El presidente francés, Emmanuel Macron, ha invitado a la ciudadanía de Francia a participar en el anticipado “debate nacional” planteado en respuesta a las movilizaciones de los ‘chalecos amarillos’ que semana tras semana protestan en las principales ciudades francesas.
“No son unas elecciones ni un referendo”, ha explicado Macron, que ha manifestado en una carta abierta su comprensión por el descontento y la ira de quienes participan en las movilizaciones. “Comparto esta impaciencia”, ha asegurado.
“Francia no es un país como los demás. El significado de la injusticia es más vívido que en otros lugares. La necesidad de ayuda mutua y solidaridad más fuerte”, ha planteado. El objetivo es “una sociedad en la que para tener éxito no se necesiten enchufes o fortuna, sino esfuerzo y trabajo”, “pero hay una condición: no aceptar ninguna forma de violencia”.
Así, invita a los ciudadanos a criticar y plantear propuestas de reforma en los debates que tendrán lugar en las próximas semanas a iniciativa de insituciones públicas u organizaciones sociales de todo el país y que culminarán el 15 de marzo, cuando Macron informará de los resultados de este proceso. Los temas a tratar serán impuestos, gasto público, gobernanza, cambio ambiental y democracia, que incluye el tema de la inmigración.
“Los alcaldes tendrán un papel esencial porque son sus representantes electos y, por lo tanto, el intermediario legítimo de la expresión de los ciudadanos”, ha argumentado Macron.
“No hay preguntas prohibidas. No estaremos de acuerdo en todo, es normal, es democracia, pero al menos mostraremos que somos personas que no tenemos miedo de hablar, de debatir”, ha señalado. “Y tal vez descubriremos que podemos estar de acuerdo (…) más allá de nuestras preferencias, más a menudo de lo que pensamos”, ha subrayado en su misiva.
Sin embargo, las encuestas muestran poco interés de los franceses en este proceso: siete de cada diez encuestados por France Info y Le Figaro creen que no se sacará nada útil.
Fente: Europa Press