La anarquía no se trata de romper vidrios o utilizar ropa negra con una “A” en el pecho. Proveniente de la raíz griega anarchos (sin gobierno), es una propuesta revolucionaria de transformación social que le resulta incómoda a las autoridades, quienes por esa razón la han elegido como el “enemigo interno” que justifica la represión contra cualquier muestra de descontento social.
Así lo afirman, en entrevista con La Jornada, integrantes de la organización Cruz Negra Anarquista, quienes se deslindaron de los actos de vandalismo cometidos el pasado 1 de diciembre mientras tomaba posesión Enrique Peña Nieto.
Advierten sobre la inminencia de una etapa difícil de estigmatización y represión, no sólo contra los grupos que reivindican esta corriente de pensamiento, sino contra toda movilización social.
Por ser una disciplina inspirada en la armonía y la fraternidad, el anarquismo rechaza la violencia, aunque tampoco descarta el uso de la defensa legítima de los oprimidos ante la violencia cotidiana del Estado, que lo mismo puede asumir formas sutiles, que expresiones descarnadas.
Testimonios de la brutalidad
Con la detención de Bryan Reyes Rodríguez suman 70 las personas en prisión desde el pasado sábado, luego de la jornada de protestas contra la llegada al poder de Enrique Peña Nieto.
Amigos y familiares del joven de 26 años, ex alumno de la Escuela Nacional de Música, denunciaron que hay “muchas irregularidades en su caso, pues primero lo detienen por un delito, y luego pretenden fincarle el más grave, ataques contra la paz pública”.
A este caso se suma el del joven Brandon Daniel Bazán, quien fue aprehendido sólo por tomar fotos cuando caminaba por la calle de Filomeno Mata, en el Centro Histórico de la ciudad.
“Mi hijo es barista y fotógrafo independiente. Trabaja en una cafetería al sur de la ciudad, tiene 19 años y es estudiante de la preparatoria en línea. Ese día él no estaba participando en la marcha, pero lo detuvieron en la esquina de 5 de Mayo y Filomeno Mata cuando tomaba fotos para la revista Caffé Magazine”, explicó María del Rocío Bazán Espinoza, madre del joven, en entrevista con La Jornada.
Lea la entrevista completa y los testimonios en la edición de hoy de La Jornada: www.Jornada.Unam.mx