El presidente francés Emmanuel Macron respondió por primera vez a los “Chalecos amarillos”, después de diez días de protestas contra el aumento del impuesto a las gasolinas y la precariedad en general.
Hace días que querían escucharlo. Emmanuel Macron habló por primera vez a los miembros de los “Chalecos amarillos” en la Programación plurianual de la energía (PPE), sin ceder a sus demandas de cancelar el proyecto del gobierno de aumentar los impuestos a las gasolinas.
“No confundo los grupos de choque con los ciudadanos que quieren mandar un mensaje”, advirtió primero para denunciar los enfrentamientos con los policías el sábado en los Campos Elíseos, pero también en forma de respeto al movimiento en el que casi 300 mil personas se manifestaron el 17 de noviembre en todo el país.
“Los que están acostumbrados a la política esperan de mí que me desvanezca. Pero es precisamente porque siempre hemos hecho esto que no podemos hacerlo”, dijo el presidente.
“No cambiaremos de rumbo” prometió Emmanuel Macron.
En cuanto al descontento de la población que pide la anulación del aumento del impuesto a las gasolinas, el residente del palacio del Elíseo confirmó su posición: “garantizar el acceso a la energía barata para circular, calentarse y trabajar, una energía limpia para que los hijos no tengan que pagar este precio”.
Sin embargo, abrió la puerta a los que usan su carro día a día para ir a trabajar: “el carro tiene un futuro en Francia (…) un carro que contamina menos”.
Por esta razón quiere implementar una gratificación en caso de la compra de un nuevo vehículo a cambio de uno viejo que consume más. El presidente quiere “desintoxicar” al país de los combustibles fósiles.
Criticó a los que “cambian de opinión” con frecuencia dependiendo del partido dirigente y que no asumen sus convicciones.
“No se puede, el lunes, estar a favor del medioambiente y el martes en contra del aumento del precio del carburante; no se puede votar por el impuesto, como ocurrió hace unos años y denunciar hoy el aumento del precio de la gasolina”, dijo.
Tres meses para debatir
Frente a las críticas sobre el aislamiento de la clase alta y de los poderes políticos y económicos con el resto de la población, Macron añadió que rechaza “que se instale una Francia que avanza a doble velocidad”. Quiere, dijo, “establecer una ecología popular” y “un acompañamiento social en esta transición”, respondiendo a una franja de la población que denuncia el hecho de que ser ecológico es caro.
El presidente también propuso una modulación de los impuestos con respeto a la evolución de los precios del petróleo, sin dar más precisiones. “Las soluciones vendrán de la base” y “no serán las mismas en las zonas rurales y las metrópolis”, pues en las ciudades se usa muy poco el vehículo a cambio del transporte público.
Estas soluciones se debatirán con los distintos actores “en los tres próximos meses”, adelantó. Además, Macron le pidió al recién nombrado secretario de Ecología, François de Rugy, recibir este martes a los portavoces de los “Chalecos amarillos” para dialogar.
El lunes, una delegación de ocho portavoces fue creada para dialogar con el presidente Emmanuel Macron, pues era difícil definir quién era el interlocutor principal entre los “Gilets jaunes”. Sin embargo, esos portavoces fueron criticados por los afiliados al movimiento que indicaron no haber sido consultados ni haber votado por esta delegación.
Fuente: Apro