Maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) iniciaron en esta entidad una campaña de información sobre los nocivos efectos que trae consigo la reforma educativa impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto. Rodrigo Peñalosa, delegado de dicha seccional, que tiene su sede en el estado de Oaxaca, explicó a su llegada a esta ciudad que sostendrán reuniones con diferentes sectores de la población, principalmente maestros, para analizar el fondo de la reforma educativa.
En la reforma, dijo, “se borran conceptos como sindicatos, trabajadores, condiciones laborales, bilateralidad, entre otros. Borran logros históricos del sindicato, que son producto de luchas incluso internacionales. Es una embestida no sólo laboral, también atenta contra la educación pública”, advirtió.
Peñalosa detalló que con el término de autonomía de gestión, el gobierno federal pone una trampa para privatizar la educación, debido a que el Estado –sostuvo– abandona su responsabilidad para equipar aulas y dar mantenimiento a las escuelas, y se la pasa a los padres de familia a través del Consejo de Participación Social contemplada la ley.
“En el recuento que hizo Enrique Peña Nieto en su informe, dijo que en 64% de 109 mil escuelas públicas hay un serio problema de mobiliario, sanitarios, deterioro de pupitres, pizarrones y cuestiones sanitarias. Reconoce que hay un deterioro por más de 30 años y pasa esa responsabilidad a los padres y madres de familia para que ellos busquen financiamiento, que sean gestores con grandes empresas como Coca Cola, Pepsi y otras, a cambio de que la educación pública se convierta en un negocio”, señaló.
Lo que buscan los maestros, agregó, es la abrogación de los artículos 73 y 3° constitucionales, además de la anulación de las tres leyes secundarias.
A nivel nacional, los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) conformaron el Movimiento Popular y Magisterial y trabajan en tres rutas: jurídica, pedagógica y política, explicó José Antonio Altamirano, también integrante de la sección 22.
Por la vía jurídica, detalló, han presentado amparos contra la reforma educativa, e irán hasta las últimas consecuencias. Respecto de la ruta pedagógica, llevaron ante los legisladores una propuesta sobre cómo debería ser la educación, en un documento titulado “Hacia la educación que queremos los mexicanos”.
Finalmente, en la parte política hicieron un recuento de los paros en el Distrito Federal, a los que se han sumado otros sindicatos y organizaciones.
Ante la omisión de las autoridades, apuntó, formaron el Frente Único de Lucha Nacional, con la finalidad de ir a diferentes pueblos a informar con detalle de los riesgos de las reformas estructurales que pretenden aprobar los legisladores y que, añadió, atentan contra la soberanía del país.
Asimismo, llamó a un paro indefinido y a la desobediencia pacífica para no acatar las leyes que las autoridades han impuesto y buscan imponer a los mexicanos.
Los profesores “brigadistas” estarán en campaña en esta capital, Ciudad Juárez, Cuauhtémoc, Parral y Camargo, y si las otras asambleas regionales lo piden, también estarán en la asamblea estatal que se realizará el próximo sábado 5.
“Queremos informar con claridad sobre la reforma, porque los medios no dan a conocer el fondo. No venimos a agitar, sino a informar, porque es una reforma laboral, no educativa”, insistió Rodrigo Peñoles.
Advirtió que en el estado de Chihuahua, principalmente en Juárez, las autoridades han sembrado una política de terror, pues a pesar del nivel de violencia que han vivido, la sociedad está en silencio y se niega abrirse, a manifestarse, porque hay una tendencia a callar las voces de protesta.
Luego comparó a las autoridades chihuahuenses con el porfiriato. “Cuando alguna persona se atrevía a rebelarse o a denunciar, le cortaban la cabeza”, puntualizó. En el caso del magisterio estatal, explicó que en cuanto un maestro se manifiesta, lo amenazan y lo estigmatizan, aplican la política del miedo.
Fuente: Apro/ Patricia Mayorga