Se agrava la crisis abierta en el semanario satírico cuatro meses después de la matanza de París
La crisis que vive el semanario satírico Charlie Hebdo cuatro meses después de la matanza yihadista que diezmó su redacción se profundiza con la salida de uno de sus iconos: el dibujante Luz. Enuna entrevista a Libération, el periódico que sigue siendo su sede desde los atentados del 7 de enero pasado, Luz anuncia su abandono por la necesidad de “retomar el control” sobre sí mismo. “Cuando alguien está tan implicado como yo en Charlie no te queda tiempo porque estás fagocitado por mil cosas, el duelo, el dolor, la cólera…”.
Luz es el dibujante que ha caricaturizado habitualmente a Mahoma en la revista y el autor de la portada histórica del número del 14 de enero, publicada justo una semana después de la matanza, y del que se vendieron siete millones de ejemplares. Luz, que hace tres semanas anunció que no volvería a caricaturizar al profeta, publica un cómic esta misma semana de manera independiente y asegura en la entrevista de Libération que no se siente capaz de seguir dibujando sobre la actualidad. Dejará la revista definitivamente en septiembre.
Luz no ha querido pronunciarse sobre la crisis que sufre el semanario. Asegura que su próxima salida nada tiene que ver con el aviso de despido que la empresa ha enviado a la periodista Zineb El Rhazoui. Tampoco quiere responder a Jeannette Bougrab, la compañera de Stéphane Charbonnier, Charb, director de la revista muerto en el atentado. Para Bougrab, que Luz deje de caricaturizar a Mahoma es conceder la victoria a los terroristas.
El desencuentro con Bougrab, exsecretaria de Estado con Sarkozy, viene precedido por la tormenta desatada por la familia de Charb, que deploró que Bougrab hiciera declaraciones explicando su dolor y negó la relación sentimental entre la mujer y el dibujante.
Uno de los motivos que más enrarece la situación interna de Charlie son la recaudación récord por un total de 30 millones de euros lograda gracias al movimiento de solidaridad tras los atentados que se tradujo en donaciones y ventas millonarias. La propiedad la detentan el actual director, Riss, la familia de Charb y el jefe financiero. Quince miembros de la redacción, Luz entre ellos, exigieron en un manifiesto publicado en marzo en Le Monde más transparencia en la gestión. “La vida en Charlie nunca ha sido un remanso de paz”, ha declarado este lunes el propio Riss a Le Monde, que ha explicado que los 4,5 millones de euros que corresponden a las víctimas de la matanza serán repartidos por un comité de personalidades independientes.
Fuente: El País