Por Juan José Martínez Bolaños*
“No te duermas, sobre todo no te duermas”,
Jon Sistiaga
‘La Bestia’, nombre adjudicado al tren carguero peninsular que cruza desde Guatemala al sur de México con indocumentados aferrados a la parte superior de los vagones.
El pasado 26 de agosto los diarios nacionales nos “sorprendieron” con la siguiente noticia: aproximadamente a las tres de la madrugada en Huimanguillo, Tabasco, ‘La Bestia’ descarrilaba, y las víctimas mortales de dicho siniestro sumaban hasta el momento ocho hondureños y unos 18 más heridos.
La situación de los migrantes que se desplazan por México provenientes de los países bajos es inaceptable. Unos 140 mil extranjeros ingresan anualmente de manera ilegal a nuestro país, a través de su frontera sur buscando alcanzar Estados Unidos, en cuyo camino se exponen a caídas desde el ‘lomo de La Bestia’ y a asaltos o secuestros de grupos armados que operan en la zona. El pasado 22 de agosto se cumplieron tres años de la masacre de 72 migrantes en el estado de Tamaulipas.
En México ni hablar de las acciones que el gobierno realiza para salvaguardar la seguridad y los derechos humanos de los migrantes.
El fenómeno de la migración es uno de los más estudiados en las ciencias sociales: investigaciones documentales y de campo, artículos y libros se han realizado y publicado. La advertencia está dada a las autoridades.
En 2011, investigadores del Cuerpo Académico de Criminología de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (Reynosa-Aztlan) et al., realizaron un análisis descriptivo sobre los migrantes menores de edad que se aventuran a alcanzar territorio estadounidense viajando solos. La información presentada por el citado estudio reporta que en el Centro de Atención a Menores Migrantes en Reynosa, Tamaulipas, en 2008 se atendió a 1366 menores migrantes repatriados no acompañados y en el 2009 aumentó a 1545, siendo un total de 2911 por ambos años. Las edades predominantes están entre 15 a 17 años. Sin embargo, reportan la presencia de menores dentro del rango de los tres a cinco años de edad.
Dicen que “el buen juez por su casa empieza”. El pasado mes de junio el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, y los demás integrantes del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe (Foprel), exigieron al Congreso de Estados Unidos promover la protección de los derechos humanos de los migrantes mexicanos, y a que la reforma migratoria los beneficie de manera amplia y efectiva. Pero… ¿qué está haciendo México para promover la protección de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos?, ¿dónde están las políticas orientadas a disminuir la victimización de los migrantes que atraviesan México? Como la mayoría de los migrantes no son mexicanos, ¿se deben abandonar a su suerte y solamente contabilizar los cadáveres o repatriarlos?
El secretario de México Unido contra la Delincuencia (MUCD), Juan Francisco Torres Landa, denunció que las autoridades mexicanas han sido “omisas” frente a los secuestros de los migrantes, nacionales o extranjeros, que se desplazan por el país a pesar de los miles de casos que se denuncian cada año ante organismos de derechos humanos.
El “accidente” de ‘La Bestia’ es un ejemplo más de la situación deplorable que enfrentan los migrantes en México. Aproximadamente 250 viajeros se encontraban a bordo del tren cuando este descarriló, pero… ¿Las autoridades no pudieron prever esta tragedia?
Es bien sabido que los migrantes no abordan ‘La Bestia’ de manera gratuita, alguien cobra por ello, lo cual indica el nivel de corrupción existente en ese sector.
Hasta ‘La Bestia’ se venció ante el pesar y sufrimiento de sus migrantes, se recostó como animal que no soportó el dolor sobre su espalda, no el propio, sino el de ellos.
*Juan José Martínez Bolaños. Director para la zona de América Latina en la revista Criminología y Justicia y director del diario académico-digital, Criminología y Justicia México [www.crimyjustmexico.com].
Twitter:@JuanJoseMtzB
Fuente: Sin Embargo