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La llegada del cardenal italiano Angelo Becciu, enviado especial del papa Francisco para la ceremonia de beatificación del obispo Enrique Angelelli y los otros tres sacerdotes víctimas de la pasada dictadura militar, considerándolos mártires de la provincia de La Rioja y las declaraciones del ex vocero papal en el arzobispado Guillermo Marcó, quien sostuvo que los católicos no votarían por el presidente Mauricio Macri, que intenta relegirse en octubre, incrementaron las diferencias entre la administración actual y el Vaticano.
“Son verdaderos mártires de una época en la que la Iglesia, inmediatamente después del Concilio Vaticano II, tomó conciencia de que no se podía permanecer en silencio de frente a las injusticias sociales o a los grupos de poder. Defendieron los derechos de los pobres a costo de ir contra los intereses de los latifundistas de la región”, dijo, Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, al referirse a Angelelli, así como a los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville y el laico catequista Wenceslao Pedernera, próximos beatos después de comprobarse que su asesinato en 1976 fue por odio a la fe (“In odium fidei”).
También recordó el impulso que en esos momentos dieron los documentos del Concilio y los sucesivos documentos pontificios, como la Populorum Progressio de Pablo VI, donde la propiedad privada ya no aparecía como un derecho absoluto, sino que se le atribuía el propósito de la función social, lo que produjo en la Iglesia una nueva mentalidad de compromiso con la Justicia Social” y los llevaron a defender los derechos de los menos favorecidos.
“La mentalidad caricaturizada que reinaba en ese momento hacía creer que al rico le bastaba hacer buenas limosnas para ganarse el paraíso y que no importaba si su riqueza se había acumulado sobre la piel de los explotados”, dijo el enviado papal, quien el próximo sábado encabezará en La Rioja los actos de beatificación. El asesinato de Angelelli se quiso ocultar como un accidente, pero finalmente en 2014, la impunidad terminó para los culpables de éste y el resto de las víctimas asesinadas por su trabajo y la defensa de los más pobres.
El Papa también ha expresado su preocupación por los más de 70 presos políticos en Argentina, por la extrema pobreza, la injusticia y las persecuciones políticas. Ha enviado mensajes confortantes desde 2016 cuando fue detenida Milagro Sala, hasta los presos actuales. En los últimos días envió sus condolencias ante la muerte de la madre de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En las últimas horas falleció la madre del ex vicepresidente Amado Boudou, detenido por causas falsas y sin pruebas, como la mayoría que llevan hasta tres años de prisión preventiva, constituyendo una grave violación jurídica y de derechos humanos.
La declaración del ex vocero del Papa en el Arzobispado, Guillermo Marcó, sobre la “profunda desilusión”, que sienten “muchos católicos” por lo cual no votarán por Mauricio Macri tuvo su respuesta por parte del mandatario argentino que decidió no saludar a la comunidad cristiana en el domingo de Pascuas, aunque sí lo hizo por el Pesaj (pascua judía).
“Mauricio Macri y su equipo de comunicación eligieron nuevamente la confrontación como estrategia en su frustrada relación con el Vaticano y su santidad Francisco”, explica un análisis local.
A meses de las elecciones, la relación entre la Rosada y el Vaticano ya no esconde los recelos por una bendición política que jamás llegó ni llegará, dice Infobae.
Bolivia y Argentina
El presidente de Bolivia, Evo Morales, llegó este domingo a Buenos Aires, para asistir a un acto de representantes de la vasta comunidad boliviana en Argentina, que tendrá un peso muy fuerte en las próximas elecciones en ese país. De unos dos millones de inmigrantes bolivianos hay 210 mil empadronados en condiciones de votar.
Morales estuvo en un acto masivo en un Polideportivo del popular barrio de La Matanza, acompañado por la intendenta del lugar Verónica Magario, candidata a gobernadora por la provincia de Buenos Aires y el ex intendente Fernando Espinoza, alto dirigente del peronismo. Representantes de numerosos distritos y centenares de miles de bolivianos lo esperaron con un espectáculo de bailes típicos de diversas zonas, ya que mantienen su cultura a través de todos los tiempos en que ha habido una fuerte inmigración hacia este país.
El acto fue emocionante comprometiéndose a trabajar políticamente como lo han hecho en elecciones anteriores, destacándose la presencia de varias mujeres dirigentes, ante los que Morales expuso los logros alcanzados bajo su gobierno, especialmente la recuperación de los recursos naturales, el crecimiento económico y social, el avance contra la pobreza y las grandes transformaciones que han cambiado a Bolivia de tal manera que tiene todas las posibilidades de convertirse en una potencia, por la cantidad de recursos, que hoy están constitucionalmente recuperados. Ofreció a quienes quieran volver a que lo hagan porque hay tierras para todos, entre 100 y hasta 500 hectáreas, y otros beneficios sociales, que nunca antes existieron para la población.
En este día a pesar de las fuertes diferencias ideológicas, Morales se reunió con el presidente Macri, firmando importantes acuerdos en todas las áreas e incluso aceptando un avión pampa fabricado aquí, en pago de una deuda de gas. Acuerdos en energía y otros de alto nivel y ratificando anteriores en el tema de electricidad.
El contraste entre lo que vive uno y otro país, fue destacado por diversos analistas. Se acordó relanzar las relaciones bilaterales y la agenda priorizó acuerdos por la provisión de gas boliviano, aumentar el comercio, profundizar controles en la frontera y la hidrovía, y algo muy importante en el tema de la salud, ya que Bolivia impuso una ley de Servicio Único en el país, lo que permitirá un acuerdo para a la atención de los ciudadanos de ambos países.
El presidente de Bolivia dijo: “Somos dos países vecinos y tenemos la obligación en trabajar por el bien de nuestros pueblos” aunque reconoció que “siempre puede haber diferencias como las hubo con el tema de los textiles”. Esto en referencia a los problemas creados por las denuncias sobre el trabajo esclavo de ciudadanos bolivianos en las industrias textiles locales. Pero “también en función de las amplias diferencias ideológicas que separan hoy a Bolivia y Argentina, sustancialmente en el caso de Venezuela donde Evo Morales apoya taxativamente al régimen de Nicolás Maduro”, señala el diario digital Infobae.
Todo esto sucede cuando el anuncio de la congelación de precios de algunos productos anunciados por el gobierno argentino, no ha logrado el efecto esperado y el dólar se disparó, hasta casi 44 pesos, después de una baja en las últimas semanas y hasta el Fondo Monetario Internacional advirtió que si la pobreza sigue incrementándose , será problemático para el país.