Dámaso López Serrano, hijo de Dámaso López Núñez, ‘El Licenciado’, y ahijado de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, cuenta la historia del pacto entre este último y los políticos mexicanos y explica cómo funciona la estructura criminal del Cártel de Sinaloa. Los verdaderos delincuentes son nuestros políticos y están en la Ciudad de México, dice en entrevista que fue publicada en el libro Narcojuniors.
El ‘Mini Lic’ se entrega en EU a la DEA
Por José Luis Montenegro*
–Formule sus preguntas y yo veré cuáles contesto –advirtió quien se presentó como ahijado de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán: Dámaso López Serrano.
Su padre, Dámaso López Núñez, conocido como ‘El Licenciado’, trabajó como agente del Ministerio Público de Sinaloa durante la década de 1990 y a finales de 1999 se desempeñó como jefe de seguridad del Centro Federal de Readaptación Social No. 2 de Occidente, mejor conocido como Puente Grande.
De acuerdo con el expediente desclasificado de la corte estadounidense 11-CR-00558, a los pocos meses de haber ingresado al penal, Dámaso fue ascendido a subdirector de vigilancia y custodia como parte de una estrategia definida para ayudar a ‘El Chapo’ a escapar de Puente Grande.
Dos meses antes de la primera fuga del capo [el 19 de enero de 2001], López Núñez presentó su renuncia, momento en el cual ya se tenía todo preparado para la fuga de Guzmán Loera. Una vez concluido el escape, Dámaso comenzó a trabajar en la estructura criminal de Sinaloa, convirtiéndose en su principal operador y en uno de sus más entrañables amigos, su mano derecha.
De acuerdo con informes de inteligencia militar, ‘El Licenciado’ ha importado cocaína desde Perú, Panamá y México hacia territorio estadounidense. Según un documento firmado por MacBride y Daniel J. Grooms, del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, y por Arthur G. Wyatt y Darrin L. McCullough, representando a la Agencia Antidrogas (DEA), Dámaso y el grupo que tiene a su cargo han traficado más de 280 millones de dólares en mercancía como parte de las operaciones ilícitas del Cártel de Sinaloa.
Siguiendo el legado y con apenas 28 años de edad, Dámaso López Serrano, apodado ‘El Mini Licenciado’, ya comanda una célula criminal conocida como las ‘Fuerzas Especiales de Dámaso’, organización que él y su padre crearon apenas hace unos años.
En conjunto con ‘Los Ántrax’, brazo operativo que dirigía Ismael Zambada, alias ‘Mayito Gordo’, antes de su aprehensión en noviembre de 2014, este grupo criminal reúne a un séquito de aproximadamente 200.000 sicarios al servicio del Cártel de Sinaloa y sus actuales líderes, Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Juan José Esparragoza Moreno, alias ‘El Azul’.
Luego de la captura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera el pasado 22 de febrero de 2014, las dudas en torno a quién asumiría el liderazgo del Cártel de Sinaloa seguían latentes. En tanto eso sucede, los herederos del poder criminal, los llamados ‘narcojuniors‘ no dejan de burlarse tanto de autoridades nacionales como extranjeras.
–Después de la captura de ‘El Chapo’ Guzmán, ¿qué se espera para la organización de Sinaloa? Se prevé que Ismael ‘El Mayo’ Zambada asuma el control total del Cártel de Sinaloa —se le cuestiona al hombre que se presenta como Dámaso López Serrano en una entrevista para RT.
–Aquí hay jerarquías y se respetan. El mando era el general [Joaquín Guzmán] y el viejón ‘Mayo’. Ahora solo se espera que baje la marea y habrá junta para discutir esos temas.
–Se habla de que la captura de ‘El Chapo’ fue una traición por parte de la familia Zambada…
–No, la única guerra fue del gobierno [de México]contra el general [Guzmán Loera], pues había un pacto y ellos lo rompieron. Traicionaron al viejón. La realidad es que en este sexenio [2012-2018] entraron intereses diferentes, de personas distintas a las que les gusta trabajar mal, ¿sí me entiendes?
–¿Cuál era el acuerdo que tenían con el Gobierno de México y las autoridades de los estados?
–Mira, esos acuerdos solo los viejos lo saben y conocen con quién los tienen, pero básicamente era: ‘Tú no te metes conmigo y yo no me meto contigo’. Los verdaderos delincuentes están en la Ciudad de México y son los que autorizan las leyes, nuestros políticos.
–¿A qué políticos te refieres?, ¿con quiénes han negociado?
–¿Tú crees que es necesario decir nombres? No preguntes cosas de las cuales sabes la respuesta.
–¿A quién te refieres con nombre y apellido?
–A diferencia de ellos, nosotros sí tenemos principios y sabemos cuándo callar y cuándo hablar. Ustedes con el tiempo verán quiénes son.
El ‘modus operandi’
Dámaso cuida cada detalle de lo que dice y cómo lo dice, pues aunque le guste fanfarronear y exhibir sus lujos en las redes sociales como a los demás vástagos de los capos mexicanos, él asegura que su palabra vale más que cualquier otra cosa que el dinero pueda comprar.
El pasado 21 de febrero de 2014, me puse en contacto a través de la cuenta de Twitter @Damaso_Lopez_ con el presunto capo mexicano. Durante la entrevista, ‘El Mini Licenciado’ habló de las funciones que desempeña el Cártel de Sinaloa en las plazas que controla, asegurando que a este jamás le ha gustado abusar o servirse del pueblo. “Tú puedes visitar Sinaloa y verás que a las regiones más pobres tratamos siempre de tenderles la mano y apoyarlas sin pedir nada a cambio; aquí a nadie se le obliga a entrar”, afirma.
–¿Cuál es el proceso de reclutamiento para pertenecer al cártel?
–La mayoría de la gente que conforma la empresa es familia y gente conocida, personas leales que respetan la vida ajena. Y claro, yo en mi grupo no tengo niños, ni mujeres, siempre trato que sea así.
En septiembre de 2011, miembros del Cártel del Golfo, La Resistencia y el Cártel de Jalisco Nueva Generación formaron una alianza a la que llamaron Cárteles Unidos. Esta asociación se creó para bloquear el ingreso de Los Zetas a estados como Zacatecas, Jalisco y Aguascalientes.
El Cártel de Sinaloa también perteneció a este cónclave de grupos criminales dispuestos a defender las plazas que actualmente controlan, alrededor de 25 de las 32 entidades de la República Mexicana, según estimaciones.
Sin embargo, tras las constantes disputas entre grupos contrarios del crimen organizado, el Cártel de Sinaloa decidió adquirir más independencia y menos aliados con la creación de brazos operativos como ‘Los Ántrax’, que controlan el trasiego de drogas en México, Centroamérica y algunas regiones de Europa.
–¿Sigue vigente el acuerdo de Cárteles Unidos?, ¿con cuáles organizaciones lo mantienen?
–Aquí la realidad es que siempre tratamos de respetar ese acuerdo; si los demás no se meten con nosotros, nosotros no nos metemos en sus plazas. Lo que te puedo decir es que ya no hay comunicación con ningún cártel, ni para bien ni para mal.
–¿Quién entrena a los integrantes del cártel y de dónde proviene todo el armamento? ¿Hay convenio con colombianos y estadounidenses?
–Nos entrenan exmilitares, exmarinos y policías. El armamento sí viene de Estados Unidos, tenemos gente allá que solo se dedica al abastecimiento.
–Luego de la liberación de Rafael Caro Quintero, ¿qué han sabido de él?, ¿ha retomado sus actividades dentro del Cártel de Sinaloa?
–Solo sé que anda tranquilo, ni para bien ni para mal. Sí vino a visitarnos, pero él dijo que ya su vejez la quería vivir tranquila, y pues la verdad después de esa visita, no volvimos a saber nada del señor.
El humo
Con ingresos anuales que podrían alcanzar los 3.000 millones de dólares –como lo detalló en junio 2012 el diario estadounidense The New York Times–, el Cártel de Sinaloa es poderoso en cuanto a estructura financiera se refiere.
El ‘Mini Licenciado’ asegura que nadie sabe las ganancias netas que deja el tráfico de drogas en México, y aunque cada capo cuenta con sus contadores personales, como él afirma, la derrama económica continúa siendo de proporciones inmensas.
“No todos mis ingresos son del tráfico de drogas, también tengo negocios lícitos y en regla”, asegura.
–Dices que te alcanza para vivir, pero la gente normal no anda por las calles en un Ferrari o con armas bañadas en oro como ustedes, ¿no?
–Soy como soy, ‘compa’, y por eso estoy aquí. El dinero en manos de pendejos se hace humo, y el humo en manos sabias se vuelve dinero.
–Según tus contadores, ¿cuánto obtienes del narcotráfico al mes?
–Échele ‘cabeza’ usted ‘compa’, se la dejo de tarea.
–¿Existe algún código dentro del Cártel de Sinaloa, es decir, reglas sobre lo que se puede hacer y lo que no?
–No se mata a inocentes. El negocio sólo es tráfico. No existen extorsiones, ni secuestros. En la empresa nuestro dicho es: ‘Hay que ayudar al inocente y mancharnos con el corriente’. Nosotros sí nos sabemos respetar.
Tras agotar un extenso cuestionario con este personaje que algunos medios de comunicación han colocado como el heredero para asumir el mando del Cártel de Sinaloa, finalmente preguntamos:
–¿Qué opinas acerca de la guerra contra el narcotráfico?
–El trabajo de los militares y marinos es cumplir órdenes. Su chamba es agarrarnos y la de nosotros es no dejarnos agarrar. Como dice el viejo ‘Mayo’: “Si nos agarran o nos matan, nada cambia”.
–¿Por qué?
–Porque esto es como el bien y el mal ‘compa’: si uno no existiera, el otro tampoco. Hoy nos tocó ser a nosotros el mal, mañana, quién sabe…
* José Luis Montenegro, Autor del libro “Narcojuniors”
Fuente: RT