcionarios en un 80 por ciento estudiaron en escuelas públicas, hoy más el 90 por ciento tienen origen de escuelas privadas. La educación pública se ha abandonado y la escuela privada ha recibido todos los apoyos.
4. Por ello la campaña de los medios de información es muy intensa contra la educación pública, en particular contra los maestros. Conocido el gran potencial del Sindicato de maestros, el PRI siempre se aprovechó de su gran fuerza para atraer a todos sus líderes. Desde los años veinte ningún congreso de diputados ha dejado de tener maestros en su seno. Sus secretarios generales (Robles Martínez, Jongitud Barrios, Ester Gordillo) no dejaron de ocupar cargos importantísimos dentro del PRI, el ISSSTE y demás secretarías. ¿Puede olvidarse que también otros “líderes obreros” desde los veinte, como Morones, Nava, Velázquez y otros más, ocuparon altos cargos gubernamentales y que incluso, por ello, llegó a pensar que México era socialista? Aunque se consideré al normalismo una profesión de segunda, los maestros han jugado una gran historia en el país.
5. Ningún sector de trabajadores es tan o más batallador y consciente de sus derechos que los maestros. Hemos vivido en México luchas campesinas; de obreros (ferrocarrileros, electricistas, mineros, petroleros); de estudiantes, indígenas y burócratas, pero ningún sector ha sido tan persistente o constante y ha vivido tantas décadas luchando en defensa de sus derechos y de la educación nacional. Podría demostrarse que desde hace un siglo, desde el triunfo la revolución Maderista en 1911, los maestros aparecen en la escena política como dirigentes, asesores, redactores de proclamas. ¿Por qué han destacado tanto en la historia? Porque su trabajo ha sido la enseñanza, porque ha estado identificados con los niños y padres de familia, porque se han sentido –sobre todo las maestros rurales- como parte del pueblo. ¿No fue un maestro el redactor del Plan de Ayala zapatista?
6. Los tecnólogos creen que ser maestro es ser un simple recitador de programas de clase, un simple repetidor de lo que enseñan en las normales. Piensan que con presentar un examen de conocimientos puede escogerse quienes son los buenos y los malos. Olvidan las experiencias, las vocaciones y las causas que hicieron escoger esta carrera. Desde el primer día de clases hasta el último el maestro se enfrenta a niños, a seres humanos que lo van reeducando; quizá aprehende más el maestro que el alumno y su aprendizaje no es libresco o escolar sino de la vida cotidiana que no se puede expresar en un examen de conocimientos. La vida cotidiana de los maestros, sobre todos los rurales, es otra cosa. ¿No sería mejor acaso despedir a las decenas de miles de maestros comisionados por el Sindicato y por el PRI para hacer política electorera a favor de candidatos indeseables?
7. La acusación permanente de gobierno y empresarios contra los maestros es que, por sus luchas permanentes, dejan durante días, semanas y meses a millones de niños sin clases; pero siempre tienen el cuidado en silenciar que ellos (empresarios y gobiernos) son los destructores de la educación, los que mantienen a un 70 por ciento de la población en condiciones de desempleo y pobreza. Las batallas de la Coordinadora (CNTE) que llevan varias décadas son absolutamente justas. Es urgente apoyar a los oaxaqueños, guerrerenses y michoacanos que en los últimos meses nos han demostrado cómo se debe luchar. Espero que los maestros de la “mayoría silenciosa” despierten y se sacudan de esa ideología capitalista que durante muchas décadas los ha mantenido secuestrados, en silencio como si fueran cadáveres insepultos.
Fuente: http://pedroecheverriav.wordpress.com